¿Para qué sirve un aymara presidente si no recupera el territorio para nuestros pueblos?, sentencia a modo de pregunta Evo Morales, el primer indígena en llegar al gobierno de Bolivia.
Por eso es enorme la responsabilidad, no sólo con el país sino con toda América Latina?, agrega. Morales se hizo cargo en Quito de la presidencia temporal de la crujiente Comunidad Andina de Naciones (CAN), conformada ahora por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú ante el retiro de Venezuela, ocasión en la que recibió el respaldo del movimiento indígena ecuatoriano, el más organizado de América Latina.
“Los movimientos indígenas latinoamericanos estamos avanzando no sólo para liberarnos sino para caminar junto a los otros pueblos y liberarlos. No somos excluyentes ni vengativos, por eso hemos llegado a la presidencia de Bolivia, para resolver los problemas de todos”, explicitó ante una audiencia masiva.
Se trataba del acto de asunción del nuevo Consejo de Gobierno de Ecuarunari, la organización que reúne a los pueblos kichuas de la Sierra y la más importante de las integrantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que promovió al mandatario boliviano como aspirante al premio Nobel de la Paz de este año.
La nominación auspiciada por Vinicio Baquero, presidente del Consejo Nacional de Educación Superior de Ecuador (CONESUP), la Casa de la Cultura Ecuatoriana, la mayor Institución cultural de este país y por el movimiento indígena ecuatoriano el más numeroso y mejor organizado de América Latina.
Luego de asistir a la Cumbre de la CAN, el martes 14, Morales se sumó al acto indígena, donde criticó la política de Estados Unidos y su propuesta de tratados bilaterales de libre comercio (TLC), destacó solidaridad de los gobiernos de Cuba y de Venezuela, apoyó decididamente la candidatura a la Presidencia de Ecuador del presidente de la CONAIE, Luis Macas, y abogó por la integración regional.
“Mientras (los presidentes) Fidel Castro (de Cuba) y Hugo Chávez (de Venezuela) brindan una ayuda desinteresada e incondicional a Bolivia, el gobierno de Estados Unidos para brindar su asistencia siempre impone condiciones, como por ejemplo que nuestro países se involucre en su guerra particular contra el terrorismo”, sostiene.
“Esa es una ayuda de sometimiento, porque ellos quieren una democracia colonizada”, argumenta. “En marzo estábamos pendientes de la lucha del movimiento indígena ecuatoriano contra la empresa Occidental Petroleum (OXY) y la firma del TLC, porque no queremos un tratado que va contra nuestros pueblos, contra nuestros productores, contra nuestra economía. Y finalmente la movilización fue victoriosa”, recordó Morales, que también criticó el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial en América Latina y puso como ejemplo el caso de Argentina.
“Luego que el presidente (argentino) Néstor Kirchner rechazó las políticas recomendadas por el FMI, la economía de su país comenzó nuevamente a crecer. Los países antiimperialistas también crecen económicamente?, destacó a modo de repaso. También se adelantó a las posibles críticas por apoyar la candidatura presidencial de Macas, al decir que no teme que luego “los sectores de derecha ecuatorianos” digan que se involucra en asuntos internos del país.
“Que digan lo que digan, la solidaridad entre nuestros pueblos está por encima de todo, y en América Latina los pueblos indígenas y los pueblos en general somos una gran familia” apuntó ante un Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana colmado con más de 3.500 personas.
El mandatario de Bolivia recibió también en la ocasión el Bastón de Mando como símbolo de poder, de trabajo colectivo, de solidaridad y de unidad, de manos de Macas, quien resalto la necesidad que tiene Ecuador y todos los países de América Latina de integrarse.
Por eso Macas pidió a Morales que desde la CAN cumpla un papel fundamental en promover la integración de América Latina, con un camino contrario a los que promueven “una subordinación a Estados Unidos con TLC que van contra nuestros países”.
Morales destacó que el primer contacto que tuvo con su “hermano” Macas y con dirigentes de la CONAIE fue en Guatemala en 1991, en el marco de la campaña “500 años de resistencia indígena y popular”.
“Me sorprendí porque hablaban de 500 años de resistencia indígena y popular, pero enseguida aprendí que hablaban de la necesidad de la autodeterminación, de lograr la liberación de nuestros pueblos, no sólo de los indígenas, y en eso han estado trabajando desde hace muchos años en Ecuador”, anotó.
Al describir el proceso del movimiento indígena boliviano recordó que sus abuelos no tenían derecho a entrar a las plazas centrales, y las mujeres no tenían derecho a estar con su vestimenta típica en el centro de las ciudades.
