Ernesto Guevara fue militante guerrillero hasta su último aliento, Internacionalista. Al igual que Julián Conrado, Joaquín Pérez Becerra, Nilson Terán y todos los deportados por el gobierno Venezolano a su par el gobierno asesino y fascista de Colombia. Por ello, hoy más que nunca estamos llamados a izar las banderas del Internacionalismo. Proclamemos la unidad de los pueblos, bajo el auspicio de la ética revolucionaria: fraterna, cooperativa, solidaria y Proletaria. Sólo así podremos enfrentar con éxito al imperio más ruin que haya conocido la humanidad en su devenir histórico: el imperialismo yanqui. A ello ofrendo su vida nuestro Guerrillero Heroico. Porque para él, al igual que para el maestro Martí, Patria es humanidad. Allá los gobiernos y sus alianzas diplomáticas convencionales!
No comprendemos porque en la moderna “izquierda” prevalece la conseja según la cual la lucha guerrillera es cosa del pasado. “Olvida” o ignora esta moderna “izquierda” que para un revolucionario todos los métodos de lucha son validos. Por ello aviva toda expresión de reformismo y marca distancia con la revolución Proletaria y sus métodos revolucionarios. Para esa “izquierda” “la Violencia es el arma de los que no razonan”; algunos militontos de esa “izquierda” hasta se atreven a decir que el imperio no aguanta una dosis de paz: combatir al imperio por intermedio de la paz. ¡Vaya cretinismo!
Sépanlo, señores reformistas, todos los métodos de lucha son válidos para acometer la toma del poder revolucionario y emprender la transformación Socialista de la sociedad. En su legítimo derecho de defenderse de la agresión imperial; en su legítimo derecho de resistir y luchar hasta vencer, cada pueblo se da propio método de lucha. Sepan ustedes, señores reformistas, que las clases reaccionarias, tal como lo advirtió nuestro maestro Marx, defienden con uñas y dientes sus espurios intereses; sería iluso pensar que estas clases pudieran soltar el poder sin defenderlo; los pueblos deben arrebatárselo.
Cuando ignoramos que la Violencia cumple doble papel en la vida y en la historia, nos convertimos en presa fácil del reformismo. Un verdadero revolucionario debe advertir la profunda diferencia que existe entre la “Violencia opresora”, ejercida por el imperio y sus lacayos para sojuzgar a los pueblos, y la “Violencia liberadora”, ejercida por esos mismos pueblos para liberarse de la bestia imperial. Sépanlo de una buena vez señores reformistas, agentes de la burguesía en el seno del pueblo: la Violencia es el único recurso con que cuenta los pueblos para liberarse de la barbarie imperialista; es el único recurso que le han dejado para desterrar de una vez y para siempre a la “flamante” plutocracia burguesa, vestida con “excelsos” y frívolos trajes de Democracia.
Es deber nuestro salirle al paso a la “moderna” tendencia “revolucionaria”; a la “moderna izquierda” portadora de la tesis de la pretendida revolución pacífica, porque la misma contribuye a embotar la conciencia revolucionaria de las masas populares a las que estamos llamados alentar y alistar para el combate inevitable contra las fuerzas reaccionarias, expresadas en el imperio y en la burguesía nacional y sus lacayos de todo cuño…
No existen revoluciones pacificas; toda revolución constituye expresión concentrada de violencia, “abierta o solapada”. Sépase, la “violencia liberadora” es a la revolución lo que la pacificidad al reformismo...
Hoy,
en el 83 aniversario del nacimiento de este coloso de la vida y de la
historia; símbolo de ética revolucionaria: Guerrillero, reivindicamos
sin ambages su obra libertaria.
Honor y Gloria para Ernesto “Che” Guevara: Nuestro Sempiterno Guerrillero Heroico!
(*) Prof.
juanmanuelsivira@hotmail.com