9 junio 2019 - El escándalo rodea la justicia en Brasil y Latinoamérica por una explosiva nota que revela el entramado y las motivaciones detrás de los fiscales y jueces responsables de la operación Lava Jato en Brasil, apuntando a que el fin era desactivar la candidatura presidencial de Lula da Silva.
El informe del periodista Glenn Greenwald, reconocido por dar a conocer las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje norteamericano, obtuvo los chats de numerosas conversaciones a través de la aplicación Telegram entre fiscales y jueces que darían credibilidad a las teorías de los adherentes del expresidente brasileño que acusaban que el operativo anticorrupción también estaba impulsado por ideologías políticas que buscaban atacar al partido de Lula, el PT.
Dentro de los mensajes hay, por ejemplo, una conversación entre el procurador en jefe de la Operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, con otro fiscal donde avalaba que el objetivo principal era impedir el retorno del PT al poder, y que "rezaban" para que ésto no sucediera.
Los chats filtrados "más parecen una sesión en la sala de guerra entre operativos y estrategas anti-PT que reuniones de persecutores neutrales", comenta el reportaje.
También muestra cómo los fiscales se coordinaron para contraatacar y revertir una decisión de la Corte Suprema que permitía que un diario brasileño entrevistara a Lula en la cárcel un poco antes de las elecciones: "La decisión no tiene fecha, entonces podemos programarla después de la elección y aún estaríamos cumpliéndola", sugirió en ese momento el fiscal Athayde Ribeiro Costa, entre otras estrategias.
Otros registros de conversaciones mostrarían cómo el exjuez de la causa Sergio Moro, premiado con el cargo de ministro de Justicia de Brasil por Bolsonaro, le indicaba en secreto estrategias y consejos a los fiscales que llevaban la causa, filtrando además las nuevas líneas de la investigación, lo que transgredería la obligación de un juez de ser neutral e imparcial.
En los chats secretos además se revelaría que Dallagnol, el fiscal jefe de la causa, expresaba sus dudas por las dos principales pruebas que lograron la condena a Lula.