Denúncialos: son inconfundibles

"No hay nada mas malo que la gente mala que el silencio de la gente buena" (Mahatma Gandhi)
Los que creemos y anhelamos la emancipación y la realización del ser humano, debemos también elevar nuestra voz de denuncia. Sin miedo a los burócratas gobernantes y falsos revolucionarios, que se escudan tras el machacón discurso de que “están construyendo masivamente las obras que el estado necesita”, o que “devolveremos las instituciones a lo que eran en el pasado”, manteniendo las manos escondidas hacia atrás, para ocultar la mancha de la corrupción que ningún jabón puede lavar. Es necesario encauzar toda nuestra fuerza moral en la búsqueda de construir una sociedad más humana y solidaria, donde exista pleno ejercicio del poder popular: que se ejerza sin macula, siempre en la búsqueda de alcanzar el desarrollo integral de los seres humanos, desde el punto de vista material, espiritual y moral; es decir, satisfaciendo las necesidades reales de la población pero también saldando las necesidades espirituales y morales para que sean cubiertas sus expectativas, y que la gente participe, que sea creadora, no dejando solo en manos de burócratas, oportunistas e innegablemente corruptos el manejo y la solución de los problemas.

Por ello es que el “poder popular” debe ser ejercido por verdaderos socialistas alejados completamente de las prácticas inmorales y corruptas que se explayaron sin vergüenza en los tiempos de la “cuarta república” y que en el presente de la V República se han aferrado con fuerza en los predios de las gobernaciones, alcaldías, consejos comunales, instituciones del estado y por supuesto en las instituciones educativas, en donde podemos verlos pasearse pedantes y arrogantes con sus arrugadas gorras rojas y hasta con “guayaberas” rojas en hipócrita imitación del líder fundamental de esta Revolución.

El socialista autentico es un ser humano integral, debido a que entre otras cosas es un ser plural, no es un ser individualista, no es un ser mezquino (como ciertos gobernadores), no es un ser que se encierra en una cápsula de cristal, es un ser que no se fragmenta socialmente sino que busca la felicidad y el bien de todos y no busca adueñarse del comando y dirección de los batallones del PSUV para así imponer su hegemonía individualista logrando con ello mantener su personalista concepción de lo que debe ser el socialismo venezolano, siempre en beneficio personal y el de su cohorte de aduladores.

La lucha debe ser perdurable por establecer la ética socialista, la verdadera Ética Revolucionaria Socialista Bolivariana. Al callar nos hacemos cómplices, por omisión y cobardía, de los más funestos de los elementos de que se sirve la oligarquía pro imperialista para siempre someter a sus designios ímprobos, la organización, aspiración y felicidad de los pueblos, “y no es otra cosa que la aceptación del corrupto como alguien exitoso, brillante y emprendedor”.

Es el momento de asumir, individual y colectivamente el gran reto de depurar las filas del chavismo. No nos podemos dejar engañar y manipular por decisiones de gobernadores, viceministros o infiltrados; en los puestos de dirección y comando deben estar verdaderos y auténticos socialistas comprometidos a carta cabal con el proceso, no contaminados por el síndrome fatal de la corrupción. La mayoría circunstancial representada por adecos en las diferentes instituciones no debe ser excusa para seguir entregando en sus manos el futuro de nuestra Revolución. Ya es hora que la lucha ideológica contra la corrupción, la burocratización y la ineficiencia pasen a ser una prioridad nacional de carácter absoluto.

enmanuel1@cantv.net


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Luis Daza


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