Walid Makled: Una extradición políticamente costosa para el Presidente Chávez

La  experiencia nos indica que por encima de leyes, decretos, códigos, reglamentos y costumbres, se impone la voluntad política, de quien dice asumir dicha responsabilidad, en nombre de un Estado, cuando esa acción está presidida y respaldada por intereses inalienables de conglomerados y que no hacer uso de esa prebenda, pondría en riesgo la integridad y bienestar de esos pueblos. Hasta aquí podría considerarse valedera cualquier determinación de quien diga que asume la responsabilidad porque su pueblo que lo eligió, acepta ese tipo de determinaciones políticas  no como una regla general y cotidiana, porque eso se llama autoritarismo, sino como casos excepcionales, guerras , epidemias o catástrofes naturales. 

Los casos de “extradición” (entrega) del ciudadano revolucionario  Pérez Becerra y la del compañero Enrique Torres, más conocido como Julián Conrado, según informes del propio Presidente Santos, dicha entrega ya estaba decidida, son casos típicos de una verdadera voluntad política, por lo que se conoce públicamente por las declaraciones del Presidente Chávez, él “obedece las leyes y los convenios establecidos con Santos” para la continuación de dichas entregas que las seguirá haciendo, todo eso en bien de las “excelentes relaciones Chávez-Santos”, por ahora. 

Los hechos lo dicen así, después de las declaraciones, ampliamente difundidas por todos los medios de la derecha internacional, que hizo el acusado por Venezuela de narcotraficante, homicida, estafador etc. Walid Maklded alias “el turco”, donde prendió su ventilador y acuso de complicidad de todas sus fechorías sobre narcotráfico, a sectores oficiales del gobierno venezolano  con pelos y señales, especialmente endilgando a militares comprometidos con tan fértil negocio. Los afanes se intensificaron para pedir su extradición y venga a Venezuela a responder por una serie de delitos cometidos. 

EEUU hizo lo mismo intensificó su pedido de extradición a su subordinado Santos, para tener una amplia información de primera mano sobre el narcotráfico y así poder sembrar más acusaciones en contra de Chávez, arreglos entre iguales Santos-Obama, se aprueba el compromiso que Colombia entregue al “turco” después del “debido proceso” ante los tribunales de justicia colombianos y previa una confesión “voluntaria” y amañada del acusado ante los servicios de inteligencia de los EEUU., para que desembuche todo lo que les interesa a los gringos, el cómo endilgar   a Chávez sobre la temática del narcotráfico. 

Aparentemente el aparato gubernamental colombiano acusado una y mil veces de violador de los derechos humanos, de desapariciones forzadas, asesinatos en masa, donde hay varias fosas comunes de asesinados anónimos hasta ahora, con una aparato judicial al servicio del poder, con toda esta tramoya leguleyesca, pretenden mostrarse al mundo como un estado apegado a las leyes, inclusive antes de dar demasiadas vueltas para entregar a Maklded, se dan el lujo de exigir a Venezuela  “que garantice un debido proceso, dando garantías de respeto a la integridad física del extraditado”, ¿Qué tal? 

Por lo que vemos dentro del “trato” o convenio Santos-Chávez y bajo la mirada atenta de los EEUU, está implícitamente la entrega de toda persona que “solicite” Colombia es decir Santos, sea con sello rojo de la INTERPOL (otro organismo al servicio del imperialismo) o simplemente señalado o pedido por Colombia (Santos), y así se ha venido haciendo por parte de Venezuela y ante las numerosas protestas de ciudadanos y organizaciones de todo el mundo que en este arreglo binacional, ven una reedición moderna, “apegado a las leyes” del nefasto  Plan Cóndor de la época de las dictaduras fascistas en el continente, esta vez a nombre de las (razones de Estado). Lamentablemente parece que este convenio continuará. 

En todo esto hay un plan siniestro de los EE.UU. y su agente Santos, desgastar paulatinamente al presidente Chávez antes sus parciales, dando la sensación de que el Presidente Chávez, se olvidó  de que en Colombia hay un conflicto bélico añejo y que quiere dar vuelta a la página de que las FARC, no son un grupo terrorista, sino una organización armada beligerante y que entregar a solicitados con el membrete de narco-terroristas, a ciudadanos que son perseguidos por el régimen colombiano por su  derecho de pensar diferente, es una cuestión simplemente “legal”. 

