El proceso
político de la revolución emancipadora en Venezuela estuvo conducida
por los miembros del Cabildo caraqueño, detentadores del poder municipal,
y por los mantuanos provinciales, pequeños oligarcas, terratenientes,
“ilustres patricios” descendientes de los conquistadores o incorporados
con privilegio de vasallos. A ese sector político se suman los intelectuales,
que se han formado en la Real y Pontificia Universidad de Caracas. Miguel
José Sanz es pensador y pedagogo. Felipe Fermín Paúl es escritor.
Juan Germán Roscio es doctrinario. Miguel Peña, es conspirador. Francisco
Salias se gradúo de bachiller de filosofía. Francisco Espejo; Mariano
de la Cova y Francisco Rodríguez del Toro, son juristas. De los diputados
que integran el Congreso de 1811, muchos provienen directamente de los
claustros universitarios.
El 5 de julio
de 1811, el debate se centra en torno a la declaración de independencia.
El poder ejecutivo, la Sociedad Patriótica y el Congreso coincidían
en los deseos de la declaración; después de exponer declaraciones
de toda índole, se terminó por declarar el rompimiento con España
y la creación, del Estado venezolano. El juramento de fidelidad a Fernando
VII, hecho el 19 de abril de 1810, se consideraba anulado por el mismo
rey al entregar sus derechos a Napoleón en Bayona.
Dos documentos
resumen las ideas de los diputados, del Congreso venezolano, al crear
un nuevo Estado: 1) El Acta de Independencia, redactada por Juan Germán
Roscio y Francisco Isnardi; fue aprobada el 7 y presentada al ejecutivo
el 8; el 14 se publicó solemnemente y el 16 apareció en la Gaceta.
En esa acta se denomina al nuevo Estado con el nombre de Confederación
Americana de Venezuela, formada por las (Provincias Unidas de Caracas,
Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo). 2) Un manifiesto
al Mundo, publicado el 30 de julio, en el cual se detallan las razones
que condujeron a la independencia y los derechos de Venezuela a convertirse
en Estado soberano. Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra
solemne declaración, damos y empeñamos mutuamente unas provincias
a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor
nacional.) Firmaron veintitrés diputados por la provincia de Caracas;
cuatro por la de Cumaná; tres por Barcelona; siete por Barinas; uno
por Margarita; dos por Mérida y uno por Trujillo.
Hasta el 21
de diciembre no se sanciona la Constitución. El Congreso se había
trasladado de Caracas a Valencia, convertida en capital desde febrero.
Establece un sistema federal, desde el primer momento (marzo de 1811),
el poder ejecutivo estuvo formado por un triunvirato que integraron
don Cristóbal Mendoza, don Baltasar Padrón y Juan de Escalona. Se
turnarían semanalmente, primero don Cristóbal, que se convierte así
en el primer presidente de la primera república. Habrá un segundo
triunvirato. Ya está declarada la independencia. Ya la república tiene
Constitución. Ahora hay que pelear.
A esa generación
creadora de la Constitución y las Leyes, de la doctrina y de la palabra
independentista, va a sustituirla inmediatamente la generación de los
héroes, los guerreros, entre los cuales habrá algunos con cultura
intelectual, como Bolívar, el primero de todos, o Sucre, de sólida
formación; Piar, formado como guardiamarina por los ingleses, estudió
gramática castellana, francés y geografía; o Mariño que ha recibido
educación en Trinidad; habrá asimiladores de la cultura superior,
como el caso de Páez, que recorre la escala desde analfabeta y peón
de hacienda hasta escritor de sus Memorias; y Rafael Urdaneta, de cierto
temperamento literario; o Carlos Soublette. Pero estarán los otros,
rudos soldados improvisados en la batalla, que alcanzan los más altos
grados militares, que llevan el peso de la guerra en todos los combates,
vecinos de las pequeñas ciudades, que apenas sabían leer y malescribir,
Como Jacinto Lara, el duro Arismendi, Bermúdez, Monagas y el resto,
todos héroes de la patria nueva. Hombres muy jóvenes en 1811, envejecen
en la dura guerra que no cesa hasta 1823 en territorio venezolano, pero
que continúa luego hasta el Perú.
