19 de septiembre de 2023.- Previo a la Asamblea General, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, aseguró que “no tiene ningún poder”.
Cuando se le preguntó en una entrevista con la CNN sobre el poder ejecutivo que tiene sobre el cónclave de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Guterres dijo tajantemente: “Ningún poder en absoluto”.
“El secretario de las Naciones Unidas no tiene poder y no hay dinero”, remarcó el líder portugués.
Además, afirmó que la ONU únicamente tiene una voz. “Esa voz puede ser fuerte y tengo la obligación de hacerla fuerte”, subrayó.
El debate general para el 78.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) comenzó esta semana, donde los líderes de diversos países del mundo tienen la oportunidad de transmitir sus planes, preocupaciones y llamados a la acción ante problemáticas globales.
Guterres destacó el poder de los Estados miembros, sin embargo, reconoció que el ejercicio de este poder está bloqueado debido a la división entre las superpotencias desde la Segunda Guerra Mundial.
El llamado de Antonio Guterres abarca la necesidad de hacer un cambio estructural en la ONU para reconfigurar las prioridades del ente mundial, dice una experta.
Este año, se espera que unos 150 líderes de los 193 miembros de la ONU asistan a la Asamblea General. Es un momento importante porque se abordarán los asuntos de paz y seguridad internacionales de los que no se ocupa el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, además de aprobar el presupuesto anual de la organización.
La ONU, ¿una organización todavía con poder?
Naciones Unidas celebra el 78.º período de sesiones de la AGNU con las mismas preguntas de cada año como telón de fondo. ¿Cuál es la utilidad actual de las Naciones Unidas? ¿Es una organización obsoleta, que no tiene poder? ¿Por qué a pesar de todos sus intentos no obtiene resultados?
La ONU fue creada después de la Segunda Guerra Mundial, en junio de 1945, para mantener la paz entre las naciones, no obstante, ha fracasado en esa misión en muchas ocasiones.
Y su Consejo de Seguridad, órgano ejecutivo de la organización, ha guardado silencio en otras muchas frente a conflictos internacionales que, en principio, tenía que evitar o resolver. El mejor ejemplo de ineficacia de la ONU fue autorizar la agresión contra Irak y la de Libia.