Lo que está sucediendo en el país, alrededor de los resultados de la elección presidencial, parece una película de Hollywood, como la que protagonizó Harrison Ford, “En busca del arca perdida”. Pues aquí, la película se ubica en el año 2024. Edmundo González es un candidato a presidente, dispuesto a ser humillado por la princesa inhabilitada, con tal de conseguir la presidencia de la república bolivariana de Venezuela. Vivió muchas aventuras; pero, siempre tratando de superar las maldades, burlas, menosprecios y revirones de ojo que la sayona le echaba cada vez que abría la boca para opinar. Tuvo que sufrir; sin embargo, después de una infructuosa campaña política que sella su derrota, debió esperar la nueva orden del gobierno de los estados unidos que le encarga la búsqueda de un acta final, donde se conservan los supuestos votos que fueron obtenidos en la elección.
Por supuesto que esos votos no existen, por lo que no pudieron llevar el acta al tribunal supremo de justicia. Según la leyenda, si llegan a mostrar esa acta que dicen tener y la contrastan con las actas de los demás candidatos es posible que tomen el poder absoluto del país. Sin embargo, el gobierno les está ganando de mano ya que sus actas son legales por provenir del CNE.
Respecto a esa acta que la oposición no entrega, y a lo mejor ni entregará, el chuo Torrealba dice que a pesar de haberlas elaborado con mucha anticipación, están pasando problemas porque las hicieron siguiendo el modelo de súmate que fue apoyado por los estados unidos que buscan desesperadamente ponerle las manos encima a Venezuela. No se han dado cuenta que súmate, lo que hace es restar.
Es bueno aclarar que esta película venezolana muestra el momento en que los candidatos presidenciales acuden al TSJ; unos llevando sus actas, otros que no llevaron actas, pero, que se regocijaron con el micrófono del medio de comunicación cómplice hablando e-pistoladas.
La película tiene escenas fuertes y peligrosas, y para eso cuenta con muchos dobles representados por los comanditos; del mismo modo, aparecen los extras que nunca faltan en una película y están representados por voceros de gobiernos injerencistas o que saltaron la talanquera hacia la derecha a raíz de las elecciones.
A medida que transcurre la película, en ningún momento se observan a los protagonistas: Edmundo y María. El espectador supone que están desaparecidos buscando las actas. Sin embargo, hay un momento en que María aparece llamando a una marcha el 17 de agosto.
Esta película es digna de ver y mantiene la expectativa “Hasta el final”, aunque con el problema de las actas, es mejor esperar “Acta el final”. No deje de verla.