Cuando Bolívar
realiza su primera campaña verdadera, en 1813, y proclamado Libertador,
tiene veintinueve años; igual edad tendrá Sucre al llegar a Gran Mariscal
de Ayacucho; Páez pelea en Mantecal a los veintisiete años; Santiago
Mariño es libertador de oriente a los veinticinco años; Rafael Urdaneta
tiene veintisiete años cuando gana la presea de general de división;
en la Batalla de Boyacá, Carlos Soublette tiene veintinueve años,
y José Antonio Anzoátegui, con solo veintiséis años; O’ Leary
es jefe a los veintiuno. Se trataba de una república de muchachos,
de jóvenes dirigentes, que llaman cariñosamente el Viejo a Bolívar,
muerto con cara de anciano a los cuarenta y siete años.
La guerra comenzó
en el año de 1810, cuando el marqués del Toro, cuyo título había
sido comprado con cacao, fue a Coro al frente del primer ejército que
entra en acción. Fue derrotado por los realistas, y Coro permanece
fiel al rey en ese primer momento. También fracaso la expedición a
Valencia, donde se alzaron los pardos encabezados por José Félix Rivas,
(11 de julio de 1811). Fue entonces cuando se impuso Francisco de Miranda.
La primera
república (5 de julio de 1811 a 25 de julio 1812) tiene como escenario
las ciudades centrales, el núcleo de la antigua provincia de Venezuela,
entre Caracas, Valencia, Barinas, Barquisimeto y Trujillo. La provincia
de Maracaibo, permaneció realista, y su gobernador y capitán
general incluyó a Coro en la jurisdicción. Guayana y los llanos se
conservan fieles a los realistas. La guerra, dirigida por Miranda, se
lleva acabo contra insurgentes, como el indio Reyes Vargas. Un cuartel
general se instala en Maracay, teniendo a Puerto Cabello como defensa
principal, bajo el mando de Simón Bolívar.
El jefe español
fue Domingo de Monteverde, enviado desde Coro en auxilio de Reyes Vargas.
El 25 de julio de 1812, Miranda capitula en el sitio de San Mateo. Bolívar
había perdido a Puerto Cabello, donde se encontraban las armas de la
República. La reacción realista había encontrado un aliado especial,
el terremoto del Jueves Santo, 26 de marzo de ese mismo año, que asoló
a Caracas y otras ciudades a lo largo, donde se realizaba la campaña.
Miranda se fue a La Guaira, para embarcarse y continuar la guerra, pero
Bolívar, Miguel Peña y el comandante del Puerto Manuel María de las
Casas, lo hacen preso y lo entregan a Monteverde, considerando que la
capitulación no se justificaba. El precursor es enviado a Cádiz, donde
permaneció hasta su muerte en 1816.
El año de
1813. Se realizan dos campañas libertadoras, paralelas, sin comunicación
ni conocimiento entre sus dirigentes. Una en oriente, dirigida por Santiago
Mariño. El 11 de enero de 1813 se reúnen cuarenta y cinco dirigentes
en una hacienda, bajo los auspicios de su dueña señora Concepción
Mariño, en el islote de Chacachacare, entre Paria y Trinidad, y levantan
un acta que es la proclama de guerra, impulsados por un sentimiento
de profundo patriotismo, resolvemos expedicionar sobre Venezuela, con
el fin de salvar esa patria querida del imperialismo español y restituirle
la dignidad de nación que el tirano Monteverde le arrebató. Nombramos
jefe supremo con plenas facultades al coronel Santiago Mariño: Secretarios
Francisco Azcua, Manuel Piar, José Francisco Bermúdez y Manuel Valdez.
El grupo oriental
pasa a Güiria, a otra hacienda de doña Concepción. Forman un ejército
con esclavos y peones. Toman el puerto, toman Maturín, derrotan a Monteverde
(25 de mayo de 1813), se subleva Margarita (3 de junio); toma Mariño
a Cumaná (2 de agosto) y a Barcelona. Santiago Mariño se convierte,
sin título oficial, en libertador de oriente, como lo llamará
El Libertador Bolívar repetidas veces.
