11 de noviembre de 2024.- Las calles de la capital de Haití amanecieron hoy desiertas, los barrios en silencio y la vida cotidiana paralizada, porque las pandillas siguen descontroladas sin importarles las redadas policiales.
El primer día de clase de la semana ya se da por perdido, pues las escuelas permanecen cerradas, y los padres prefieren dejar a los niños en casa a exponerlos a una bala sin rumbo.
La parálisis que sufre hoy Puerto Príncipe tiene un gran impacto en las familias, que ya enfrentan dificultades económicas y problemas de seguridad.
En los barrios de Croix-des-Bouquets, Santo, Bon Repos, Lilavois y la Plaine du Cul-de-Sac, las calles están prácticamente desiertas, sin tráfico, ni transporte público.
El Carrefour Aéroport, centro neurálgico de la capital, también está paralizado, puntualizó el diario digital Haití Libre.
Esta mañana, se escucharon intensos disparos en zonas sensibles como Vivi Mitchell, Tabarre y Clercine, exacerbando el miedo de los residentes.
Este escenario está acompañado de una inesperada destitución del primer ministro, Garry Conille, por parte del Consejo Presidencial de Transición, un hecho que agudiza la crisis política en la llamada Perla de las Antillas, y que ya algunas emisoras locales insinúan que se trata de un golpe de Estado anticonstitucional.