18 de mayo de 2024.- Héroe nacional nicaragüense, revolucionario y líder guerrillero durante la ocupación del ejército de los Estados Unidos. Es un referente ideológico del Frente Sandinista de Liberación Nacional –FSLN- y una de las figuras más representativas de las luchas latinoamericanas.
Augusto Nicolás Calderón Sandino, conocido como Augusto Cesar Sandino nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya.
Fue hijo de Gregorio Sandino y Margarita Calderón, su padre era un adinerado cultivador de café y su madre una campesina quien trabajaba como empleada en la plantación de su padre.
Desde muy pequeño, Augusto trabajó durante sus primeros años, junto a su madre en algunas plantaciones de café en el pacífico nicaragüense.
A la edad de 9 años fue enviado junto a su abuela materna y luego a su familia paterna en donde trabajó como peón para poder pagar sus gastos básicos.
A partir de 1920 empezó a laborar como minero en Nicaragua, Honduras y México, regresando a su país en 1926.
Meses después decidió alzarse en armas con algunos trabajadores del mineral de San Albino, siendo esa la primera derrota que sufrió.
En 1927 se convirtió en el jefe liberal durante la guerra civil nicaragüense, los próximos seis años se dedicó intensamente a la lucha para lograr sacar al ejercito de Estado Unidos de su país.
Consiguió aglutinar alrededor de 3000 personas, ganando la admiración y el apoyo popular.
El grupo insurgente que Sandino conformó, logro refugiarse en las selvas de Nueva Segovia. Esto convirtió a este ejército revolucionario en una fuerza invencible.
Tras una ardua lucha en 1933, lograron su objetivo; el ejército de Estados Unidos se retiró de Nicaragua. Sacasa asumió la presidencia y el «general» Anastasio Somoza García la jefatura de la Guardia Nacional.
Sandino viajó a Managua en febrero y firmó un tratado de paz. Meses después regresó nuevamente a esta ciudad, debido a los abusos que estaba cometiendo la guardia nacional en contra de las personas que lucharon junto a Augusto, regresando a casa sin respuesta alguna.
Decidió negociar con el presidente Juan Bautista Sacasa, para que cesara la hostilidad en contra de su gente. Fue asesinado a traición por la guardia de Somoza, el 21 de febrero de 1934.
En 1979, el Frente Sandinista de Liberación Nacional puso fin al régimen somocista. Su legado sigue vigente y es una la de las figuras más importantes de este país centroamericano, junto al poeta Rubén Darío.