01-07-19.-El expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, renunció como mediador en la crisis política venezolana en medio del presidente, Nicolás Maduro y el líder opositor, Juan Guaidó, tras tres años encabezando la mesa de dialogo, iniciada en República Dominicana y disuelta sin un acuerdo entre las partes en febrero del año pasado.
Para ese momento, Rodríguez Zapatero propuso un Acuerdo de Convivencia Democrático por Venezuela, donde sugería una comisión de la verdad para reparar a las víctimas de abusos hechos por el Gobierno durante protestas.
Aunque el gobierno de Maduro firmó el acuerdo y trató de imponer su aplicación, la entonces coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática expresó que no había garantías para la realización de elecciones en un mes, con la actual directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE). No obstante, el expresidente español mantuvo esperanzas hasta la llegada de Guaidó a la presidencia interina.
Rodríguez Zapatero ha mantenido sus constantes viajes a Venezuela y República Dominicana, siendo su última visita al país en marzo, cuando estuvo solo por una noche. “Cada vez que Zapatero viene a este país pasan cosas terribles. Para nosotros, él no es ni mediador ni interlocutor. Yo no entiendo a qué vino, quizá se le olvidó un cargador en el Meliá”, expresó en su momento el diputado Miguel Pizarro.
Según fuentes cercanas al diplomático, también estuvo la semana pasada en Santo Domingo.
“Hasta cierto punto, puedo entender el fracaso de Zapatero, resulta muy difícil trabajar con la oposición venezolana porque está desunida, cada cual va a sus intereses y, además, muchos de ellos han sido financiados por el propio Gobierno de Maduro“, declaró a El Confidencial un ex alto mando del oficialismo que hoy lleva su propia mediación entre Estados Unidos (EEUU) y Caracas.
Asimismo, afirma que las negociaciones en Oslo son "una pantomima", puesto que el Gobierno está dividido en facciones que desconfían entre ellos y grupos el encabezado por Cilia Flores consideran las reuniones como “una traición contra su marido”, además de otros que sostienen conversaciones con EEUU para acordar una transición sin sangre.
El español ha tornado la vista hacia los conflictos internos de su propio país, ofreciéndose para mediar en la crisis entre el gobierno de su copartidario Pedro Sánchez y el movimiento independentista de Cataluña y ha mantenido conversaciones con el líder del partido secesionista Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, quien es acusado por el Tribunal Supremo español.
Tras estás reuniones hizo polémica por sugerir que se estudie indultar a todos detenidos por el denominado Procés, para “recuperar la necesaria, deseable y saludable convivencia“.