El inútil dialogo con el drácula santanderiano

En verdad es como llover sobre mojado porque nuestra opinión no cambiará el curso de los hechos pero al menos dejamos sentada nuestra opinión por dignidad patriota. En varios programas de Radio Nacional se escucharon voces pidiéndole al presidente que cancele su viaje a Colombia por temor a un atentado. 

Claro que es probable pero  Chávez tiene un buen cordón de seguridad y tiene protección sobrenatural (o Divina, como dirían los religiosos). Muy bien. No le pasará nada y volverá sano y salvo a casa. 

¿Y de ahí qué? ¿Qué se habrá logrado en beneficio de ambos países “hermanos”? Nada. Todo seguirá de mal en peor. Las bases militares gringas  continuarán asentadas apuntándonos, los paracos y narcotraficantes seguirán invadiéndonos y el contrabando de gasolina que enriquece a civiles y militares retornará a su status “normal”. Los comerciantes colombianos tendrán nuevamente sus tajadas en el intercambio favorable a ellos, que es lo que más les preocupa en verdad, y la vida continúa esperando el milagro de la unión entre dos países que cada año se dividen y separan más. 

Si hacemos una encuesta en el pueblo chavista y los que apoyamos al presidente, veríamos que más del 90% no apoya ese romanticismo ingenuo e inútil del  presidente Chávez hacia la Colombia  con su narco estado. La Gran Colombia pasó al mundo etéreo, la supuesta hermandad con ese país es una triste quimera y la cruda realidad es que tenemos por vecino a un gobierno plagado de bandidos junto a su oligarquía rastrera  y lacaya que se arrodilla al imperio yanqui. El asesino Santos es enemigo de Venezuela y él es dirigido por su oligarquía y el gobierno gringo y eso, señor presidente, no cambiará en lo absoluto. Ya vio lo que le hizo a Ecuador, ese es su estilo y públicamente dijo que no se arrepentía de eso. Ese tren en marcha contra nosotros no va a parar y usted debe reflexionar seriamente, escuche a su pueblo. "La inocencia no mata al pueblo pero tampoco lo salva". Alí.

 Nuestro presidente se apresuró, se dejó llevar por las emociones y no supo colocar el freno de la razón. Si rompimos relaciones con ese país, ¿por qué vamos a él y no él a nosotros que somos los agredidos? Estamos muy decepcionados con esa blandengue decisión.

 Señor presidente: Con todo respeto, dediquémonos a lo nuestro y dejemos a los colombianos con sus problemas, ya el tiempo dirá que rumbo tomar en las relaciones con ellos y ya deje de ser tan ingenuo e idealista. Colombia es un vecino enemigo porque los medios de allá tienen embrutecidos a su gente y no se permite la libertad de expresión, es un gobierno forajido y belicoso, mantengámonos alerta pero por favor deje que ellos resuelvan sus conflictos, no nos involucre. No quiero ser hermano de Caín, como lo escribí hace poco en ésta página y los hechos nos dan la razón.

efraingran@gmail.com



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Efrain Jose Granadillo


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