3 de enero de 2025.- En Argentina, denunciar el sufrimiento del pueblo palestino y calificar como genocidio las acciones de Israel puede llevar a una persona a enfrentar procesos judiciales e incluso condenas.
La Sala II de la Cámara Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires condenó al dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Alejandro Bodart, a seis meses de prisión en suspenso por publicaciones realizadas en 2022, en las cuales denunciaba el genocidio contra el pueblo palestino y que fueron calificadas como “antisemitas”.
En mayo de 2022, Bodart escribió en la red social X mensajes como: “Sionistas=Nazis”, “74 años de la catástrofe que vive el pueblo palestino, a manos del Estado racista y genocida de Israel” y “La llave, símbolo de sus casas y tierras robadas, está presente en cada lucha. Por una Palestina laica y democrática, del río al mar”.
Esas publicaciones motivaron la denuncia de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) bajo la Ley Antidiscriminatoria 23.592. A través de una carta documento, esta solicitó al dirigente social retractarse, algo que Bodart rechazó.
Bodart es apoyado por un grupo de personas que critican el modo de actuar del Gobierno argentino y las políticas genocidas de Israel contra el pueblo palestino, las cuales son respaldadas por Javier Milei.
A través de un comunicado, Bodart se refirió a las instancias judiciales previas en las que había sido absuelto. “El primer juez no encontró delito y la descartó. La segunda instancia incluyó un juicio, presentamos testigos prestigiosos, como el Premio Nóbel de la Paz (Adolfo) Pérez Esquivel e integrantes de la comunidad judía. También fui absuelto. Y sin embargo, las apelaciones siempre encuentran algún tribunal”.
El dirigente aseguró que agotará todas las vías judiciales disponibles y llevará el caso hasta la Corte Suprema de Justicia si es necesario.
La condena a Bodart fue respaldada por los jueces Ignacio Mahiques y Jorge Atilio Franza, quienes fundamentaron que sus publicaciones constituían el delito de discriminación denunciado por la DAIA, mientras que la jueza Patricia Ana Larroca votó en disidencia.
De acuerdo con los magistrados que avalaron la condena, las expresiones de Bodart adquirieron un carácter discriminatorio por la forma en que fueron manifestadas.
En ese momento el exlegislador respondió que no eliminaría los mensajes y denunció la “actitud antidemocrática permanente de buscar acallar toda voz crítica nos reafirma, precisamente, en la convicción política de que el autoritarismo es un componente intrínseco del sionismo”.
