LOS MEDIOS ALTERNATIVOS Y LAS JORNADAS DE ABRIL DE 2002
En 2014, la Asamblea Nacional anterior, decretó el día 12 de abril como "Día de la Comunicación Popular". Lo hicieron con el propósito de institucionalizar el reconocimiento del rol de la comunicación popular frente al silencio y tergiversación informativa impuestos por el cerco mediático golpista en abril de 2002. Aunque para los comunicadores y comunicadoras populares nuestro día referencial ha sido siempre el día de la respuesta del pueblo bolivariano protagonizado el 13 de Abril.
El 12 de abril de 2002, las grandes corporaciones de la prensa nacional y mundial, cómplices del golpe, silenciaban a la gran mayoría de la población y le mentían al mundo sobre lo que pasaba en Venezuela, como lo hicieron en los días 11, 12 y 13.
Mientras tanto, los medios comunitarios, alternativos y populares en general, en sus diferentes modalidades, se esforzaban por mostrar la realidad del golpe de Estado asestado contra la voluntad y el voto del pueblo venezolano, que denunciaba la conspiración política-empresarial-militar y exigía la reposición del presidente constitucional secuestrado, Hugo Chávez, en el poder gubernamental.
Se destacaron en ese papel medios populares como la Radio Fé y Alegría (con una orientación cristiana de base) y la página Web Antiescualidos.com, la Radio Alternativa de Caracas (allanada por los golpistas en aquellos días, pero cerrada años después por la CONATEL oficial para complacer apetitos burocráticos), por mencionar algunas. Queremos resaltar también a aquellos comunicadores del movimiento popular y trabajadores gráficos que dieron su aporte desde Instituto Municipal de Publicaciones (la Imprenta Municipal), especialmente en la madrugada del día 11; el empeño del fallecido "Negro" Villafaña y otros compañeros y compañeras con la red de mensajería a través de los celulares y del correo electrónico, así como la articulación de motorizados radio-bemba y distribuidores de pequeños volantes en los corredores de los barrios, sus veredas y callejones.
Logo de Aporrea cuando aún se identificaba como Asamblea Popular Revolucionaria Credito: Aporrea.org |
EL SURGIMIENTO DE APORREA
Aporrea aún no existía, pero su creación comenzó en la madrugada del 12 de abril, con el objeto de servir como instrumento de resistencia, informativo y comunicativo a la Asamblea Popular Revolucionaria, instancia de articulación de los movimientos populares de Caracas contra el golpe. De ahí viene el nombre de Aporrea y su partida de nacimiento.
Hemos relatado cómo algunos de los fundadores de Aporrea.org participamos en la elaboración y distribución de los volantes que convocaron al “tapón popular” en Puente Llaguno, la Av. Baralt y Miraflores para defender al gobierno constitucional del Comandante Chávez. Esa convocatoria se hizo incluso en discrepancia con los lineamientos oficiales (inicialmente) y ante la pasividad de los medios del Estado en el transcurso del golpe, en cuanto a la movilización popular. Por eso no nos podían calificar simplemente como “oficialistas” aunque sí nos reivindicábamos chavistas, y lo seguimos siendo, pero actuábamos con criterio propio. Es decir; siempre fuímos “realengos”, como se dice en criollo.
Veníamos de otras experiencias comunicacionales, como periódicos de izquierda, del movimiento obrero y programas radiales como el de la Red Venezolana Contra la Deuda en la Radio Alternativa de Caracas que funcionaba en uno de los PH de los edificios de Parque Central.
Creemos que la comunicación popular ayudó al pueblo a ser más consciente de lo que pasó el 11 A, ante la instalación de la dictadura Carmoníaca (como la denominábamos nosotros), terrible en su brevedad. Y la comunicación alternativa, muy ligada al activismo popular revolucionario, animó y acompañó a ese pueblo en su acción insurreccional del 13 de abril, cuando se lanzó a las calles para rescatar a Chávez.
La repotenciación revolucionaria que provocó el 13 de abril, dió lugar a una expansión y fortalecimiento de los medios comunitarios y alternativos, que tuvieron un nuevo florecimiento a partir de ese momento. Y eso ocurrió con el empuje, la creatividad y la iniciativa espontánea del activismo comunitario y de los movimientos sociales, provocándo fenómenos no previstos por los propios actores de los hechos. Por ser así, Aporrea, que apareció como tal el 14 de mayo para servir de cartelera a la promoción de un “Encuentro Nacional de Organizaciones Populares con Chávez” a efectuarse en septiembre, se fue convirtiendo en un medio de comunicación masivo del pueblo bolivariano en revolución.
