Pasadas las elecciones presidenciales del 28 j. 2024 en las que resultó electo el presidente Nicolás Maduro con 6.408.844 (51,95%) de los votos frente a los 5.326.104 (43,18%) del candidato fascista Edmundo González de acuerdo a los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y ratificados por decisión dada a conocer a nivel nacional el viernes 23 de agosto 2024 por Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en respuesta al Recurso Contencioso Administrativo solicitado por el presidente de la República Nicolás Maduro ante la Sala Electoral de ese máximo organismo judicial, conviene hacer un análisis de aspectos importantes a destacar relacionados preferentemente con las condiciones de deterioro y empobrecimiento de la clase trabajadora y en general del pueblo venezolano.
Ya ha quedado suficientemente demostrado que el fascismo e imperialismo liderado por los Estados Unidos, OTAN, Unión Europea, gobiernos lacayos y presidentes aliados de América Latina habían con anterioridad planificado junto con factores fascistas cuya máxima exponente es la fascista mantuana (consuetudinariamente amparada por la impunidad y debilidad institucional del Estado venezolano ante ella y todos los demás) lo que tenía previsto no era un plan electoral sino una estrategia conspirativa, aprovechando que el presidente Maduro “concedió adelantar” seis meses antes del vencimiento de su actual periodo las elecciones presidenciales del 28 de julio y en su lugar ejecutar ese día un golpe de Estado contra el Presidente pero esta vez de tipo cibernético-electrónico dirigido a sumergir al país en una situación de caos. Ante esta situación los factores fascistas y delincuenciales comprometidos pudieran ejecutar las acciones violentas y terroristas previstas a tal fin como si lograron cometer algunas de ellas el 29 y 30 de julio en distintas partes de Venezuela, aunque no pudieran llevar a cabo lo máximo del plan establecido que era derrumbar al gobierno. Este plan no se les dio debido a la respuesta inmediata y efectiva del presidente Maduro, unión cívico-militar del pueblo y poderes del Estado venezolano que en su conjunto impidieron que se cumplieran sus terroríficos objetivos. De manera que revelado y descubierto hasta ahora el plan global internacional del fascismo contra Venezuela y el gobierno del presidente Maduro no se requiere continuar profundizando en este sentido, cuestión que puede realizarse más adelante a medida que surjan nuevos elementos que amplíen la información sobre esta conspiración internacional cibernética y sobre la que escribí en artículos publicados en aporrea (14-08-2024/20-08-2024).
No obstante hay que decir que se ha puesto en evidencia una vez más como en esta ocasión la participación protagónica del pueblo en alianza cívico-militar fue clave y decisiva para salvar a Venezuela del fascismo; tal como ocurrió igualmente cuando estos mismos factores fascistas ejecutaron el golpe de Estado militar el 11 de abril de 2002; el paro petrolero de diciembre 2002, enero y febrero de 2003; y las guarimbas terroristas del 2004-2014-2017 (para solo mencionar estás acciones) que el pueblo en alianza cívico-militar salió en defensa del Presidente Chávez, del proceso revolucionario Bolivariano y República Bolivariana de Venezuela; todas estas conspiraciones fueron derrotadas producto de la eficaz activación de esta fuerza fundamental establecida por él en defensa y preservación de la Revolución Bolivariana.
Así que en esta ocasión la unión cívico-militar es una respuesta histórica que ratifica plenamente lo que proclamó públicamente el Presidente Chávez: solo el pueblo salva al pueblo. Pero no se trata sólo de la unión-cívico-militar sino que en esta coyuntura electoral de nuevo intento de derrumbar el fascismo al proceso Bolivariano y Presidente de la República hubo la respuesta de toda la institucionalidad constitucional establecida en Constitución Bolivariana de Venezuela (1999) y leyes de la República que respondieron afirmativamente en los términos, principios y normas vigentes que logró conjurar y derrotar esta conspiración internacional imperial-fascista contra Venezuela y pueblo venezolano; como lo hicieron conjuntamente el Poder Ejecutivo (Presidente de la República), el Poder Legislativo (Asamblea Nacional), el Poder Judicial (Tribunal Supremo de Justicia-Sala Electoral), el Poder Electoral (CNE), y el Poder Moral (Ministerio Público-Fiscalía General de la República-Defensoría del Pueblo).
