Hummer o socialismo antipopular

Una de las características definitorias del socialismo bolivariano es, como hemos dicho, su particular capacidad para colocar al ser humano por encima de la disertación política. El profundo avance en el diseño de un modelo participativo y de inclusión, antes que en la clarificación, por ejemplo, del dilema de la instrumentación del socialismo en un ámbito capitalista, es muestra fehaciente de ello.

En ese sentido, tomar en cuenta los factores que determinaron las distorsiones y las desviaciones de las experiencias socialistas del pasado, es importante. Pero no lo es menos, considerar también aquellos errores que, más allá de las razones de tipo estrictamente político o económico, generaron descontento entre las sociedades que perseguían redimir, como lo fue la entrega sistemática al capitalismo de valores altamente preciados por el común de la gente, tales como los conceptos de confort y placer.

El confort y el placer son valores definitivamente reprochables si están asociados a la obscena e innecesaria ostentación de los sectores oligarcas, usada generalmente para humillar a los menos favorecidos de la sociedad. Por eso la Hummer se ha convertido en Venezuela en un símbolo despreciable de supremacía y arrogancia, que trató de ser impuesto como tal de la manera más odiosa justamente cuando el país se enrumba hacia un modelo de sociedad justa e igualitaria. Es inaceptable que a un pueblo que trata de levantarse con enorme esfuerzo de su ancestral miseria, se le avasalle en la vía pública con un vehículo de más de trescientos millones de bolívares.

Pero lo que no parece lógico (ni prudente), es restringir su importación precisamente cuando esa camioneta va a ser puesta al alcance de las clases medias de la población (o sea; cuando deja de ser un vehículo de lujo para convertirse en popular), porque entonces lo que se produce es una aberración en la cual el socialismo queda como un sistema antidemocrático que serviría para favorecer a los sectores más adinerados (a quienes no se les restringió nunca la importación de esas camionetas cuando su precio era exorbitante) y que limita al menos pudiente, justo ahora cuando se debate el carácter liberador o totalitario del modelo que se propone.

aaranguibel@msn.com


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Alberto Aranguibel B.

Comunicador social e investigador. Conductor del programa Sin Tapujos, que se transmite por Venezolana de Televisión. Asesor Comunicacional y de Imagen en organismos y empresas públicas y privadas.

 albertoaranguibel@gmail.com      @SoyAranguibel

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