Sólo el tiempo y los acontecimientos dirán si todas estas actitudes que el Presidente Chávez se está responsabilizando, y que sin duda alguna están teniendo un costo político bastante alto, tengan un freno ya que estos desatinos no tienen ningún  justificativo. Las extradiciones son partes de todas las leyes del mundo, siempre y cuando guarden el debido proceso y sobre todo que esté implícita ante todo, la solidaridad política entre compañeros que defendemos la misma causa contra del enemigo principal, dejando bien diáfano que una cosa es ser un delincuente común y otra cosa es ser un perseguido por razones políticas, y la voluntad política de los responsables debe primar defendiendo primero a sus compañeros como lo hacen los EEUU con Posada Carriles y sus terroristas confesos, Santos con Carmona y los otros golpistas que gozan de plenas garantías del gobierno Colombiano. 

Al compañero Presidente Chávez, cada vez lo escucho decir que “lo que es bueno para el pavo es bueno para la pava”, ¿Santos dio garantías que se le respetará el debido proceso y la integridad de sus vidas a los compañeros acusados de supuestos delitos políticos? sí fue así por lo menos en eso habría algo de  equidad. 

Para no referirnos a otros casos denunciados de “entrega” de perseguidos políticos, tildados de terroristas por nada más y nada menos que un Presidente que ha sido y es parte de un Estado terrorista como es la actual Colombia y esto no es ningún secreto, sino una completa verdad, el caso del compañero Becerra ciudadano colombiano con ciudadanía Sueca  y que ingresó a Venezuela con documentos legales, pese a cualquier situación y al habérsele dado el debido proceso y presentarlo como hizo Santos con “el  turco”, ante el tribunal de justicia venezolano, no habría tenido como destino las mazamorras colombianas, sino una simple expulsión al país de su residencia legal, su expulsión y entrega fue una medida de voluntad política, sumamente apresurada, pero concebida con antelación. 

No conozco la situación migratoria del compañero Julián Conrado y las circunstancias de su detención, pero sí es seguro que no estaba con armas en la mano ni en posición de combate, quizás estaba ilegal como perseguido político y en ese caso cualquier tribunal, lo podría juzgar como una entrada ilegal al territorio venezolano y la pena sobre eso, no es entregarlo a quienes quieren su muerte. 

Ojala que el juzgamiento en Venezuela del preso común Maklded, sea el comienzo de desmontar cualquier supuesta red de narcotráfico en las fuerzas armadas o en cualquier otra dependencia del estado venezolano, conforme lo denunció este personaje cuando estaba protegido en Colombia o también es parte de una nueva conjura en contra del Presidente Chávez  y como mayores de edad, no podemos caer en esa trampa. 

Con todo esto el Presidente Santos y sus mentores del norte, están sacando buen provecho de este acuerdo y el presidente Chávez  está acumulando descontentos en sectores, que siempre apoyan a la revolución venezolana. Es de desear que este tipo de intercambios de truhanes y mafiosos por revolucionarios que luchan por sus ideas expresándolas desde donde se encuentren paren del todo. 

Santos está  consiguiendo involucrar a Venezuela como su aliado en un conflicto que es propio de los colombianos, los hombres armados que defienden sus ideas, están en la selva colombiana y afuera y  en otras partes del mundo, estamos quienes con todo derecho, apoyamos todos los procesos que se dan los pueblos en cualquier parte del mundo que luchan por su liberación. 

No hay nada por encima de la solidaridad revolucionaria entre hermanos que luchamos por la misma causa en  contra del sistema capitalista y en contra de su gendarme los EE.UU., que no le faltan las ganas de hacer con Venezuela y algunos países de nuestra América, lo que viene haciendo en Irak, Afganistán, Gaza y Libia, ellos no necesitan ni siquiera las legalidades del sistema burgués, agreden a quien les da la gana y eso se llama voluntad política fascista de los agresores, y para ese momento tenemos que estar unidas todas las fuerzas revolucionarias, el imperio no olvida ni perdona aunque le den gestos de buena voluntad, o sino pregúntenle a Gadafi. 

josejustinianol@hotmail.com

(*) Ex Dirigente Nacional de la Central Obrera Boliviana (COB)



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