Analicemos un poco el fenómeno o efecto ‘amor’ que suscita Chávez desde el entorno del hombre, del político o desde su rol como presidente de la República… Porque este personaje salido de esas entrañas pueblerinas y venido a mas como político desde hace dos décadas, conjuga desde niño y desde sus provincianas andanzas como adolescente un mensaje de marcado sentimiento amoroso hacia sus congéneres.
… Una persona que no tenga amor para su prójimo es como un ciego… No debe haber manipulación al manifestar amor… Cuando el amor es sincero, se sentirá paz y alegría verdaderas… El amor y el servicio al prójimo son como los dos ojos para el ser humano o como las dos alas para un ave... Den amor; y como respuesta serán amados…
El ‘amor’, visto desde una óptica meramente fenoménica o terrenal y, por definición desde lo que se extrae de la Real Academia Española, connota lo siguiente: Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser / Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. / Relaciones amorosas. / Objeto de cariño especial para alguien, etc., etc.
Dicen las santidades de épocas remotas que fue por Amor que Dios creó el mundo. El amor es la energía fundamental del Universo y, por ende, la más poderosa de todas las energías. La carencia de Amor causa enfermedades en las personas y es lo que se encuentra en el origen de la mayoría, o quizás de todos los problemas.
La crianza, educación y formación de Hugo Chávez estuvo signada por la tutela de una amorosa matrona (abuela) que le supo inculcar desde el amor: el amor por la patria, por sus semejantes, por los animales y por todo lo viviente que tuviera que ver con la creación. En Chávez, por ende, ese legado de amor, tolerancia y abnegación hacia el prójimo difícilmente podrá ser olvidado o dejado de lado, por cuanto se dice que la verdadera personalidad de un niño queda totalmente definida durante los primeros 7 años de vida; y fue durante esos primeros años de su niñez que afloró en él el amor sublime, nutrido desde ese manantial de amor que le prodigó su maternal abuela.
Y es precisamente durante ese periodo que Hugo Chávez recibe de su abuela, ese caudal de conocimiento amoroso basado en la sabiduría ancestral de sus descendientes, que a la postre no sería mas que una educación hogareña, sencilla y humilde, marcada por enseñanzas cristianas y de estricto apego a la moralidad, a los principios familiares y a los nobles procederes. El hizo suyo aquella humilde instrucción dimanada de su abuela que se traduce en que “no hay moralidad más elevada que la verdad; no hay plegaria que dé más fruto que el servicio”; esa fue precisamente su divisa de amor que marcó su temple y carácter y su recio verbo ante las injusticias.
En Chávez –a pesar de la dureza que exhibe cuando las cosas no andan bien—siempre está presente una jocosa sonrisa de amor. Y sin restarle méritos académicos a su formación profesional ni menoscabar su ejemplar formación como hijo, como padre, como ciudadano adulto, o desde su rol de político, estadista o humanista, el amor en él es connatural a su personalidad y modo de ser, y como la semilla que tiene que ser nutrida por abono y agua el amor en Chávez fue macerado por medio del servicio dedicado a su pueblo.
El amor, por haberse imbuido en Chávez sin mente estrecha ni egoísta, tuvo como retribución del pueblo la confianza y la fe que le prodiga, aún a costa de su propio sacrificio… Por ende, este amor por el pueblo se ha traducido en una experiencia de amor recíproco y cada vez más profundo. O lo que es dable inferir: ‘Amor con amor se paga’.
Chávez, después de haber vivido las injurias, humillaciones, insultos, difamaciones y mentiras de sus detractores y enemigos políticos, y de haber franqueado los atentados e improperios y golpe de estado contra las instituciones democráticas del país, durante 8 años de su renovado mandato constitucional, tuvo él un comportamiento ejemplar sin que hubiera un ápice de odio, resentimiento, venganza o retaliación política. ¡Ello fortaleció aún mas su carácter!
¿Por qué tal comportamiento? Lo hubo porque sencillamente el amor suaviza hasta el más duro de los corazones, ya que sin amor, libre, pleno y sin egoísmo, ninguna práctica democrática puede tener éxito. Sin Amor, el hombre será ciego; el mundo será una oscura y temible jungla. El Amor es la luz que guía los pies del hombre en la selva. Y si no hay en los seres verdad, rectitud y ecuanimidad no se obtiene esa base desde la cual el Amor se torna sublime; de otra manera, se degrada y va transformando al hombre en un ogro o político sin corazón.
Los ojos no pueden ver cosas abstractas como el amor, la piedad, la misericordia, la virtud, la fe; todas ellas están más allá de su capacidad. Sin embargo, por las palabras y las acciones de alguien podemos inferir que una persona tiene amor en su corazón. ¿Acaso no es eso lo que personifica Hugo Chávez?
Como corolario y, en analogía con la misión revolucionaria emprendida por el Comandante Chávez desde hace 8 años en Venezuela y el mundo, es dable citar un extracto de la misión espiritual realizada por Jesús el Cristo en su época. “Jesús fue un Maestro nacido con un propósito: la misión de restablecer el Amor, la caridad y la compasión en el corazón del hombre. No tenía apego alguno a sí mismo ni le daba importancia alguna a la alegría o al pesar, a la pérdida o la ganancia. Su corazón respondía al llamado de la angustia, y recorría todo el país predicando la lección del Amor. Su vida fue como un brindis para la elevación de la humanidad.”
Gracias Chávez, gracias compatriota camarada, gracias por llevarle a nuestro pueblo la enseñanza institucional con amor, las reformas constitucionales con amor pedagógico, el mensaje orientador con amor, el servicio a tu pueblo con amor y tu manera y forma de vivir con amor; porque no hay nada más precioso que el Amor al alcance del amor humano.
¡Con amor, Hasta la Victoria Siempre!
joseagapo@cantv.net