"La noche de 12 años". (filmaaffinity.com)
Realmente de preocupar resulta el peligroso vuelco hacia la Derecha (incluso hacia el fascismo) que ha venido experimentando la región sobre todo después del estrepitoso "traspiés" que acarreó las elecciones de El Salvador, en las que un exhausto y casi sin propuestas FMLN solo logró alcanzar un deslucido y apurado tercer lugar. Haciendo que los próximos comicios a realizarse en Argentina se tornen realmente determinantes para el futuro político de los pueblos del continente, y cuyos resultados en buena medida devendrán de lo que pueda resultar con Venezuela.
Las recientes declaraciones brindadas por Pepe Mujica a la BBC de Londres, y el silencio "ensordecedor" de algunos otros, con respecto a la crisis de Venezuela y el presidente Maduro, no solo resultan ‘lamentables’ sino trazas de lo que actualmente podría estar empañando la coherencia estratégica de la Izquierda en la región. Declaraciones realmente poco congruentes con aquella imagen si se quiere idealizada, de revolucionario patria o muerte, que seguramente se ha pretendido enaltecer desde "La noche de 12 años", película que el año pasado se inauguró en Argentina, y que ya resulta la segunda que en un solo año gravita sobre este personaje. Película que por "los vientos que soplan", dada la intención expresada por sus productores, no sería extraño que participara y ganara un Oscar, dado que este personaje últimamente ha venido alcanzando un repentino e incomprensible interés, logrando estar de moda y convirtiéndose en marco referencial preferido para la gran prensa comercial, incluso Netflix se apresuró a ponerla en cartelera. Posición sumamente sospechosa sobre todo en estos momentos cuando la arremetida que viene desarrollando el gobierno de los EE.UU. de manera manifiesta y poco civilizada busca "enterrar" definitiva y salvajemente el Socialismo y sus principales actores en la región.
Buena parte de la Izquierda que alcanzó el gobierno de sus países bajo el "huracán" desatado por Chávez en el Continente, sin mayor proyecto político que los slogans utilizados en campaña, al cabo de cierto tiempo fueron perdiendo "sintonía" con esas grandes mayorías que les confiaron la tarea de construir una verdadera revolución socialista en su país, o por lo menos que la justicia y el buen vivir no les fuera tan ajena e indiferente. El desánimo se generalizaba y se hacía evidente en las cada vez más "ruidosas" concesiones que le otorgaba a la Derecha, seguramente para evitar las amenazas de ingobernabilidad que de manera anticipada le abrían puesto en el "candelario". Asumiendo los imperativos comportamentales de un Estado Burgués, que como en la serie de la ABC "Negociando con Tiburones" (Shark Thang), las expectativas reivindicativas de su población acabaron en un verdadero "festín". Inmediatamente comenzaron a repudiar y desmarcarse de los retos que venía realizando la revolución bolivariana, que ciertamente los desenmascaraba, de romper con la "camisa de fuerza" que representaba este Estado Burgués (trasnacional) para la consolidación de un modelo político propio y de carácter revolucionario.
Perdiendo la "brújula" algunos, "contaminándose" otros, estoicamente resistiendo muchos, al final terminaron cayendo en la trampa del "buen perdedor". En un Juego Democrático que no en balde la sempiterna Derecha de sus países históricamente había venido moldeando e imponiendo sus propias "reglas" y fundamentos. Ruidosamente "alaraqueando" ‘FRAUDE’ cada vez que ‘pierde’ y haciendo "tierra arrasada" cuando ‘gana’, ejemplo patético de lo que al calco sucede actualmente con el LAW FARE como (por ahora) han logrado deshacerse de Lula y seguramente intentarán con Cristina próximamente.
Ópera bufa en que los "demócratas" resultan los más dictatoriales e inescrupulosos "buenos de la película", no quedándole más remedio a los demás que "aplaudir" aceptando que en este Juego, de este Estado Burgués, lo que realmente debe importar para todos los no ungidos de las élites, no es ‘ganar’ sino solo competir (dinámica donde no solo resulta atractivo sino obligado reconocer al ‘autoproclamado’ de Venezuela).
A pesar de este "traspié", que algunos insistirán en catalogar de "infantil", las Derechas (o quizás debamos decir el Departamento de Estado norteamericano) poco o nada han venido ganando terreno político en la región, pero si alcanzando los principales gobiernos, logrando deshacerse de esas Izquierdas que como era de esperarse como "moscas" han estado cayendo, y que merecidamente ahora ni siquiera gozan de la credibilidad de sus pueblos.
