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Lo dijo Trump: nuestro país es el "Hazme reír" del mundo y tiene razón pero no dice toda la verdad. Acaso no es risible que quienes pretenden ser líderes morales del mundo, elijan a un delincuente como presidente, como es su caso. Eso no es solo risible, sino, para morirse a carcajadas.
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Un juez de Nueva York condenó al presidente electo de EE.UU. en el caso de los pagos a la estrella porno Stormy Daniels, pero no dictaminó encarcelación ni multa.
Siembra Odio y cosecharas tempestades. Advertencia sabia, pero muchas veces ignoradas, que de alguna manera previene sobre las graves consecuencias de las conductas erráticas, en lo personal, en lo político y en lo social.
En la descompuesta sociedad estadounidense, su propio liderazgo político está fomentando las bases de un profundo odio, no sólo a lo interno sino, proyectándolo al mundo y parecen no tener conciencia de tal hecho.
Ha sido un país que vivió las inclemencias de una guerra civil, ha sido una nación, donde la desigualdad racial generó escenas de violencia que todavía permanecen en la conciencia del mundo, porque su filmografía así los ha reflejado: "Arde Mississippi", "El Caso de Rosa Park", las escenas violentas protagonizadas por el Kuklukan, "La Masacre de San Valentín".
Allí cuando la violencia se ha desatado adquiere características exponenciales, tanto en lo político (Asesinato de de Presidentes), como en lo social (racias para asesinar a gente negra); en lo delictivo (Masacres como la de San Valentín) y en lo político las acusaciones mutuas que se hacen los representantes demócratas y republicanos, donde los menos que se dicen es que ambos son delincuentes.
Pero su liderazgo político y una sociedad adormecida por una dictadura (demócrata-republicana), que tiene más de un Siglo, más el consumo indiscriminado de todo tipo de drogas, les impide ver la realidad. Viven un mundo virtual, de una falsa comodidad, sustentada en la venta de armas y explotación a otras naciones, que ya empieza a fragmentarse y que les va a ser muy difícil sustentar en el tiempo.
Ese resquebrajamiento social lo aprecia cualquiera que con cierta regularidad vea las informaciones que de allí salen a los medios, con todo y la censura que se impone.
La violencia campea a todos los niveles, en las escuelas, en las iglesia, en los grandes centros comerciales, en cualquier sitio donde la gente se aglomere con fines recreacionales. Nadie se siente seguro, el miedo se apodera de todos los sectores y equivocadamente, para sentirse seguros, se arman y los gobiernos, porque para ellos, eso es un negocio, les permiten a sus ciudadanos armarse hasta los dientes y son complacientes con el consumo de drogas.
Las estadísticas recogen las escalofriantes cifras:
"Estados Unidos, el país con más armas que ciudadanos
Un informe independiente señaló que hay 120 armas por cada 100 estadounidenses.
"En 2021, más de 46 millones de personas en los Estados Unidos padecían de al menos un trastorno por consumo de sustancias. Los trastornos por consumo de sustancias se definen en parte por el consumo continuado de sustancias a pesar de las consecuencias negativas".
Fíjense, son estadísticas de 2021, es decir atrasadas, todavía el Fentanilo no había aparecido con la fuerza que hoy tiene y otras drogas que ya están en el mercado, agregándose que ahora, contrario a los estudios de sus propios investigadores, que la consideran negativa, han encontrado propiedades milagrosas para la Marihuana, ahora es medicinal, para aprovecharse economicamente de sus ventas, sin importarle los daños a su propia juventud.
Sus propios investigadores han llegado la conclusión de que:
Salud cerebral: La marihuana puede provocar una pérdida permanente de coeficiente intelectual de hasta 8 puntos cuando las personas comienzan a consumirla a una edad temprana. Estos puntos de coeficiente intelectual no se recuperan, incluso después de dejar de consumir marihuana.
Si a estos indicadores le sumamos la descomposición política, observamos como los estadounidenses están sobre un verdadero caldero, que en cualquier momento explotará.
Vean lo que sucede hoy, eligen un presidente, amoral, lujurioso, que amasó fortuna sobre la base de negocios de dudosa honestidad y que con aires de reyezuelo, amenaza, amenaza a quien se le antoja:
A los mexicanos con imponerles impuestos desorbitantes y tratan de culparlos por la adicción colectiva al Fentanilo y cambiarle el nombre al Golfo de México; a los migrantes, que ellos mismos han aceptado y explotado, con deportarlos; a Panamá con quitarle el Canal y volverlo a poner al servicio de sus intereses; a Dinamarca con quitarle a Groenlandia por razones geopolíticas, a Venezuela, para obtener petróleo gratuito; a los palestinos, por no dejarse esclavizar por Israel; apoyo a dictadores de toda calaña siempre y cuando le permitan tener bases militares norteamericanas y pare de contar.
El mismo Trump, no se ha colocado la investidura presidencial todavía, y ya le echa leña al fuego, para seguir atizando el Odio, sentimiento que lo aísla y que puede llevárselo como pluma al viento.
Ya por ejemplo, despidieron y recibieron el año con dos atentados, todo a mi juicio producto de ese caldero de violencia que ellos mismos están condimentando:
"Un camión atropelló a una multitud en las calles Canal y Bourbon, en el Barrio Francés de Nueva Orleans, Estados Unidos, en la madrugada de este miércoles 1 de enero. Al menos 15 personas murieron y más de 30 resultaron heridas. El FBI considera el hecho un "acto de terrorismo" y confirmó que el responsable llevaba en el vehículo una bandera del yihadista Estado Islámico".
"Alarma por la explosión de un auto de Tesla frente a la Torre Trump en Las Vegas: hay un muerto, varios heridos y no descartan un ataque terrorista"
Extraña coincidencia, frente a la Torre que lleva el nombre del próximo presidente y en el auto Tesla, producido por la empresa de su máximo colaborador, Elon Musk.
Así que estos dos últimos eventos presagian nada alentador para una sociedad descompuesta, con un liderazgo de baja credibilidad; un sistema económico caduco que acude a cualquier cosa para mantenerse a flote, como la venta de armas, drogas y ahora robando bienes y recursos a otras naciones. Amanecerá y veremos, dicen en Venezuela y lo hechos a futuro mostraran con creses lo que estamos describiendo y augurando.