Las recientes autopostulaciones para iniciar el proceso interno de selección de candidatos a la Asamblea Nacional en el Partido Socialista Unido De Venezuela, indican que existe un propósito bien definido dentro del partido de la revolución para fortalecer las bases y debilitar los fríos túneles por donde se pasean los fantasmas del complot contra la participación popular. El mal de este proceso transformador está en sus propias entrañas, aquí se han erigido especies de dioses encumbrados en el olimpo de sus propias ambiciones. Estos dioses se posicionaron tanto que se olvidaron que estaban en la V República pero con discursos revolucionarios. Le están haciendo un gran daño a la estratégica idea de conducir por el Socialismo el destino de la Nación. A muchos, esto les desagrada, les causa incomodidad y hasta sostienen calladamente que no creen en esa posibilidad, pues para ellos el pueblo nunca entiende. No hablo de la oposición que se sabe quiere tumbar a Chávez, no, hablo de los quinta columna que están agazapados esperando una hecatombe, un sacudón que venga desde las siete bases militares instaladas en Colombia acompañados de la flota que anda husmeando por el Caribe. Se siente escalofrío, pero es así.
La idea de abrir el compás a las mayorías del PSUV, fue producto del descontento existente entre las filas militantes revolucionarias, fue una necesidad histórica y urgente evitando lo peor. Estas elecciones internas tienen varios significados, que hay que comentar, no sin antes decir que el muro de contención colocado en esta dinámica electoral que desembocará en el 26 de septiembre de 2010, aún puede ser sobrepasado por los fuertes oleajes de las esperanzas de un verdadero ambiente democrático en esta organización. ¿Hay ventajismo? Por supuesto, porque se postularon candidatos apadrinados por los que tienen poder, también aquellos que se inscribieron para luego decir que declinan a favor de, otros que renunciaron a sus cargos y aspiran continuar sin abrir el camino a más nadie. Estos forman arte en su mayoría de grupos de poder, que no son tendencias políticas, se definen solo por su capacidad de acceder a cargos que les permita sobrevivir como referencias en la militancia, para permanecer usufructuando los privilegios obtenidos, estos hace tiempo se dedican es a asegurar militancia para su beneficio propio.
¿Es trascendente el proceso interno electoral del PSUV? Por supuesto, es indudable que es un gran salto a la profundización de la democratización. La uninominalidad es el verdadero método que puede demostrar si somos capaces de medirnos en las elecciones sin el portaviones que alimenta la tendencia electoral. Al contrario del voto lista donde el que esté de primero tiene más oportunidad de lograr alcanzar la meta y con ello se lo permite a otros. Ese voto lista tiene y debe desaparecer por que es antidemocrático, ventajista y poco objetivo, aunque expliquen el derecho de las minorías, las alianzas u organismos no gubernamentales. Los que tengan liderazgo lo demuestran colocando sus nombres y apellidos al veredicto popular. Hay que sacudir al PSUV, conformar verdaderas tendencias con propuestas de vanguardia, cortarles el paso a las mafias enquistadas en el partido, llamar a defender el poder popular .
Mi llamado es que salgamos a votar el próximo mes de mayo, la abstención permite que los candidatos con más recursos tengan mas oportunidad de triunfar. Se debe demostrar que en el PSUV, se gesta un cambio de paradigma consustanciado con los planteamientos del socialismo, la igualdad y la revolución. Estoy seguro que el Presidente Chávez quiere asegurar la movilización y participación del pueblo para elegir a los futuros parlamentarios de la Asamblea Nacional.
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