Pero esa realidad fue cambiando gracias al avance de los pueblos, indicó. “Este movimiento histórico que ha resistido más de 500 años no ha despertado ahora. Pero ahora, cuando en Bolivia queremos recuperar las tierras y repartir las parcelas fiscales, los empresarios que tomaron ilegalmente esos sitios se oponen”, apuntó.
“Nuestra lucha por la madre tierra nos da vida, nos volvió a despertar y nos llevó a la unidad”, afirmó el mandatario boliviano, quien ubicó a las movilizaciones de los cultivadores de coca del central departamento de Cochabamba, que supo liderar, entre los factores centrales en la construcción del instrumento político que lo llevó gobierno.
En ese sentido explicó como se dio el salto de la lucha social a la participación electoral. “Decidimos recuperar el poder para los pueblos que hemos sido maltratados durante tantos años. Muchos dudaban que la gente de la ciudad podía sumarse, pero cuando expresamos el significado de nuestra lucha, cuando entendieron que nuestras necesidades eran las mismas, pudimos avanzar y se sumaron estudiantes, escritores, artistas y diferentes sectores de la ciudad. La movilización ha sido nuestra mejor universidad porque nos hizo debatir sobre nuestra realidad y asumir el compromiso de cambiarla”, comentó.
Resaltó que la estructura del movimiento político es importante pero más importante es la estructura del movimiento social. “Se puede ganar una elección solo con el movimiento político, pero para enfrentar y derrotar totalmente al modelo neoliberal un gobierno necesita apoyarse en los movimientos sociales organizados en el campo y la ciudad. Es preciso además coordinar con los movimientos de los países hermanos”, aseguró.
“Hemos construido un instrumento político que fue parido por la hoja de coca y por la tierra, que fue apoyado no sólo por los pueblos originarios sino por estudiantes, intelectuales, obreros, profesionales, trabajadores del campo y de la ciudad”, detalló. Así, desde el 22 de enero, cuando asumió la presidencia de Bolivia, Morales dice estar “abierto a dialogar siempre” aunque aclaró que no aceptaría “caprichos de grupos que quieren seguir sirviéndose de los recursos naturales del país”.
También analizó las diferencias entre la cultura indígena y la cultura occidental que intento imponerse en América Latina sin conseguirlo totalmente. “Nuestros abuelos nos dejaron un principio: no robar, no mentir y no ser flojos. Como ustedes saben, no tuve la oportunidad de llegar al Universidad, y qué me llevó a la presidencia de Bolivia, me llevó la honestidad. Ser autoridad en nuestra cultura es servir al pueblo al que pertenecemos. El servicio a la comunidad es parte fundamental de nuestra cultura, en cambio para la cultura occidental ser autoridad es servirse del pueblo. Son diferencias ideológicas y culturales muy fuertes con la cultura occidental”, anotó..
“Un grave problema es que hoy en Bolivia sigue presente el colonialismo interno y externo, por eso estamos trabajando para terminar con eso”, aseguró tras recordar que en los retratos de los fundadores de Bolivia no aparece ningún indígena, pese a que los pueblos originarios estuvieron en primer lugar en las filas de la lucha por la independencia.
“Después de mucho tiempo hay que refundar Bolivia y toda la América, donde se sienten vientos de cambio en muchas partes, como en Ecuador junto al compañero Luis Macas”, enfatizó.
“Nosotros, los pueblos indígenas, conocemos como nadie la importancia de que los recursos naturales no se entreguen a las empresas transnacionales?, afirmó otro al hacer referencia a la decisión anunciada el 1 de mayo de nacionalizar los hidrocarburos en Bolivia y a la propuesta del movimiento indígena ecuatoriano de nacionalizar el petróleo en Ecuador.
Morales también dijo que los sectores oligárquicos de Bolivia le tienen miedo a la Asamblea Constituyente, que se elegirá el 2 de julio, “porque a través de ella vamos a terminar con la privatización de los recursos naturales”.
“Cuando buscamos la liberación, la autodeterminación, es fundamental recuperar los recursos naturales”, remarcó.
Kintto Lucas Escritor y periodista uruguayo radicado en Ecuador desde hace doce años. Director del quincenario Tintají. Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí 1990. Pluma de la Dignidad 2004 de la Unión Nacional de Periodistas de Ecuador. Corresponsal de IPS. Profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar. Autor de La rebelión de los indios, Rebeliones indígenas y negras en América Latina, Mujeres del siglo XX, Apuntes sobre fútbol, Plan Colombia, La paz armada y El movimiento indígena y las acrobacias del coronel. |