Es muy frecuente eso de creerse que el socialismo es una invención fantástica y que se reduce a imaginar como tiene que ser el mundo y a trazar el plan de una sociedad nueva que vamos a construir pieza por pieza. No, no es eso, es en doctrina la mostración de lo que tiene que venir forzosamente, querámoslo o no, mejor dicho, lo que no queremos querer que venga, porque trabajamos por su advenimiento todos, incluso los que lo combaten. ¡Agitadores políticos! ¡Naturalmente! Somos y debemos ser agitadores políticos los que provoquen y dirijan las luchas entre el capital y el trabajo.
El socialismo no es reaccionario, el socialismo pide respeto y libertad para todos, libertad económica, y libertad política, porque, con la tiranía económica, la libertad política es una palabra vana. La emancipación de la clase trabajadora lleva consigo la emancipación del pensamiento de la cultura en general. El pueblo no quiere que piensen por él los que lo explotan, revelando que van adquiriendo conciencia de su dignidad humana, mientras parece que enerva y paraliza a la burguesía un horror a la verdad. La burguesía no va en busca de verdad, sino de armas para retener sus privilegios. La soberanía del pueblo es un sarcasmo mientras vive por la misericordia de los que todo lo han acaparado.
El socialismo significa, entre otras cosas, el hacer de la administración pública lo que es la de toda casa comercial, una función técnica, servida por técnicos pagados para tal servicio; eliminando la Corrupción y el Robo. El socialismo significa la conversión de la política en Administración y la Sustitución del gobierno Capitalista y ponerlo al servicio de la Comunidad. Socialmente es preferible, en todos respectos (incluso el del adelanto en cultura), que mejore la vida de la generalidad, que aumente el número de los Alimentados, Abrigados y Domiciliados Humanamente, aunque se tengan que privar otros de confituras, suntuosidades y estúpidos derroches; pero si esto es Socialmente mejor y más progresivo hasta Económicamente, no sucede así burguesamente. El socialismo cumple, por ello mismo, una función liberadora en este terreno, y que, por una parte, busca un aprovechamiento racional del poder tecnológico y, por otra, a una extensión de la Cultura desligándola de sus adherencias y su contenido clasista. El socialismo debe crear las condiciones para un auténtico desarrollo Científico. El socialista debe saber que el socialismo se está haciendo, que el régimen por el que lucha tiene que ver en interna evolución, y que es deber de todos preparar su advenimiento y superar los obstáculos que le retarden. Por debajo del socialismo hay siempre la evolución, la revolución no es más que el último acto del proceso evolutivo.
En un régimen social sano nadie puede desear la producción que hoy se llama individualista, por ser en contra de los intereses de los trabajadores. La mayoría de los opinadores de oficio no tienen la mayor noción de lo que es el socialismo, sólo lo conocen por oídas o por lo que dice Globoterror, y por artículos de periódicos: la libertad de cada individuo no debe tener más límite que la igual libertad de los demás, esto es, la igualdad en la libertad, igual libertad para todos. La política es parte de un organismo aplicada a un aspecto de la vida social. Sí, a todos nos debe importar de todo, y las luchas económicas son luchas políticas que a todos atañen. Y sólo haciendo políticas estas luchas es como se las hace regulares, organizadas, legales, civilizadas. El socialismo es y debe ser política. Su solución repercute sobre la vida social toda.
¡Camaradas! “La Marcha de hoy domingo fue Monumental”, quedó para la historia, los felicito. ¡Adelante Raza de Héroes! El momento llegó ya de arrojarse a la Victoria. Qué nuestros enemigos hundan en el polvo la cobarde frente. Ahora Sí, el 2 de diciembre votaremos Sí..., Sí... a la Reforma Constitucional. De construir un nuevo modelo de país y consolidar el socialismo en nuestra Patria: Que vuestro nombre y vuestra gloria. No tengan nada que pedirle a los que en las lides Independentistas estuvieron: En Boyacá, en Carabobo, en Pichincha, en Junín, en Ayacucho; donde Blandió Bolívar su Centelleante Espada; allá sobre los Andes, animarse los Miembros Giganteos; con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí. Y el valor exhalando que se encierra dentro del sarcófago de su tumba fría, en fiera y ronca voz pronuncia: ¡¡Victoria...!!!
“Y no sólo de pan vive el hombre, sino de pensamiento. Que no es el hambre, sino la idea del hambre, la que le hace las revoluciones”.