La dinámica natural del pueblo en lucha en la etapa post golpe, llevó a combinar la publicación de documentos para ese Encuentro con las noticias de calle que llegaban desde el protagonismo de la gente, con denuncias y alertas de inteligencia social, y con numerosos artículos generados en el seno de la vanguardia popular y los movimientos, para la reflexión y el debate. Eso transformó a Aporrea.org en mucho más que lo que pretendió ser en un principio e hizo surgir su primer lema: “¡Rompiendo el Cerco Mediático!”. Hoy lo decimos en plural, hablamos de “cercos mediáticos”.
Era más corta la distancia, en ese tiempo, entre el punto de vista colectivo popular y el discurso gubernamental, porque había una inmensa identidad Chávez-Pueblo y el cerco a vencer era el de los dueños de los grandes medios privados; el de la hegemonía comunicacional del capital.
El activismo popular genuino, no corporativizado, no cooptado, tenía espacio a sus anchas en los medios de comunicación del Estado y en sus recursos para la difusión, pues por ejemplo, las imprentas municipales estaban abiertas a las publicaciones de las organizaciones de los diversos sectores del pueblo, con muy pocos condicionamientos e interferencias de los funcionarios. En ese tiempo surgieron centenares de radios comunitarias por doquier e incluso televisoras, se fundaron redes y asociaciones nacionales de medios comunitarios y altenativos, y Aporrea fue parte de todo eso.
AVANCES Y TRABAS PARA EL DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN POPULAR Y ALTERNATIVA
Pero este avance en la construcción del sistema de comunicaciones del poder popular, aunque encontraba condiciones favorables en el marco institucional, siempre tuvo que confrontar presiones que buscaban su asimilación y utilización por el aparato del Estado.
Es algo que está planteado hoy con plena vigencia, porque hasta la celebración del Dia de la Comunicación Popular nos ha sido usurpada por el aparato del Estado y por el funcionariado gubernamental, que es quien monta los actos y decide la participación y las vocerías, despojando de toda independencia al movimiento comunicacional. No fue la Comunicación Popular Autónoma
Y todo esto tiene sus antecedentes. Cuando se dió el caso de la supresión de la concesión de RCTV, a raíz de su compromiso con el golpe, la consigna de los medios comunitarios fue en favor del control social de los medios de comunicación y no su absorción por el Estado. Decíamos: “Ni privados ni del Estado, de la Comunidad”. Se produjo una ocasión expectacular con la creación de la Televisora Venezolana Social (TEVES) que en un principio se concibió como abrierta a la participación de la sociedad y de los medios alternativos, pero que nació con muchas limitaciones y dificultades, por lo que a pesar de los esfuerzos iniciales, finalmente no logró garantizar ese perfil y en lugar de ser social se convirtió en otro medio estatal-funcionarial, y peor aún, se le critica haber adoptado en los últimos años los rasgos típicos de una televisora comercial convencional. Eso no pudo ser compensado por la creación de Vive TV porque también ahí, la comunicación popular y de los movimientos sociales fue perdiendo su presencia original.
En 2012, Chávez tuvo la sensibilidad de recoger elementos centrales de nuestra visión de la comunicación en el Programa de la Patria, especialmente en el objetivo 2.5.7.3 que se propone (o se proponía) “Consolidar la regulación social de los medios de comunicación como herramienta para el fortalecimiento del Poder Popular, promoviendo e impulsando el Sistema Nacional de Comunicación Popular (radios y televisoras comunales, periódicos comunitarios, ambientalistas, obreros, juveniles, partidistas, sindicales, campesinos, entre otros) como espacio para la articulación de significados y relaciones producidas desde la práctica de la comunicación social y humana, con el fin de transformar la realidad desde el Poder Popular organizado”.
Es indudable, a estas alturas, que este objetivo del programa comunicacional fue congelado y peor aún, como muchos pensamos que sucede con el conjunto del Programa de la Patria, podríamos decir que entró hace tiempo en una fase de deconstrucción.
La crisis de la conducción del proyecto de la revolución bolivariana le abrió una nueva brecha a la ofensiva de las fuerzas políticas oligárquicas que otras veces fueron derrotadas. Y con ello se plantea la retoma del rol de la comunicación popular.