Si no se hubiese producido esta situación donde el pueblo soberanamente y mayoritariamente votó por reelección del presidente Maduro y los poderes públicos nacionales institucionalmente con base a los principios y deberes constitucionales y legales establecidos que respondieron en defensa de esta máxima decisión electoral popular, hoy no sabríamos en qué situación y estado se encontraría la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo venezolano.
De ahí, que es fundamental recalcar esta trascendental e histórica unión y convergencia de los Poderes Públicos en defensa de la arremetida global del fascismo y el imperialismo contra Venezuela en elecciones del 28 de julio. Por eso con más fuerza aún vale resaltar la decisión del pueblo chavista que salió a votar por reelección del presidente Nicolás Maduro incluyendo a quienes (en número considerable) a pesar de sostener una postura crítica significativa y sólida frente a su política económica-social votaron de esta manera con todas las reservas del caso. Actitud que el Presidente logró captar a tiempo y dirigió hacia este sector una estrategia de asumir su crítica e incorporarlos al proceso electoral y atraerlos hacia su candidatura. Para este fin creó el Movimiento Futuro, plataforma dirigida con un equipo político que se movió en poco tiempo por todo el país teniendo como respaldo y atractivo la mayor credibilidad política, lealtad y sincero apoyo al proyecto del Presidente Hugo Chávez; firme convicción, formación política y capacidad profesional en el desempeño de sus funciones en el gobierno o el ámbito militar de la Reserva Activa.
Considero que la votación de este sector hacia presidente Maduro respondió más que cualquier otro interés lo que determinó su actitud fue el predominio del ser social revolucionario que Hugo Chávez como conciencia se esforzó en crear con su trayectoria militar, política, Presidencial y líder fundamental de la Revolución Bolivariana. Consciencia del ser social de Hugo Chávez que es imprescindible y sustancial sostener de manera activa y permanente para la defensa y construcción del proceso Bolivariano que creó y dotó al pueblo de los instrumentos políticos, constitucionales, institucionales y de formación en la defensa plena de sus derechos sociales, salariales, laborales, culturales y buen vivir que bajo ninguna circunstancia pueden ser abandonados, diluidos y desconocidos.
De ahí que frente al empobrecimiento y deterioro de las condiciones de vida, laborales y sociales de la clase trabajadora y pueblo venezolano, que además de la guerra imperial de EEUU y sus gobiernos lacayos e impulso del fascismo en Venezuela ha sido provocada tal situación, tiene también como causas un componente económico-social que no puede seguir siendo negado basado en que sectores fundamentales del gobierno, poderes públicos, PSUV y BCV en los últimos años han implementado una política neoliberal, burocrática, descalificatoria y punitiva contra han asumido y expresado públicamente una posición crítica de esta situación debidamente argumentada y respaldada con proposiciones concretas y viables de aplicar. A los legítimos reclamos de los aumentos salariales dignos a trabajadores/as se responde de manera simplista y pragmática: “no hay dinero para ello y primero hay que generar riqueza (…)”.
