21 de julio de 2024.- Los países en desarrollo se enfrentan a la peor crisis de deuda de la historia y casi la mitad de sus presupuestos se gastan en pagar a sus acreedores, según un estudio.

El informe , elaborado por el grupo de campaña Debt Relief International para Norwegian Church Aid, dice que más de 100 países están luchando para pagar sus deudas, lo que les lleva a recortar la inversión en salud, educación, protección social y medidas contra el cambio climático.

Según el estudio, el servicio de la deuda está absorbiendo el 41,5% de los ingresos presupuestarios, el 41,6% del gasto y el 8,4% del PIB en promedio en 144 países en desarrollo.

Dijo que sin una acción urgente los problemas persistirían hasta la década de 2030, y que las presiones eran mayores que durante la crisis de deuda latinoamericana de 1982 y la crisis de deuda de la década de 1990. Esto último impulsó el alivio en el marco de la Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (HIPC).

En 2020, el grupo G20 de los principales países desarrollados y en desarrollo lanzó el marco común, un esquema diseñado para acelerar y simplificar el proceso de alivio de la deuda. Sin embargo, el progreso ha sido mucho más lento de lo esperado, lo que refleja el hecho de que gran parte de la deuda de los países pobres ahora se debe a China y a los tenedores de bonos privados.

El informe decía que el marco común estaba “muy por debajo de las expectativas en términos de puntualidad, participación de los acreedores y escala del alivio proporcionado”.

Los países seguirían pagando un promedio del 48% de sus ingresos presupuestarios por el servicio después del alivio y, como resultado, pocos solicitaban unirse al proceso.

Matthew Martin, uno de los autores del informe, pidió al nuevo gobierno que legisle para evitar que los llamados fondos buitre (fondos que compran deuda a bajo precio y luego buscan obtener ganancias con ella) utilicen los tribunales del Reino Unido para demandar a los países pobres.

"Ahora tenemos la peor crisis de deuda de la historia, en gran parte porque cada vez más países han acudido a los mercados de bonos internacionales y han desarrollado mercados de bonos nacionales para financiar su desarrollo", dijo Martin.

“Hay tres cosas que el nuevo gobierno del Reino Unido puede hacer como prioridades: aprobar una ley de fondos buitre para presionar a los acreedores comerciales para que proporcionen alivio de la deuda; insistir con el G20 en que haya una revisión independiente fundamental del Marco Común para que cancele el servicio de la deuda para que los gobiernos puedan gastar más en la lucha contra el cambio climático y la desigualdad; y cancelar ahora el servicio de la deuda de las islas del Caribe afectadas por el huracán Beryl”.

Dagfinn Høybråten, secretario general de Norwegian Church Aid, dijo: “Una carga de deuda elevada supone una enorme carga para la economía de un país y afecta primero a los sectores más pobres de la población mediante recortes en el gasto social, educativo o sanitario para pagar las deudas.

“Una crisis de deuda paraliza y socava todos los demás esfuerzos de desarrollo. La crisis de 1982 duró más de 20 años con mucho sufrimiento antes de que finalmente se resolviera en 2005. No tenemos una generación para abordar esta nueva crisis de deuda”.