A Venezuela no la cambio

¡Rusia: lo bueno, lo malo, y lo feo!

Al terminar mi periplo por este país euro-asiático, sería innoble de mi parte no hacer un comentario de la vivencia experimentada en los días que me acogió la tierra de Timoshenko, Szhukov, Stalin, Lenin, Putin, y de las Matrioshkas.

Lo Bueno: Maravillosa su cultura milenaria, con museos de todos los tipos, arte, pinturas, esculturas, automóviles, instrumentos musicales, origen del hombre y el nativo de esta nación, en fin toda una escuela para aprender y seguir cultivándose en lo personal.

Observamos una arquitectura antigua con grandes y vistosas catedrales, son escasas las construcciones modernas. Los colores pasteles que magnifican  y exaltan estas iglesias medievales hacen trasladarse a la época de los zares y viajar por la máquina del tiempo conociendo a Caterina La Grande, Pedro El Grande, Iván El Terrible, a quienes conocíamos por referencias literarias que habíamos leído, pero estar pisando lugares que ellos habitaron y ver los óleos que representan sus figuras es algo inenarrable.

El sistema vial es óptimo con un servicio de metro que cubre casi todo Moscú, infinitas líneas y estaciones con una frecuencia de tres minutos de demora, autopistas por todo Moscú de seis pistas sin un solo hueco.

Parques y museos con todas las comodidades para el disfrute familiar, como también un zoológico enclavado en pleno corazón de Moscú  que se termina de conocer en un día completo.

Hombres y mujeres cargados de objetos de oro, como collares, anillos, celulares de todo tipo, computadores portátiles, usándolos en el metro y lugares públicos sin el temor de ser robados.

Las féminas moscovitas son unas obras de arte en su mayoría con un perfil como la mitológica diosa griega, con unos ojos azules que se confunden con el azul cielo y unas piernas torneadas que se dejan ver por diminutos shorts y minifaldas que usan aprovechando este verano ardiente del mes de julio.

Lo Malo: La penetración del capitalismo, todo se paga, nada es gratis, solo los estudiantes son exonerados en el pago de museos y otros lugares públicos. Conocer el Kremlin, cuesta alrededor de US$50, si se desea tomar fotografías en los museos también se paga aparte de la entrada,  la salsa de tomate para agregarle a una hamburguesa,  se tiene que pagar, al igual que se deben pagar las bolsas del supermercado para llevar las compras realizadas.

Todas las transnacionales están metidas hasta los tuétanos en la economía Rusa, en la venta de carros, ropa, comida, y todo lo imaginable para el hogar.

Hay un consumismo feroz en la población, y pude observar que la juventud está siendo arropada por la cultura gringa.

También el excesivo consumo de alcohol sin distingo de sexo, y en cualquier lugar de Moscú, además que son fumadores empedernidos.

Lo Feo: El deshumanismo y la poca solidaridad que hay con el prójimo, en el metro por ejemplo, los hombres sentados no le ceden el asiento a las damas de la edad que sean, fueron escasas las oportunidades que observé lo contrario.  

A pesar de esta opinión subjetiva recomiendo quién pueda tener la oportunidad de conocer Rusia, háganlo es una experiencia inolvidable. Pero estimados lectores de Aporrea NO CAMBIO VENEZUELA, EL BRONCEADO Y EL CAMINAR DE LA VENEZOLANA, LAS AREPAS, EL MERCAL, LA UBV, LOS CDI, EL SOCIALISMO, ETC, ETC., son irremplazables.

elchilenodearagua@yahoo.com



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Miguel Ángel Maregatti


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