Gracias a ese "un tantito así…" que se le ha venido permitiendo al Departamento de Estado norteamericano aquellos días en que parecíamos inexpugnables acabaron casi al mismo tiempo que terminó la bonanza petrolera y el atractivo revolucionario de Venezuela. Chávez no solo rompió los esquemas sino que internalizó aquella máxima que alcanzó el Che del profundo conocimiento de la nauseabunda política guerrerista de Norteamérica en el mundo: "al imperialismo ni un tantito así…". Actitud que ha mantenido el presidente Maduro y lo confirma sin lugar a dudas precisamente la reacción furibunda que le dispensa quien se ha convertido en la primera amenaza que tiene en este momento la Humanidad y el Planeta.
Mucho se le criticó, en su momento, al presidente Chávez su posición, por ejemplo, sobre el papel histórico que debía asumir las Fuerzas Armadas de Venezuela y el Continente. La urgente tarea de transformación del Estado Burgués hacia el Estado Popular Revolucionario, la creación de una Unidad Monolítica de las Izquierdas que permitiese defender el impulso independentista de hace 200 años… bajo una tribuna de partidos políticos de Izquierda que evocara y concluyera los prelados de aquella Continental célebre (preparativos para una nueva Internacional Socialista) en la que programáticamente desde la sustentación ideológica y en una verdadera cohesión política se lograra planificar el futuro económico de la región, a razón de las demandas sociales y ciudadanas de los pueblos, representando y erigiéndose en un verdadero Eje de Poder en el insurgente nuevo Orden Mundial que tanto reclama nuestra región y el mundo.
Idea o propuesta que fue desestimada por buena parte de los gobiernos de aquel entonces, prefiriendo cada uno a su modo y bajo sus propias realidades "luchar" localmente contra un "monstruo" que ya se encontraba en buen camino de crear, mediante esta división y debilitamiento, las maneras cómo sacarlos del "juego". La injerencia política del gobierno de los EE.UU. ha resultado tan evidente y descarada en todos los pueblos del continente que desconocerla resulta no solo insultante sino propia de quienes reconociendo el agresivo y endemoniado racismo profesado por Trump hacia los latinos (afroamericanos, musulmanes, indígenas, etc) en su país, sometiéndolos a toda clase de insultos y políticas gubernamentales que los perjudica, abiertamente "coquetean" con este nefasto engendro la manera cómo pretende invadir militarmente a un pueblo latinoamericano como Venezuela, quien no solo nunca los ha ofendido ni perjudicado sino que por el contrario permanentemente se ha mostrado generoso y siempre solidario con sus países y pueblos.
Ciertamente la Revolución Bolivariana y el presidente Maduro no han estado exentos de errores y omisiones, realidad tan "meridiana" y contrastante como también lo resulta el apoyo que le reconoce un importante sector de la población. Errores y omisiones que si son argumentados y valorados desde la visión y narrativa de la Derecha o el Neoliberalismo resulta obvio que al final serán considerados disparatados e imperdonables. Desconocer que la primera economía del planeta tiene tiempo buscando la manera cómo arruinar su economía y desgastar su legitimidad y reconocimiento social, quizás resulte un misterio incomprensible para un sector que siempre ha pretendido comprender la realidad política del mundo de hoy desde el mundo Disney, pero no para políticos de Izquierda que supuestamente fueron formados en la "Guerra Fría" y la Operación Cóndor. Y que ahora, en este injustificable batiburrillo, desconocen o minimizan el hecho que por solo ser Maduro uno de los peores enemigos de quien no en balde se le considera la primera amenaza del planeta, por lo menos representa un acto de cordura merecerle una risueña cortesía.
Suele decirse que en repetidas oportunidades Lenin para dar certeros ejemplos del colmo como puede obrar el Infantilismo de la Izquierda en algunas oportunidades, relataba el emblemático suceso en que Bebel amargamente se incriminaba al darse cuenta de su error con su célebre pregunta ¿Qué es lo que has hecho tú, viejo imbécil, que la canalla te aplaude?". Pregunta que se debieran estar haciendo todos aquellos que en este momento podrían estar siendo responsables de la sangre que se podría estar derramando en el continente, por los recientes arrebatos de celebridad en el que están cayendo. Saludamos los esfuerzos del gobierno uruguayo, pero ni Pepe ni Almagro.