La guerra en
occidente está dirigida por Bolívar. Salió para Curazao el 27 de
agosto de 1812, y de allí pasó a Nueva Granada. En Cartagena se le
nombra comandante de Barrancas. El 15 de diciembre escribe el Manifiesto
de Cartagena, documento político para explicar las causas de la pérdida
de Venezuela, y primera reflexión sobre el destino de la independencia.
Dirige oficio al secretario del Congreso de la Nueva Granada, desde
el cuartel general del Puerto Nacional de Ocaña el 8 de enero de 1813,
indicándole como asumirá la campaña para libertar a Venezuela, y
primera reflexión sobre el destino de la independencia. “Tengo la
satisfacción de participar a Uds. Que habiendo sido encargado por el
Gobierno del estado de Cartagena, de pacificar los lugares que ocupaban
los enemigos en el sur de la provincia de Santa Marta, desde la villa
Tenerife hasta la ciudad de Ocaña, he logrado poner en libertad la
navegación del Magdalena, reconquistar toda la parte enemiga, derrotar
completamente sus tropas, tomarle cien prisioneros, muchos oficiales,
doscientos fusiles, la mayor parte de la artillería montada, cinco
buques de guerra, sus pertrechos y municiones de boca; y puesto en una
vergonzosa fuga las reliquias del Guamal, Banco, Chiriguaná y Tamalameque.
Bien pronto tomaré posesión de Ocaña. Todas estas operaciones se
han ejecutado en el término de quince días”.
El 1 de marzo
de 1813, como brigadier de los ejércitos de la Unión, título concedido
por el Congreso neogranadino, llegó Bolívar a San Antonio del Táchira.
Su ejército, unos 600 hombres. El 23 de mayo llega a Mérida, donde
lo proclaman Libertador. El 15 firma en Trujillo el decreto de Guerra
a Muerte, para separar los americanos de los españoles y afianzar el
sentimiento nacional. El 7 de agosto entra triunfante en Caracas. El
14 de octubre, la Municipalidad, a nombre del país, le da el título
oficial de Libertador. La segunda república, ganada por esa Campaña
Admirable de Bolívar y por la victoriosa guerra de Mariño, se inaugura.
Estará viva desde el 7 de agosto de 1813 hasta el 5 de diciembre de
1814.
Los combates
sobresalientes de esa Campaña Admirable fueron: Niquitao, cerca de
Trujillo, el 2 de julio, en que el coronel José Félix Rivas triunfa
sobre el coronel realista José Martí; Los Horcones, cerca de Barquisimeto,
el 22 de julio, cuando el mismo Rivas derrota al coronel Francisco Oberto;
Taguanes, entre San Carlos y Valencia, el 31 de julio, donde Bolívar
vence al coronel Julián Izquierdo.
El 3 de febrero
de 1814, José Tomás Boves (1782-1814), derrotó al republicano Vicente
Campo Elías en el sitio de La Puerta, cerca de los Morros de San Juan,
en los Llanos, estado Guárico. El vencedor marcha hacia los valles
de Aragua, mientras Bolívar, desde Caracas, se mueve hacia Valencia
para enfrentarlo. El 20 de febrero, Boves ataca a Bolívar en san Mateo.
El 28 hay una batalla, y el 24 de marzo la segunda. Muere Antonio Ricaurte,
oficial neogranadino. Mariño se moviliza desde Aragua de Barcelona,
en el oriente. Boves se retira del centro de la campaña para enfrentarlo.
Mariño lo derrota en Bocachica el 31 de marzo. Boves huye hacia Calabozo,
y Bolívar lo persigue. En Valencia, Rafael Urdaneta sostiene un sitio
puesto por el realista Ceballos, quien lo levantó al ver a Boves derrotado.
Mientras tanto Juan Manuel Cagigal llega a San Carlos y refuerza el
ejército de Ceballos. El 28 de mayo fue derrotado en Carabobo por Bolívar.
En esta primera parte de la guerra son derrotados Boves, Cagigal y Ceballos.