Por lo tanto, el pueblo ha de comprender y emprender que sólo mediante una lucha esta situación socio-económica a todas luces insostenible podrá ser superada puesto que la clase trabajadora, pensionados/as y jubilados/as es el sector de la población el más afectado en múltiples y diversos aspectos de su vida. Esto exige exponer con claridad esta lamentable situación social que debe ser enfrentada lo antes posible por dos razones fundamentales: una, no puede seguir siendo considerada de la manera pragmática e ideológica en que la perciben determinados sectores del gobierno, poderes públicos, PSUV y Banco Central de Venezuela (el más comprometido en esta orientación neoliberal); y la otra, puesto hay que entender que parte de la votación obtenida por el núcleo fascista fue captada aprovechando la circunstancia del acentuado y significativo descontento social y laboral que existe en el país producto del empobrecimiento y deterioro de las condiciones de vida del pueblo. Descontento social que es evidente y notorio pero que funcionarios del gobierno, de los poderes públicos, periodistas pertenecientes al llamado Sistema Comunicacional, militantes del PSUV y demás partidos oficiales y empresas encuestadoras invisibilizan ocultando esta grave problemática social y quien legítimamente lo hace es señalado de las peores cosas y con los peores calificativos; como por ejemplo lo ha hecho el flamante diputado (y otros más) Presidente de la Comisión de Finanzas de la que AN en diversas oportunidades y contra distintas personas (1).
Esta experiencia electoral del 28 j demuestra que políticamente fascismo, pobreza y crisis social no son factores independientes y ajenos a su existencia (aparte de la evidente impunidad y debilidad legal y penal con la que se ha enfrentado en Venezuela) cuestión que debe ser atendida con la urgencia del caso puesto que el presidente Maduro ha expuesto en estos días la perversa conjunción de estos factores que contribuyeron al ascenso del poder del fascismo en Italia con Benito Mussolini y en Alemania del nazismo con Adolfo Hitler.
Pero para que esta problemática de empobrecimiento y deterioro salarial y social sea abordada en su justa dimensión, alcance y debido tratamiento debe comprenderse que ella atenta contra la existencia de una economía auténticamente humanista y socialista por lo tanto enfrentarse debidamente. Es la clase trabajadora, son las personas jubiladas y pensionadas los más perjudicados por esta situación que es inconstitucional e ilegal puesto que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley Orgánica del Trabajo Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT) protege y ampara íntegramente a todo este amplio sector de la población venezolana. Sin la concreción de la felicidad, bienestar y seguridad social del pueblo no se puede considerar que Venezuela haya alcanzado plena independencia y soberanía económica y social.
Mientras no se aborde y confronte esta problemática social con la debida y pronta sinceridad y explicación que ella exige seguirá siendo una gran deuda y gran decepción para el pueblo cuyas consecuencias son imprevisibles; pero que Venezuela ya ha vivido experiencias históricas muy lamentables. En este orden de ideas podemos mencionar situaciones concretas y tangibles que deben ser tomadas en consideración que indican nivel y grado de dimensión y gravedad que ella ha alcanzado y tiene.
- Que la población trabajadora de la administración pública (activa, jubilada y pensionada) percibe salarios, pensiones y jubilaciones irrisorias y se pretende solventar esta situación a través de bonos que responde a la orientación neoliberal predominante; se desconocen (en secreto) sus derechos laborales y sociales (instructivo ONAPRE); se desconoce el régimen de prestaciones sociales o son pagadas miserablemente calculadas muy por debajo de lo establecido en la Ley Orgánica del Trabajo, Trabajadores y Trabajadoras (se ha calculado que un trabajador o trabajadora con base a los mecanismos oficiales utilizados con 20 años de servicio la cantidad a pagarle por ese concepto no supera los 20 dólares), son entre otros aspectos que se mencionan.
- ¿Se ha cuantificado cuántas Cajas de Ahorro de trabajadores/as con años de existencia y demostrada solvencia económica y financiera sostenida por el aporte conjunto de sus propios afiliados y organismos respectivos del Estado que en la actualidad prácticamente no existen, producto de la política del gobierno y BCV de negarse a transferir los recursos legales retenidos por nómina o por aporte institucional establecidos mediante convenios laborales que no son depositados a estas instituciones de ahorro? ¿Tiene gobierno dimensión de lo que esto ha significado para trabajadores/as?
