El periodismo se ha convertido
en una herramienta vital para quienes administran el mundo, y desean
que sus habitantes se conviertan en perros de Pávlov; que respondan
cuando suene la campana gracias a los reflejos condicionados. Las grandes
empresas de “comunicación”, son el umbral para una realidad que
solo es posible para un ínfima parte de la población mundial. Los
500 individuos más ricos del mundo tienen ingresos más importantes
que los 416 millones de personas más pobres del planeta, esto según
el informe de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Eduardo Galeano lo explica muy claro en la escuela del mundo al revés:
“Este mundo, que ofrece el banquete a todos y cierra la puerta en
la narices de tantos es, al mismo tiempo, igualador y desigual: igualador
en las ideas y en las costumbres que impone, y desigual en las
oportunidades que brinda”.
Esa gran productora de mercancías y tontos útiles que es la universidad convencional, amplía cada día más el campo de los estudiantes de la “comunicación social”. Grandes masas de nuevos ingresos vierten sus esperanzas en la “comunicación”, para ser la mujer bien vestida que cuenta sensualmente las noticias en las noches, o el tipo engominado que comenta los deportes. Las escuelas convencionales del periodismo, forman autómatas incapaces de trascender al hecho noticioso, vendedores de noticias rápidas, maquinas vanidosas complacientes del poder, cíclopes aduladores; y por supuesto, esclavos de la línea editorial a la que venden su fuerza de trabajo.
En el articulo: “Eso que
llaman “periodismo”. Fernando Buen Abad, señala: “Cada día más
mediocre, más corrupto y más servil eso que llaman “periodismo”,
en las empresas mercantilizadoras de “noticias” o “información”,
constituye hoy una de las maquinarias de guerra ideológica capitalistas
más degeneradas... Su degeneración es su fracaso y al mismo tiempo
su delación. Se delata su definición a partir de su función distorsiva
y lo que debiera servir para orientar a la sociedad es, en realidad,
un negocio para desorientar”.
El periodismo mercantilizado
es la cortina de humo para un mundo que cruje por todos los costados,
que se confronta a si mismo, que amenaza con desaparecer de un momento
a otro; producto del sistema capitalista que todo lo mercantiliza. Mientras
los “medios de comunicación” nos venden el paraíso bíblico con
todo y jardín del Edén, millones de niños mueren por enfermedades
curables, ejércitos enteros se desplazan asesinando y ocupando pueblos
soberanos, nuevas tecnologías para la guerra son creadas desde los
laboratorios de la muerte. Esto que sucede detrás del escenario, no
existe en las pantallas de nuestras casas, los medios concentran la
información en las inclinaciones sexuales de los famosos.
Los “medios de comunicación”
venden noticias, como hamburguesas vende McDonald's. Para la gran industria
de la “información”, la noticia debe ser rápida, descontextualizada
y repetitiva. Manuel Freytas en su artículo: “Leer noticias: La forma
más perfecta de convertirse en un robot”; señala: “En su objetivo
esencial, la noticia "express", la "comida rápida"
de la información, no está orientada a alimentar el conocimiento sino
a engordar la ignorancia masiva. Es el recurso más efectivo que utiliza
la estructura mediática para reconvertir al cerebro humano en un microchip
repetidor de eslóganes, mientras el sistema, gobiernos, bancos y empresas
capitalistas (que financian a la estructura mediática) siguen depredando
y haciendo negocios en el mundo real”.
Verdaderas especies en extinción, son los periodistas capaces de contextualizar los hechos noticiosos, de contrarrestar la noticia con la realidad, de investigar y arriesgar la “integridad laboral” para mostrar la verdadera historia.
Son los comunicadores alternativos
comprometidos con las demandas del pueblo, los guerrilleros comunicacionales,
la esperanza para una verdadera comunicación libre y formadora. Por
eso resultan tan incómodos para muchos periodistas de academia; los
guardianes de vanidades y puestos, los sectorizados, los colegiados,
los mercaderes de la verdad.
¡Échala!, tu palabra contra quien sea de una vez, así sepas que rompa nubes, échala...
Alí Primera
adaleduardo@hotmail.com