El 15 de junio
de 1814, Boves derrota a Bolívar y Mariño, en la Puerta, el mismo
sitio donde fue vencido en febrero. Los dos huyen a Caracas. Boves marcha
a Valencia, que toma el 10 de julio. Fusila al gobernador Francisco
Espejo. El 16 de ese mismo mes, Boves, al frente de sus llaneros, llega
a Caracas y se convierte en gobernante, con desprecio de la autoridad,
que tenía Cagigal en calidad de gobernador y capitán general. Bolívar
con su ejército destruido, encabeza una marcha hacia el oriente; huye
la población civil. Se denomina, en la historia nacional, emigración
a oriente. Boves destacó a Francisco Tomás Morales, para perseguir
a Bolívar. En Aragua de Barcelona (18 de agosto) queda liquidado el
resto del ejército republicano. Las fuerzas que José Félix Rivas
y José Francisco Bermúdez enfrentan a Boves en Urica, el 5 de diciembre
de ese año de 1814, son también derrotadas. Allí pelearon Rivas,
Bermúdez, Cedeño y Pedro Zaraza. Murió Boves, también murió Miguel
José Sanz y poco después, José Félix Rivas, en Tucupido, a manos
del zambo Borragas.
José Tomás
Boves, fue el hombre que por diversas circunstancias, se convierte en
el depositario y conductor de los ideales del pueblo. Boves fue el hombre
que, en un momento determinado, despertó las masas explotadas del país
y aceleró un proceso igualitario, Boves es la figura central de la
guerra entre 1813 y todo el año de 1814. Caudillo de los llaneros,
fundamenta la guerra en su prestigio personal, en las múltiples relaciones
como compadre; pero también en el valor personal, en el conocimiento
directo del pueblo y en la coyuntura socioeconómica del Llano donde
actúa. Fenómeno estudiado, desde aquella época hasta nuestros días.
Resultado de la realidad socioeconómica, producto del resentimiento
de clases, abanderado del pueblo reivindicador, Boves destruye la segunda
república, derrota a Bolívar y a Mariño, pero no termina la guerra.
La derrota
y pérdida de la segunda república imponen a Bolívar un aprendizaje,
una reflexión, un nuevo estilo, como puede observarse en las tácticas
que utilizará a partir 1817 en cuanto a la conducción de la guerra,
en las formulas políticas que pone en práctica después de la derrota
y en las ideas desarrolladas en los documentos públicos desde la Carta
de Jamaica del 6 de septiembre de 1815.
En septiembre
de 1814 viajó, desde Carúpano, a Cartagena. Se dirige al Congreso
de la Nueva Granada para explicar los acontecimientos venezolanos. Este
Congreso le nombra mariscal de campo. Marcha a Pamplona y Tunja, donde
se halla reunido aquel Cuerpo, presidido por Camilo Torres; aprueba
el Congreso su conducta y le hace general de división, a la vez que
le encarga la sujeción del estado de Cundinamarca, rebelado contra
la Unión. Bolívar, el 12 de diciembre de 1814 somete a Santa Fe. Esta
victoria le vale el nombramiento de capitán general de la Confederación
de Nueva Granada y la misión de libertar a Santa Marta de los españoles.
En Cartagena, el gobernador Manuel del Castillo, su antiguo rival de
1813, le hace oposición y le niega los auxilios que podía darle. El
8 de mayo de 1815, Bolívar renuncia a su posición en el ejército
neogranadino para evitar encuentros internos, y se embarca al día siguiente
rumbo a Jamaica. Llega a Kingston el día 14. Durante el destierro en
Jamaica (desde el 14 de mayo al 18 de diciembre de 1815) Bolívar se
dedicó a promover opinión pública, a crear ambiente a la causa independentista,
con especial énfasis en atraer la colaboración inglesa.
El 25 de diciembre
de 1815 llegó a Haití. Al amparo de Pétion, prepara la expedición
a Los Cayos, con 240 hombres, embarcados en siete goletas, vuelve Bolívar
a la escena; con oficiales como José Antonio Anzoátegui, Justo Briceño,
Pedro León Torres, Carlos Soublette. El 31 de marzo de 1816 sale la
expedición rumbo a Margarita. Desembarca en Juan Griego el día 3 de
mayo. El 1 de junio se toma a Carúpano. Empieza la campaña que no
termina hasta la victoria, el 24 de junio de 1821, en la batalla de
Carabobo.
Salud Camaradas.
Hasta la Victoria Siempre.
Patria. Socialismo o Muerte.
¡Venceremos!