- ¿A cuánto asciende el monto y cuántos son los años que el gobierno no deposita debidamente el fidecomiso correspondiente a las prestaciones sociales de trabajadores/as depositadas en la banca privada, provocando con este continuo retraso gran daño a sus legítimos beneficiarios? ¿Acaso el gobierno a través de sus órganos competentes no sabe que con esta situación irregular está favoreciendo a la banca privada por el volumen de recursos que en ella están depositados?
¿Por qué si toda esta situación económica y social del pueblo y clase trabajadora tiene graves consecuencias para el país y el proceso Bolivariano, no se implementa en acción conjunta protagónica real y efectiva del pueblo trabajador-gobierno para encontrar soluciones en el corto y mediano plazo, cómo puede ser entre otras reconocimiento de una deuda social tal como el Presidente Hugo Chávez reconoció y pagó en su totalidad con todo lo que gobiernos de la IV República desconoció, no pagó o no pudo cancelar siendo derechos sociales y laborales debidamente legalizados?
Estas y otras situaciones pueden ser mencionadas pero con estas basta para indicar la gravedad de la situación económica y social que sufre la clase trabajadora, personas jubiladas y pensionadas para señalar principalmente a gran parte de la población venezolana. Si esta situación la enmarcamos de acuerdo a lo establecido en Artículo 2 de la CRBV que expone: “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y Justicia (…)” podemos decir que la situación descripta se encuentra en un limbo jurídico, producto tanto de la guerra económica hibrida imperialista como debido a la orientación económica del gobierno en su política de ajuste estructural neoliberal.
Ya el presidente Maduro comenzó a promocionar y estimular a la población a un nuevo proceso electoral para 2025, con el rimbombante nombre de otra vez mega elecciones; elecciones que son convocadas más que a situaciones internas (en cuanto a fechas) responde a presiones internacionales producto de los “llamados diálogos” de los cuales el imperialismo y los factores extremistas de derecha y fascistas se han burlado y no han cumplido con los acuerdos a que han llegado entre las partes implicadas. Antes de proceder a preparar y enrumbar al país en un nuevo proceso electoral se debe atender y superar con la profundidad y urgencia del caso la grave situación de empobrecimiento y deterioro del pueblo que aquí se ha expuesto.
De nuevo las palabras de nuestro Libertador Simón Bolívar y convertida en acción gubernamental estratégica de primer orden por el Presidente Hugo Chávez han de ser camino pleno de concreción y no de retórica: “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma estabilidad política”.
Al fascismo interno y voraces capitalistas imperialistas hay que romper toda posibilidad de tener una base social empobrecida o descontenta que sirva de apoyo electoral o de otro tipo mediante la manipulación, el engaño y la alienación social ahora basada en la poderosa red mediática y electrónica de las redes sociales y empresas de multimillonarios propietarios que atentan contra la propia humanidad y están dispuestos a derrumbar todo sistema de gobierno que no responda a sus absolutos intereses de hegemonía comercial e industria de la electrónica, tal como de la manera más fría y sin escrúpulos ha dicho Elon Musk: “nosotros podemos derrumbar al gobierno que queramos”, y el diabólico y atolondrado presidente argentino Javier Milei dijo en una charla en la sede de la Unión Industrial Argentina (UIA) en Avenida 4 de mayo: “vinimos a achicar al Estado para agrandarles el bolsillo a ustedes”, cuando sinceró los objetivos de su modelo económico“ (Página 12 03/09/24); ambos siniestros personajes tuvieron una activa participación contra Venezuela en estas elecciones del 28 j. 2024.
(1)El presidente Nicolás Maduro tal vez se dio cuenta que entre estos personajes diputados y dirigentes sindicales supuestamente “socialistas y revolucionarios” que en lugar de favorecer su candidatura actuaban como alguien que habló “de los mata votos” y prefirió pasarlos a los lugares más invisibles del pueblo y del electorado venezolano, aunque sigan con su papel de tratar privilegiadamente con el sector empresarial de Fedecámaras y otros más que son recibidos en “alfombra roja” como dijo algún diputado del PSUV años atrás.