Si liberaron a uno: ¿Qué cuesta liberar a los otros cuatro?

Si hubiese habido una sola prueba seria o contundente de que los cinco camaradas cubanos (Gerardo Hernández, Ramón Lobañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González) fuesen realmente terroristas, ninguna de las sentencias hubiese sido inferior a diez cadenas perpetuas. Eso está clarísimo como lo fantasioso mismo de la administración de justicia jurídica estadounidense. Pero el hecho de que las sentencias fueron distintas demuestra, siempre, que el juicio fue amañado, político, cínico, súper imperfecto, mal intencionado y cargado de odio personal de jueces y fiscales bajo una determinante y anticipada decisión política para tratar de hacerle daño a la Revolución Cubana. Eso está tan clarísimo como lo es la mentira en condición de arma probatoria para juzgar y condenar inocentes en Estados Unidos. ¿Cómo se defenderán, los autores de esas macabras, insólitas e injustas sentencias, ante el Tribunal Celestial donde Jesucristo y Magdalena son jueces, para evitar que sus almas sean deportadas al Lago de Fuego, donde sufrirán el castigo eterno por sus fechorías cometidas en la Tierra en nombre de la Justicia Divina Estadounidense? Y en el Lago de Fuego los esperará, con mucha paciencia, todos los come carne que mataron personas inocentes en la Tierra para saciar su hambre de canibalismo.

Aquí las ridículas, contradictorias e injustas sentencias jurídicas, perdón, políticas. Gerardo Hernández: 2 cadena perpetua más 15 años de prisión; Ramón Labañino: cadena perpetua más 18 años de prisión; Antonio Guerrero: cadena perpetua más 10 años de cárcel; Fernando González: 19 años de presidio; René González: 15 años de cárcel. Nadie en este mundo del género humano encuentra explicación alguna para tener una idea de ¿cómo puede hacer una persona para pagar, por ejemplo, una condena de cadena perpetua y todavía le quede vida para pagar 15, 18 ó 10 años más de cárcel escapando a otra cadena perpetua? ¿Será que en Estados Unidos tienen en secreto la vacuna de la resurrección humana?

El planeta, es decir, una buena parte de su población sabe que el camarada René González no sólo ya salió de la cárcel sino que se encuentra en Cuba disfrutando de esa libertad que le negó el imperialismo con mucha acumulación de odios personales. Los otros cuatro camaradas, ciertamente por antiterroristas, continúan mantenidos en abominables cárceles estadounidenses.

Recuerdo, observando por televisión, que el funeral de ese grande hombre de talle universal, don Nelson Mandela, reunió en Sudáfrica –prácticamente- a casi todos los gobernantes de este mundo, quienes fueron a rendirle homenajes y tributos. Escuché completo el discurso de Obama como de otras autoridades de naciones imperialistas que representan intereses diametralmente opuestos a los que representó en vida el ilustre comandante y combatiente contra el Apartheid –en particular- y contra la injusticia social –en general-. Allí estuvo también la Primera Dama de Estados Unidos. Bueno, en los regímenes capitalistas llaman a la esposa de un Presidente con ese título que parece más de política medieval que de realidad democrática. Por un momento uno piensa que todavía queda en el pecho de un gobernante capitalista algún vestigio de sensibilidad humana muy a pesar que Bush demostró carecer por completo de corazón y de alma humana.

El Presidente Obama estuvo presente en la oprobiosa cárcel en que Mandela pagó casi completa la condenada dictada por el Apartheid. Condenó a los que condenan a los luchadores por la redención del género humano. Por eso elogió el pensamiento y la obra del grande Nelson Mandela. Lo que uno no entiende del Presidente Obama es que habiendo suficientes pruebas que los cinco cubanos que fueron condenados por terroristas en Estados Unidos son, de verdad verdad, antiterroristas, inocentes y continúan presos cuando más bien el Gobierno estadounidense ha debido ser agradecido con las alertas que pusieron en su conocimiento los cinco camaradas cubanos para que se evitaran hechos de terrorismo en el propio seno de la poderosa nación capitalista. No, nada de eso. Les pagaron juzgándolos como terroristas y condenándolos como terroristas. Voltearon la tortilla y eso lo saben jueces, fiscales, políticos, sociólogos, sicólogos, economistas, científicos, deportistas, artistas y hasta personas comunes y corrientes del pueblo estadounidense.

En estos días celebró la Primera Dama su medio siglo de vida en la Casa Blanca en medio de selectos invitados muy aptos para amanecer bailando. El Presidente Obama derrochó gestos de amor por su esposa. Parecían verdaderos seres humanos de esos que nunca cometen un pecado. Y uno se pregunta: ¿por qué no liberan a los cuatro cubanos que quedan presos, acusados de terroristas, cuando no hay nadie –incluyendo a los jueces que les condenaron- que crea en las acusaciones hechas por la justicia jurídica estadounidense? ¿A qué le tiene miedo el Presidente Obama que evita cumpla con un verdadero acto de justicia decretando la libertad de los cuatro cubanos antiterroristas? ¿Será que mucho teme a que lo tilden de cometer un auténtico acto de justicia, de ser bueno y no seguir siendo malo como lo exigen los principios del capitalismo imperialista?

Cada día que pasen en cárceles de Estados Unidos los cuatro cubanos antiterroristas será una prueba más que el Gobierno estadounidense es el principal gestor del terrorismo de Estado, terrorismo jurídico, terrorismo sicológico, terrorismo político y terrorismo ideológico en este planeta. Y eso que no incluimos su terrorismo económico, ese que arrasa con riquezas de otros pueblos para engrandecer las arcas de los principales monopolistas que dominan la producción y el comercio en este mundo.

¡Libertad inmediata para los cuatro cubanos antiterroristas presos en Estados Unidos!



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Freddy Yépez


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