10 de enero de 2015.- Stephen O’Brien, coordinador humanitario de la Organización de las Naciones Unidas, informó el pasado jueves sobre algunos de los efectos devastadores que está dejando el fenómeno climatológico El Niño en distintas regiones del planeta, por lo cual instó a generar medidas de acción.
“Si actuamos ahora salvaremos a muchas personas y sus medios de vida y evitaremos emergencias humanitarias más graves. En algunas regiones millones de personas ya experimentan inseguridad alimentaria causada por las sequías relacionadas con El Niño”, dijo O’Brien en una reunión informativa realizada por el ente internacional para reiterar la alarma mundial que existe alrededor del fenómeno meteorológico.
“En otras partes del mundo contamos con un margen muy reducido para prepararnos para lo que sabemos que ocurrirá dentro de unos meses”, reseñó la ONU en su página oficial.
El también responsable de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), señaló que la fuerza del actual episodio de este fenómeno ha colocado al mundo en una situación desconocida, ya que sumado al cambio climático que atraviesa el planeta, hace menos predecible su impacto.
Igualmente, O´Brien expresó su especial “preocupación por los países de Centro y Sudamérica, de la región del Pacifico y del este y occidente de África”, agrega la nota.
Las constantes lluvias registradas la última semana del año 2015, en Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay dieron como resultado el desbordamiento de distintos ríos de la región dejando a más de 170 mil personas desplazadas.
Asimismo, destacó que los otros países Centroamericanos que se encuentran en situación vulnerable son Honduras, Guatemala, El Salvador y Haití, los cuales registraron niveles de sequía entre los meses de marzo y septiembre del año pasado, lo que provocó pérdidas significativas en cosechas, aumentando así la grave situación alimentaria de estos países.
Recordó que en Haití alrededor de 3 millones de personas, sufren inseguridad alimentaria, mientras que en Centroamérica hay más de cuatro millones de personas que afectadas por una de las sequías más severas en la historia de la región.