18 de julio de 2018.-
Por unanimidad, el Senado aprobó una moción que condena los hechos de represión que tienen lugar en Nicaragua, exigiéndole al Gobierno "el cese inmediato de la violencia contra el pueblo nicaragüense".
La iniciativa expresa una "enérgica condena" ante lo que considera una "reiterada violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales". A su vez, insta al Ejecutivo de Daniel Ortega a participar de instancias de diálogo y demanda la realización de elecciones libres y transparentes.
Dicha moción, que obtuvo el respaldo de todos los partidos políticos, fue presentada por el oficialismo. La propuesta de la oposición, en tanto, reclamaba "la renuncia inmediata del presidente Daniel Ortega".
"Es un régimen que además de corrupto y depredador del medio ambiente, es autoritario y violento", opinó el senador independiente Pablo Mieres.
"No se puede decir que este es un régimen popular, es populismo y del más duro", afirmó el senador nacionalista Lacalle Pou. Mientras que su compañero de bancada Jorge Larrañaga cuestionó al papa Francisco por haberse "lavado las manos en este conflicto".
En tanto, el senador colorado José Amorín Batlle aseguró que es necesario condenar al Gobierno de Nicaragua "con la misma fuerza y entusiasmo con que condenábamos a la dictadura de Somoza".
"Nuestro desacuerdo con lo que pasa en Nicaragua es por izquierda", dijo la senadora oficialista Constanza Moreira.
"Me impresiona cómo por derecha se alzan las voces contra Venezuela, pero nunca contra Colombia, México o Guatemala", agregó.
En tanto, su compañera de bancada Mónica Xavier se refirió a la "consternación que a las fuerzas progresistas nos da la desviación de un proceso de esta naturaleza".
"Recuerdo nombres y compañeros que dejaron la vida en Nicaragua peleando por un sueño", declaró el senador y expresidente José Mujica.
"Siento que algo que fue un sueño, se desvía, cae en autocracia y entiendo que quienes ayer fueron revolucionarios, perdieron el sentido de que en la vida hay momentos en los que hay que decir ‘me voy’", señaló.
La crisis social y política que vive Nicaragua ha desatado desde abril numerosas protestas, las que son fuertemente reprimidas por fuerzas policiales, militares y paramilitares. Se estima que, hasta el momento, la cifra de muertos asciende a 300.