Han surgido muchas controversias alrededor de la elección presidencial en Venezuela, realizada el pasado 28 de julio. Las mismas se resumen en un supuesto fraude que beneficia al candidato del gobierno, pero que nadie ha podido demostrar desde la oposición, porque carecen de pruebas. Sin embargo, las redes sociales se han constituido en el terreno en el cual, el supuesto fraude se nutre, hasta el punto de hacer creer a presidentes de países vecinos, Petro y Lula, que el fraude es tal.
En efecto, las redes sociales son el espacio a través de los cuales se manifestaron los influencers en Venezuela, contratados por María Corina para que opinaran y hablaran de manera positiva del candidato Edmundo González y por supuesto, de manera negativa del candidato a la reelección, Nicolás Maduro. Sin embargo, fueron más allá y con sus comentarios u opiniones, mas la cizaña que crearon dirigidas a los que formaban parte de los comanditos hicieron posible las guarimbas planeadas a través del odio que manifestaban en cada comentario en contra del gobierno, basándose en el supuesto fraude. Esta acción produjo muchas víctimas, entre muertos y heridos; además, de causar grandes daños materiales al país.
Se puede afirmar que los influencers a raíz de la elección presidencial reciente, fracasaron y quedaron mal ante la persona que los contrató. No pueden considerarse como una herramienta útil para la política, aunque si demostraron que pueden ser influyentes para el odio, para la destrucción; es decir, creo que en nuestro país los influencers maricorineros pasaron con más penas que glorias.
Sin embargo, también es destacable el papel que han cumplido Lula y Petro cada vez que una institución oficial toma alguna decisión respecto a la elección presidencial. De inmediato salen y opinan, hacen comunicados, y actúan como si fueran parte de una estrategia cuyo objetivo es sacar a Maduro del poder. Por esas acciones, estos presidentes puede ser que se enmarquen dentro de algún tipo de influencers por la forma de manejarse en las redes o en los medios de comunicación en general.
Últimamente, se han dedicado a expresar opiniones acerca de la elección presidencial en Venezuela a tal punto de que se sospecha que se están convirtiendo en una especie de embajadores de los estados unidos, Pero, aun cuando se muestra cierta ambigüedad, como si quisieran estar con Dios y con el diablo, permanecen como los que quieren agradar a ambos bandos, tratando de influenciar. De hecho, "Influenciar" es la posibilidad de alterar la forma de pensar o de actuar de alguien. Y al respecto creo que Maduro no es influenciable, por lo que podría pensarse que tanto Petro como Lula están perdiendo su tiempo.
Hay que destacar que por solo ser presidentes de sus países son reconocidos a nivel mundial; y ahora, haciendo de influencers, calcule usted la magnitud del gran poder influyente que pudieran tener sobre las personas que motivan sus opiniones. En estos momentos están nutriendo las redes sociales y es seguro que se estén ganando las simpatías de quienes adversan a Maduro. Posiblemente, esto les acarree el aumento de seguidores y les aseguren una interacción constante con los estados unidos, que busca la manera de golpear a Maduro.
Según la clasificación de los influencers, Petro y Lula pueden ser considerados "Everyday influencer" Este tipo de influencer puede ser cualquier persona y goza de un alto nivel de influencia y credibilidad. Sin embargo, por lo que se ve, les va a resultar difícil influir en Maduro; es imposible que habiendo ganado la elección haga concesiones para que ambos presidentes ganen puntos con los estados unidos.