LA OPORTUNIDAD DE LA LEY DE COMUNICACIÓN DEL PODER POPULAR
Sin embargo, la Ley de Comunicación del Poder Popular; aprobada tardíamente por la Asamblea Nacional de mayoría bolivariana, antes de pasar a manos de la MUD, en diciembre de 2015, vino a replantear la posibilidad de retomar ese camino, aunque todavía “duerme el sueño de los justos” frente a la falta de voluntad política gubernamental para su aplicación, las trabas burocráticas y el debilitamiento de la comunicación popular como movimiento autónomo. No dudamos de que la MUD, mayoritaria hoy en la AN, tiene su liquidación o anulación en la mira, pero también hay quienes quisieran dejarla morir de mengua o neutralizarla.
Esta Ley no salió de la cabeza de los diputados y diputadas, sino de lo concebido y acumulado por el proceso democrático, participativo y protagónico de comunicadores y comunicadoras populares a través de asambleas, talleres, encuentros y congresos, que produjeron los principales elementos del Proyecto de Ley, discutidos en múltiples escenarios y con movilizaciones de calle que auparon la propuesta.
Hoy le buscan la vuelta a este instrumento que contiene valiosas claves progresivas, revolucionarias y democráticas, y que parecen arrepentirse de haber aprobado, pues se busca encasquetarle un Instituto de la Comunicación Popular supeditado al Estado para quitarle su beligerancia a los organismos de Poder Popular incluidos en la Ley, como los los Consejos Municipales y Estadales y el Consejo Nacional de la Comunicación Popular.
Si empezamos por examinar los conceptos y criterios contenidos en la Exposición de Motivos de la Ley de Comunicación del Poder Popular (LCPP) nos daremos cuenta del por qué.
COMUNICACIÓN POPULAR VS COMUNICACIÓN HEGEMÓNICA:
De arranque, los pilares conceptuales de la Comunicación Popular en la LCPP lo quejan claro:
“La Comunicación Popular es la comunicación ejercida por el pueblo… …y no por entes comerciales privados o por organismos del aparato del Estado, …ni por agentes burocráticos o capitalistas con fines hegemónicos”
(Exposición de Motivos de la LCPP).
Sigamos con la Definición de la Comunicación Popular en la LCPP (Artículo 2):
“Es un proceso autónomo, integral, continuo y permanente; basado en la dialógica de los saberes colectivos, el conocimiento libre y la dialéctica histórica que transmite los valores humanos, culturales, sociales, democráticos, protagónicos, corresponsables y de equidad; destinada a crear una nueva conciencia social y un nuevo modelo comunicacional de pensamiento crítico, liberador, antiimperialista y revolucionario, que se genera desde el Pueblo Comunicador organizado.”
La LCPP nos conduce a identificar lo popular en lo que se comunica y a distinguirlo de lo que se concibe y transmite desde los poderes hegemónicos, anteriormente señalados: ¡Entes Comerciales Privados y Organismos del Aparato del Estado!
Para hacer comunicación verdaderamente popular, según el preámbulo de la Ley, debemos identificar los contenidos, simbologías, conceptos, formatos y maneras de comunicarse que pueda tener el pueblo consciente de sí, para comunicarse consigo mismo, en función de su propio ser social, de sus necesidades y anhelos, desde sus luchas y desde su búsqueda liberadora.
Distinguir entre lo Popular y lo Hegemónico es esencial, pues hay que saber distinguir la Comunicación Popular de todo aquello que se genera y transmite desde los poderes hegemónicos para la perpetuación de la dominación, ya sea desde el ámbito corporativo-privado-comercial o desde el ámbito institucional.
Por consiguiente, hacer Comunicación Popular y Alternativa implica escapar de las hegemonías dominadoras en la comunicación, porque desde este enfoque, tanto la comunicación pública como la privada se ejercen a voluntad de parcialidades, sin dejar fluir la legítima voz de los pueblos, obstaculizando y limitando la expresión de la soberanía popular, allí donde las capas populares de la sociedad no hayan podido hacerse aún de su genuina conducción como Poder Popular. Estas nociones pueden conseguirse en la citada Exposición de Motivos de la Ley.
Por eso en el preámbulo de esta Ley se marca la orientación de desarrollar la Comunicación Popular desde sus medios populares, comunitarios y alternativos, con el pueblo como actor participativo, que debe poder generar y producir sus propios contenidos a comunicar. Se trata entonces, de construir la Perspectiva Popular, con sus enfoques y contenidos propios contenidos a comunicar al conjunto de la sociedad, en sus contextos comunitarios y sociales, en y con las comunidades, organizaciones sociales e instancias del Poder Popular, en función del bien común, de una consciencia solidaria y transformadora en el seno del pueblo y no al servicio de intereses ajenos (hegemónicos-dominadores).
