Y verdaderamente se creyeron el cuento de que Zelaya iba a aterrizar sin ningún contratiempo en el aeropuerto y que las fuerzas armadas cederían ante las ilusas peticiones de reflexión de este señor vestido de cowboy a la usanza gringa. Cuando se intenta conseguir derrotar al enemigo, dice el mero sentido común, que a este no se le puede suministrar abiertamente lo que se intenta hacer para lograr un objetivo, o al menos se le debe engañar con información falsa, digo yo.
La intención primordial de las Fuerzas Armadas de no permitir la entrada del presidente depuesto, se cumplió a cabalidad, y era de esperarse que harían hasta lo imposible para conseguir su objetivo, aun el de derramar la sangre del pueblo, tal como lo anunció sin tapujos el cardenal de Roma, al saber que: “si Zelaya entra nos caemos”, dado que el pueblo estaba dispuesto a inmolarse a favor de la reposición de su ahora líder en la presidencia de Honduras.
El objetivo de Zelaya fracasó, al no permitírsele a la inmensa manifestación del pueblo ocupar las áreas del aeropuerto internacional, y tal vez al no verse correr a raudales la sangre de los todavía ingenuos integrantes de las mayorías, engañadas por siglos por los que han ostentado el poder y los recursos.
Siempre se nos ha dicho que en la democracia el poder reside en el pueblo, pero las evidencias históricas nos muestran que el poder lo tienen quienes manejan los recursos y las armas: que no están en manos del pueblo sino en manos de los oligarcas y de las “Fuerzas Armadas”. Al pueblo solo le toca poner los muertos y derramar su sangre, para conseguir al menos acceder a los “medios” que llenan sus mentes y corazones de falsedades y de ilusiones que nutren su inalcanzable paraíso.
Lo obvio de lo que sucede en Honduras y que se dice a cada rato, es que el Imperio Mundial, liderado por EEUU, es el culpable y promotor de este golpe de las fuerzas armadas Hondureñas (innegablemente sumisas al Imperio). Y la orden que han suministrado a estas fuerzas armadas es la de no ceder ni un ápice, aun a costa de una inmensa cantidad de muertos.
El Imperio está enviando un mensaje bien claro a los países que se han atrevido a comenzar a despertar a las masas de su onírico sueño de paraíso Mayamero (sembrado en las mentes y corazones a través de los medios y la religión), y ese mensaje es: “lo que intentamos con Venezuela y Bolivia, no volverá a fracasar, porque no valdrán los alzamientos pacíficos de los pueblos, y esas naciones así como Nicaragua y Ecuador van a probar la misma medicina de nuestra “Democracia plantada por las armas del ejercito”. Miren que no nos han importado los millones de muertos sembrados en Hiroshima y Nagasaki, en Vietnam, en Iraq, en Afganistán, en palestina con nuestro socio Israel, hemos pasado por encima de los muertos de los pieles rojas, actualmente sobre los muertos de los indios del Perú….., así se levanten las oeas, las albas, las onus o las rezanderas del vaticano
Ya es hora de colocarle el “antivirus” a nuestras “Fuerzas Armadas” para limpiarlas de los infiltrados “estudiosos de la Escuela de las Américas”. Mucho guillo señor Presidente.
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