Caracas, noviembre 11 - Tal día como hoy, hace 11 años, murió en un hospital de París, el líder palestino Yasser Arafat, quien durante más de cuatro décadas encarnó la resistencia de su pueblo luchando incansablemente por la creación de un Estado palestino independiente.
Nació el 24 de agosto de 1929 en El Cairo, capital de Egipto. Hijo de Abdel Raouf al-Qudwa al-Husseini, un palestino de Gaza, y de Zahwa Abul Saud, palestina de Jerusalén.
Tras el fallecimiento de su madre, se trasladó a la Ciudad Santa de Jerusalén, ocupada por los británicos, donde aprendió los preceptos del Corán y la experiencia de sentirse extranjero en su propia tierra.
En 1948 deja la Universidad de El Cairo, donde cursaba la carrera de Ingeniería civil, para integrarse a la lucha de los árabes contra Israel, una vez producida la retirada de las tropas británicas del territorio Palestino.
Tras la derrota árabe, en 1950, retorna a El Cairo, a proseguir sus estudios. En 1952 es nombrado presidente de la Liga de Estudiantes Palestinos de la Universidad del Cairo.
Obtenido el título de Ingeniero Civil, en 1958 se traslada a Kuwait, en donde junto a un grupo de palestinos funda el Movimiento FATAH (acrónimo en árabe de Movimiento de Liberación Nacional), con el objetivo de ver libre a su amada patria. La organización se caracterizaba por la independencia con respecto a los gobiernos árabes.
En verano de 1964 funda la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con el apoyo del presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser. La OLP inicia la lucha armada contra las fuerzas de ocupación israelí en 1965.
Fue presidente de la OLP, obtuvo el Premio Nobel de la Paz y Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, y en 1996, convocó elecciones democráticas en Cisjordania, en las que fue elegido primer Presidente de Palestina.
Su muerte, ocurrida cuando contaba con 75 años de edad bajo extrañas circunstancias, planteó interrogantes que no habían sido respondidas, hasta que, tras ser exhumados sus restos, un grupo de científicos suizos presentó un informe que el líder palestino fue envenenado con polonio radiactivo, hallándose en las muestras examinadas cantidades de tal elemento que superaban al menos en 18 veces los niveles tolerables.
Posteriormente, el gobierno de Israel admite su culpa en este asesinato. Cuando su presidente para el momento Shimon Peres, señala que Arafat no se debió haber “eliminado”.
En su declaración, Peres afirmó que no “se debería haber eliminado a Arafat, pues con él se podía intercambiar (opiniones)”. La muerte de Arafat ha generado una situación más difícil y compleja, añadió para ese entonces.