Comunicación Popular: se gesta en, con, desde, por y para el ámbito popular:
“Entendida como una interactividad multidireccional de información, formación, recreación, promoción cultural, relacionamiento e intercambio social dialógico, de orientación reflexiva, crítica y responsable, acerca de las realidades personales y sociales, para hacer visibles, audibles y palpables los pensamientos y sentires del pueblo, sus opiniones, vivencias, angustias, necesidades, aspiraciones, satisfacciones o descontentos, sus luchas, reclamos y propuestas, sus éxitos y sufrimientos, en torno a la defensa y ejercicio de sus derechos.”
(LCPP)
La Perspectiva Popular... para la la Comunicación Popular, se transmite desde sí y para sí, y al mismo tiempo para el conjunto de la sociedad, en el marco de la resistencia popular a la opresión del capitalismo y proyectando las experiencias de avance en el cambio liberador. Por tanto; la comunicación popular, comunitaria y alternativa, ha de tener como un propósito básico el desbordamiento de los cercos mediáticos que imponen las hegemonías y levantar su propia visión frente a los mensajes condicionantes.
Esa comunicación se construye en sinergia, de manera colectiva y a través de la convivencia democrática. El ejercicio de la participación democrática y protagónica, como comunicación popular, va ligado al concepto de pueblo comunicador, para estar a su servicio. La perspectiva de la comunicación popular debe ser permanentemente autoconstruida por el pueblo, frente a la perspectiva de la comunicación marcada por los intereses de toda clase dominante o casta poseedora de instrumentos de poder.
En el marco de la de los errores y obstáculos que ha experimentado revolución bolivariana en la construcción y el ejercicio del Poder Popular, se hizo mucho más difícil al no poder desarrollar una auténtica Comunicación Popular a la altura de sus necesidades, como la manera más directa y fiel de manifestar su propia voz, para no caer en la reproducción de las hegemonías. Porque como lo dice la Exposición de Motivos de la LCPP:
EL PUEBLO – ÚNICO TITULAR DE LA SOBERANÍA: excluido de expresar su propia voz, su sentir y su pensar… en los medios de comunicación públicos y privados, necesitaba y necesita la construcción de un espacio mucho más democrático, participativo y protagónico, donde el sujeto histórico… EL PUEBLO, empoderado de su espacio social, asuma la misión de conducir el proceso de comunicación liberadora... Creando un nuevo modelo comunicacional propio de su entorno socio-político, bajo nuevas formas de gestión popular de sus propios medios de comunicación: la Comunicación Popular.
LA NECESIDAD DE UN NUEVO RESCATE, COMO EN AQUEL ABRIL
Entonces, hoy más que nunca, se plantea la necesidad de potenciar la disposición de las herramientas de producción de contenidos comunicativos en manos de los medios populares… y de los órganos del Poder Popular, de la ciudadanía... Eso es, para nosotros, “democratización y justo acceso a la comunicación”, porque, en gran medida, la comunicación privada se usa para domesticar y esconde en su discurso los valores dominantes oligárquicos; pero las burocracias ejercen también su poder desde las estructuras del Estado de nuestros medios públicos de comunicación, con un resultado alienante muy similar (así lo reconoce el texto de la Ley).
Tenemos el reto de seguir luchando, en primer lugar para no perder la identidad de la Comunicación Popular y Alternativa, de su esencia crítica, y en función de eso, seguir pujando para la democratización de las oportunidades en el acceso al espectro radioeléctrico, a las tecnologías de información y comunicación, y a los medios de financiamiento y sustentabilidad, para lograr el desenvolvimiento de la Comunicación Popular, como parte de la lucha por rescatar la democracia y el rumbo de la Revolución Bolivariana que habíamos recuperado aquel 13 de Abril, antes de que nos sea arrebatado definitivamente por la hegemonía capitalista o por la lógica del Estado burgués que se impone desde adentro.
ENLACE PARA DESCARGA DE LA LEY DE COMUNICACIÓN DEL PODER POPULAR CONTENIDA EN LA GACETA OFICIAL NÚMERO EXTRAORDINARIO 6.207 (PÁGS 69 A LA 75):
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