Como observador del proceso político, a la vez que hincha del
Presidente Chávez, procuro entender las acciones que emprende el líder
revolucionario para, a mi vez, colaborar en la tarea de difundirlas y
defenderlas.
No obstante, a veces debo recurrir a la comprensión de analistas más
sagaces o mejor informados. Un José Vicente Rangel, una Margarita López
Maya, un Luís Britto García, para nombrar solo un trío de los que leo con
mayor detenimiento.
Últimamente, sin embargo, me las he visto a vapores para digerir
cabalmente lo que ocurre en el área militar, donde las señales, que nunca
han sido demasiado inteligibles o diáfanas, lucen más confusas que de
costumbre.
De hecho, la sola circunstancia de que en la actualidad se ventilen
en público algunos temas militares es un paso de avance frente a las
tradiciones cuartorepublicanas, cuando dichos tópicos eran tabúes
inmencionables en los medios de comunicación. Mucho menos si se pretendía
analizarlos con sentido crítico o, ¡Dios no lo permitiera! con cierto
enfoque humorístico.
No deja de ser paradójico que algunos militares de carrera, ergo el
comandante William Izarra y el general Müller Rojas se convirtieran en
exégetas del socialismo del siglo XXI, predicando la nueva doctrina política
como si fuese el producto de algún instituto de altos estudios de la
defensa.
Naturalmente en Venezuela es mucho más frecuente que un militar
dicte cátedra sobre política a que ocurra lo contrario. Los civiles debemos
atenernos a los temas civilizados.
Así las cosas, nada de raro tenía que el Presidente Chávez
reincorporara a Müller Rojas al servicio activo en la FAN, para luego
nombrarlo ideólogo principal de PSUV.
La reacción generalizada, o sea, de los generales, no fue de total
agrado y, con la premura del caso, se le aceptó la solicitud de baja.
En cuanto a las definiciones estratégicas, desconozco si tendremos
una milicia popular o un pueblo militarizado o si ambos son la misma vaina.
Ignoro además si los pelotones y los batallones del PSUV serán comandados
por oficiales instalados en diversos niveles partidistas y administrativos.
Por ahora, pido permiso para retirarme.
augusther@cantv.net