Creo que el camarada Correa: erró

Con mucho respeto y mucha admiración por el Presidente Correa pero, lamentablemente, así lo creo y así lo escribo, erró y le mintió a su pueblo y también a los demás pueblos de América Latina y del Caribe. Cuando un Presidente habla de que quiere el socialismo para su país lo que menos debe decirle a su pueblo son mentiras, porque es sobre las verdades que puede crear una sólida conciencia en, por lo menos, la abundante mayoría de las masas para apoyarle, solidarizarse y trabajar por su idea sin lo cual ninguna revolución consolida sus éxitos. Lo que menos necesita la lucha por el socialismo son los discursos que desconozcan las realidades y, especialmente, la internacional porque el socialismo, debe saberlo el camarada Correa, es internacional y será siempre internacional aunque se comience en lo nacional.

El martes 23 de julio el Presidente Correa dijo en una intervención o discurso lo siguiente: “… los pueblos de América Latina ya no viven de acuerdo al imperialismo del dólar y del capital…”. Nosotros creemos que eso lo expresó el camarada Correa producto de un apresuramiento, de un estado emocional propio del momento en que en América Latina se habla de antiimperialismo y de socialismo como si fuesen los panes del día que alimentan la conciencia colectiva de la región. No existe ni una sola nación en este continente que viva aislada ni del dólar ni del capital. Si lo hiciere, se desmorona.

El camarada Correa es economista y suponemos que bastante ha leído de marxismo aunque no se haya tragado de memoria El Capital de Marx. El sentido común, con un poco de marxismo dentro, es suficiente para darse cuenta que en este tiempo ninguna nación o Estado puede aislarse ni del dólar ni del capital. Actualmente, las monedas que más peso tienen y las  más aceptadas en el mercado mundial son, sin duda de ningún género, el dólar y el euro. Ninguna moneda de las naciones de América Latina y el Caribe está en capacidad de suplantarles. Incluso, debería saberlo el camarada Correa, si se llegase a establecer una sola moneda en América Latina y el Caribe tendría, obligatoriamente, que hacer sus negocios en dólares o en euros en la economía de mercado o mercado mundial o internacional como más se le conoce. Y éste lo dominan, queramos o no reconocerlo, los grandes y súper monopolios económicos de las naciones imperialistas. Entonces, por qué decirles a nuestros pueblos que ya no viven de acuerdo al imperialismo del dólar y del capital. Sin éste, nadie que quiera ser responsable y protagonista en crear un nuevo régimen de vida para su pueblo, podrá obtener y sumar éxitos para hacer realidad su ideal o sueño, porque se quedaría sin lo más avanzado de la tecnología y la ciencia como igualmente sin materias primas y mano de obra calificada, técnica y científica.

Que un Gobierno revolucionario no sea cómplice ni obedezca las directrices de un Gobierno imperialista, es otra cosa. Que sea antiimperialista e invoque el socialismo, eso es muy bueno. Que las naciones de América Latina se unan para enfrentar las políticas imperialistas, es excelente. Que creen sus propios instrumentos de arbitraje, es correcto. Sin embargo, de allí a plantear que no viven esas naciones bajo los movimientos y efectos del dólar y del capital, es un engañar a nuestros pueblos y autoengañarse el gobernante que lo diga. Incluso, debe saberlo el camarada Correa mucho más que yo no sólo por ser usted comunista sino mucho más estudiado y formado que quien esto escribe, la construcción del socialismo pasa porque el Estado se convierta en un buen trecho del socialismo o en sus últimos suspiros prolongados, en monopolista financiero, monopolista bancario, monopolista productivo, monopolista industrial, monopolista comercial y monopolista en los esenciales servicios públicos pero aun así, mientras exista capitalismo imperialista, habría que coexistir en el mercado junto al dólar y al capital porque sin éste el Estado Proletario no llega con éxito ni siquiera en los primeros cien metros de la carrera.

Los gobiernos antiimperialistas y que sueñan con hacer realidad el socialismo lo primero que deben tener como guía de pensamiento es que no es posible construir el socialismo propiamente dicho en ninguna nación, mientras el imperialismo siga caminando con sus órganos garantizándole vida aunque ande con la cabeza hacia abajo y las patas hacia arriba. Pero además, igualmente, debe saberse, que el socialismo se lleva en su desarrollo las fronteras y las naciones desaparecen entre los larguísimos y anchurosos brazos de la alta tecnología y lo más avanzado de las ciencias.  Las experiencias históricas de derrumbe de lo que se llamó socialismo, por ejemplo en la URRS y en el Este, no engañan. Quisieron construir el socialismo aislados de las leyes y normas esenciales del mercado mundial que era dominado por el capitalismo más altamente desarrollado y fue entonces cuando se inventó la reaccionaria y fracasada “teoría del socialismo en un solo país”, esa que no quería saber nada ni del dólar ni del capital.

En el mercado mundial o en los países de capitalismo altamente desarrollado nada se puede adquirir sin el bendito y visto bueno del dólar o el frenético euro. Incluso, ni siquiera se puede hacer turismo en la propia geografía que se conoce como América Latina. Si los venezolanos, por ejemplo en este tiempo, quisiéramos viajar a la Argentina por tierra y no llevásemos dólares o euros en los bolsillos téngase por seguro que no pasaremos o avanzaremos más allá de Cúcuta. Y si por muchísima suerte llegásemos a la Argentina y nos metemos en una restaurante a comer y luego decimos que sólo tenemos bolívares fuertes para pagar, nadie dude que iríamos directamente detenidos a la policía aunque Cristina grite a los cuatro vientos que es antiimperialista, furibunda partidaria de la integración latinoamericana y que siente simpatías por el socialismo. Eso no sería jamás una boleta de excarcelación para el impostor que se “burló” del dueño del restaurante. En verdad, lo que no sé es si un venezolano puede andar por todo el Ecuador como Pedro por su casa pagando todo lo que consume en bolívares fuertes.

Creo, de todas las cosas y discursos dichos por Fidel durante varias décadas, para no irnos al tiempo de Lenin, y que unos cuantos he tenido la oportunidad de leerlos, nunca encontré algo parecido a lo dicho por el camarada Correa. Si estoy equivocado en las cosas que he dicho, reconozco mi ignorancia pero a veces uno escucha cuestiones que nos paralizan el movimiento y hasta uno se pregunta: ¿Entonces, al fin, cómo puede construirse el socialismo dándole patadas y despreciando todo lo que sea capitalismo? No lo sé. Seguramente, muchos que dominan la materia más que yo, opinen y se nos facilite salir de las dudas. Es todo, por ahora. ¡Ah!, que nadie entienda ese por ahora como un anuncio de polemizar con el camarada Correa. No.



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Freddy Yépez


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