En estos días apareció una noticia o información sobre los presidentes que ganan los salarios más altos. Destacaron a la Presidente de Brasil con casi 12 mil dólares al mes. La gente, no sé por cuáles razones en el capitalismo, tiende a cuestionar el salario de un Presidente. Esperar que un gobernante, que dedique parte de su tiempo a estar al frente de un Estado, sea de derecha o sea de izquierda, debe vivir en las mismas condiciones que el más común de los mortales es una utopía innecesaria. Eso no lo verán jamás aunque el ejemplo de modestia del Presidente Mujica de Uruguay, por ejemplo, haya andado a pasos gigantescos por el mundo.
Lo cierto es que un Presidente cuenta con todos los hilos de relaciones, personales y colectivas, para vivir en holgadas condiciones socioeconómicas. Sus manos son suficientes para moverlas y estampar firmas que pueden llenar o empobrecer arcas de familias completas. Pero de eso no es el interés de esta opinión, porque así como hay presidentes que propician el robo, que son corruptos, que se enriquecen desvalijando las arcas de una nación también los hay que son al extremo honestos y terminan sus días sin dejar ninguna riqueza económica como herencia a sus familiares. No creo que la única condición para ello sea la de ´profesar el ideal comunista. ¿Acaso un cristiano, un budista, un musulmán, un judío, un verdadero demócrata, no puedan ser realmente honestos casi de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies? ¿Quiénes tendrían argumentos para refutar la honestidad y la humildad de Camilo Torres Restrepo y de Manuel Pérez Martínez, por ejemplo?
Al camarada Fidel se le ha hecho campañas enteras para hacer creer que es un multimillonario; que tiene toda una fortuna en dólares guardada en bancos del extranjero, es decir, fuera de Cuba. Lo que es más, enemigos de la Revolución y, especialmente, del camarada Fidel, lo han denunciado como un gobernante que vivió o vive con todos los lujos de un altísimo burgués en la Isla mientras el resto de la población vegeta en la miseria económica y el hambre.
De alguna manera la revolución en la informática o la creación de medios de comunicación a través de internet o cables, han permitido que los pueblos tengan mayor acceso a informaciones y noticias que antes parecían exclusivas de las élites que dominaban el verbo. Ya los pueblos no siguen apareciendo como esos tontos útiles; simples convidados de piedra para aplaudir golpes de Estado que derrocan a gobernantes progresistas. Demasiado tiempo siendo explotados y oprimidos el mundo que anhela con emanciparse.
Todo el mundo sabe que el camarada Fidel Castro ha sido la figura principal de la Revolución Cubana; que estuvo al frente del Estado Cubano por más de cuatro décadas; que sigue siendo el líder indiscutible del sueño revolucionario del pueblo cubano de amanecer un día floreado de socialismo verdadero por todos sus lados o ángulos. Además, todo el mundo sabe que Fidel ha vivido en ciertas condiciones especiales, fundamentalmente, porque ha sido víctima de casi mil atentados planificados por las autoridades imperialistas de Estados Unidos. Sin embargo, esas condiciones especiales han sido muy sencillas y en nada se parecen a los jerarcas burgueses que dominas el mercado mundial e imponen miseria y dolor a la mayoría de la población del planeta. Incluso, Fidel jamás ha vivido en ese lujo que ha caracterizado a la aplastante mayoría de los gobernantes, por ejemplo, de América Latina. Eso lo dijo en una entrevista por CNN -canal especialista en desinformación y mentira- una ex yerna del camarada Fidel que no quiso prestarse para avalar las mentiras de los periodistas que venden su alma al imperialismo en perjuicio de los sueños redentores de los pueblos.
Decir que Fidel es supermillonario, no es una mentira completa pero tampoco es una verdad completa. Fidel es supermillonario. Sí lo es y lo demuestro sin posibilidad alguna que alguien me lo refute. Voy directamente a los bancos donde mantiene, de manera abierta y pública, sus millonarias suma de riquezas. Es supermillonario en conocimientos científicos; es supermillonario en ideas políticas; es supermillonario es conocimientos económicos; es supermillonario en fundamentos doctrinarios; es supermillonario en sicología; es supermillonario en el arte militar; es supermillonario en profesar y dar solidaridad a otros pueblos; es el supermillonario más millonario de todos los supermillonarios en ideas que demuestran el carácter depredador del capitalismo y de humanismo del socialismo.
Los ideólogos o gendarmes -especialmente- del imperialismo, cuando no pueden explicar las raíces profundas de las crisis del capitalismo, inventan muchas guevonadas para tratar de distraer a los pueblos. Por eso lanzaron al aire esa mentira grotesca y gigantesca de que el camarada Fidel Castro es supermillonario económico. La historia no les absolverá de sus sandeces. Seguro, cuando ya no exista físicamente el camarada Fidel, más de uno de esos ideólogos terminarán reconociendo la honestidad y la humildad del gran jefe de la Revolución Cubana en el manejo de los intereses públicos o del pueblo cubano para, poder así, atacar a los nuevos dirigentes de la isla que sigan fieles al pensamiento de Fidel. ¡Viva Fidel!
Y si quieren se arrechan, porque con sus reflexiones Fidel ha hecho que muchos hombres y mujeres de este mundo adquieran riqueza de conocimientos, lo cual produce pesadilla en los círculos que sólo miran la capacidad de sus bolsillos para recibir prebendas económicas. El comunismo es tan inevitable en la historia como lo es la lluvia para los bosques.