Las cacerías no deben ser solo para uso de los eternos asesinos. Criminales compulsivos que hacen de la muerte y el dolor, un negocio lucrativo. Insisto con la ley del talión: diente por diente, ojo por ojo, terror por terror, etc.
Quienes tienen el poder y se han auto asignado la potestad de decidir, donde, cuando, contra quien, en que circunstancias se ha de hacer una guerra. Están plenamente identificados, son conocidas sus residencias, sus sitios de vacaciones, sus gustos, sus familias, sus empresas, hasta sus horarios de trabajo, sus aviones, yates, etc. ¿Si ellos no tienen escrúpulos para generar un genocidio en cualquier parte del planeta, pensado solo en las ganancias y ventajas que esa acción les representa? ¿Entonces que impide que la justicia popular los alcance? Hasta ahora, las consecuencias de esas acciones de terrorismo de Estado, principalmente de los Estado controlados por el sionismo judío (EE.UU) e Israel, además de las victimas directas. Las sufren los instrumentos que usan esos mercantilistas de la muerte. De tal forma, el soldado, el policía, el agente activo en las arremetidas armadas, es el que muere en la acción de agresión contra los pueblos. Paradójicamente ellos son hijos del pueblo también, que gracias a la manipulación y engaño, se convierten en mensajeros de la maldad de sus amos. Pero ¿Por qué los Rothschild, Rockefeller, Bush, o dueños de las empresas Douglas McDonald, Exón, Shell, Halliburton, etc. No son atacados directamente? Si son ellos los promotores de las masacres, de las hambrunas, de las guerras, del racismo, de la aniquilación de la naturaleza, del planeta.
No me vengan con el cuento de incitación al odio o al crimen. Yo solo estoy señalando a los culpables de todas las calamidades creadas en el planeta. Esos mismos culpables que se escudan detrás de sus medios de comunicación, para desviar la atención hacia otro lado. Los mismos que utilizan la cizaña ideológica, religiosa, económica. Para impulsar odios, guerras y muertes que sirven de sustento a sus negocios de ventas de armas o de ocupación de países para robarse sus riquezas sin que nadie proteste o reclame. Son los mismos canallas que promovieron la guerra contra Iraq, entre Irán e Iraq, contra Libia, en Somalia, en Mali, en Afganistán, los que compran ejércitos mercenarios para matar a la población Siria, los que pretender ser autoridad para impedir que otras naciones desarrollen sus tecnologías de armas de defensa y ataques que ellos si poseen en cantidades industriales. Los mismos que califican a otros de terroristas, cuando en realidad son ellos los que andan atacando y haciendo guerras por todas partes del mundo a los fines de tener supremacía y seguir siendo impunes a las reacciones contra sus crímenes.
Pienso que las guerras defensivas deben cambiar. Se debe ir directamente a las cabezas incitadoras y promotoras del terrorismo de estado, terrorismo económico y terrorismo saqueador. Es asunto de justicia, de castigo al verdadero culpable ¿Hasta cuando la defensa es solo contra los instrumentos, mientras los culpables están a salvo? No hay que atacar solo las extremidades. Es necesario golpear a la culebra en la cabeza para poderla matar y al morir ella, cesan sus agresiones.
Mientras existan cerebros criminales inalcanzables para la justicia, no existirá paz. Vean que ellos si van directamente a las cabezas pensantes y lideres de las resistencias. Ahora hasta disponen de drones, para asesinatos selectivos ¿por que no retribuirles el mandado? A los terroristas capitalistas sionistas, hay que llevarles el terror que ellos siembran a sus propias camas. De no ser así. Siempre estarán en ventajas.
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