Buenos Aires, diciembre 3 - Argentina integra con Suiza, Islandia y Dinamarca, el reducido grupo de países que han eliminado las grasas trans de los alimentos industrializados, resaltó hoy el ministerio de Salud de la nación sudamericana.
En Argentina se aplicará a partir del 10 de diciembre la reforma al Código Alimentario que prohíbe fabricar y comercializar alimentos que contengan trans de origen industrial.
En Brasil existe una ley similar a la de Argentina pero su aplicación está suspendida hasta que se avancen en acuerdos con la industria, compararon los funcionarios del Ministerio de Salud. A su vez, Chile y Ecuador sancionaron un régimen similar en 2012 pero con un plazo de transición hasta 2016, explicó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud.
Argentina es un país en desarrollo que puede ser replicado por otros países en desarrollo, por eso la prohibición de las grasas trans en sus alimentos es un modelo a exportar", resaltó Laspiur.
Los únicos países que han prohibido el uso de grasas trans en la producción industrial de alimentos son Islandia, Suiza y Dinamarca, país que fue pionero a partir de 2003.
"En el Mercosur hubo avances al comienzos pero después el cambio quedó estacando, porque no ha madurado la reglamentación con la industria, excepto en Argentina", explicó Pier Balladelli, representante de la OPS (Organización Panamericana de la Salud).
Balladelli coincidió que la ley argentina es "un modelo que abre fronteras en forma recreativa y apunta al bien público global".
La prohibición de las grasas trans evitará alrededor de 1.500 muertes y 5 mil episodios cardíacos en el país, estimó Jaime Lazovski, subsecretario del Ministerio de Salud.
El funcionario subrayó que la nueva legislación es producto de "una mesa de discusión ampliada y participativa", con las principales cámaras industriales del sector alimenticio y las entidades científicas, que permite aplicar la nueva normativa sin conflictos con el sector privado. Lazovski también resaltó las campañas oficiales para eliminar la sal de la producción industrial de alimentos, especialmente de productos panificados.
Las grasas trans ya han sido reemplazadas por aceite de girasol alto oleico o de oliva en la producción de alimentos industrializados en Argentina, excepto los productos de panadería y en menor medida en alfajores y barras de cereal.
Por el contrario, el cumplimiento ya es del 100 por ciento margarinas y aceites y del 99 por ciento en papas fritas, snacks y prefritos, según el informe que distribuyó hoy el Ministerio de Salud.
Adolfo Rubinstein, director del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (asociado a la Facultad de Medicina) precisó que la grasas trans de origen industrial son responsables de 1500 muertes asociadas a enfermedades coronarias, 2880 infartos agudos de miocardio y más de 1000 anginas inestables, en Argentina.
Las cifras surgen de una investigación del instituto financiada por Canadá, explicó Rubinstein.
El sistema sanitario argentino se ahorrará "hasta 100 millones de dólares" de eliminarse estos eventos coronarios agudos, señaló el profesional.