"La Hojilla" debe reinventarse o involucionará

Todo proceso en la vida pasa por cuatro fases fundamentales: Nacimiento, crecimiento, punto culminante de desarrollo e involución. Para no caer en la última etapa debemos accionar una especie de shock para saltar a una octava superior, de lo contrario fracasaremos. El propio señor presidente acaba de recibir un fuerte impacto psicoemocional que lo está haciendo reflexionar en varios aspectos de su enfoque en el papel de líder revolucionario.

De continuar con ese ritmo de vértigo trabajando en exceso y no delegando funciones su final como actor político estaría bien cerca. Esperamos que ahora madure másr y se desenvuelva con mayor equilibrio y no caiga de nuevo en el desgaste del discurso y de apariciones mediáticas sin control. El compañero Mario Silva decidió dedicar su vida a este proceso y  corre peligro de muerte a diario por el acecho de la canalla opositora asesina y lacaya.

Es una decisión muy delicada que asumió y debemos respetarla. Su programa “La Hojilla” nació en una época muy difícil con torbellinos de pasión desenfrenada por parte de grupos opositores serviles al imperio terrorista yanqui. Era una guerra prácticamente a sangre y fuego y el programa que se inició con Eileen y Francia cumplió un rol importante para desarmar a la canalla. Ya de moderador solitario el camarada Mario Silva dio un nuevo matiz a la estrategia del programa.

Pero la etapa de crecimiento máximo pasó hace rato y debe reinventarse (el programa) con urgencia para no caer en las fauces de una regresión inexorable que culminaría en el foso de la indiferencia por parte de la audiencia. Este fenómeno de nacimiento, crecimiento y descenso es una ley de la vida y nada que sea cercano a lo humano escapa a eso. La polémica que alborotó el facista M.E.Otero por lo de “hijo de puta” debe servirnos para la reflexión.

Yo no utilizo esa frase lamentable porque madre es madre así sea una prostituta y considero una afrenta al eterno femenino el uso indiscriminado de esa triste locución. “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Mario debe recuperar el nivel de la política de altura, sin desvaríos semánticos, sin insultos ni descalificaciones rastreras y aprovechar así su simpatía chavista para enfrentar a la oposición lacaya, asesina y soez con armas decentes, contundentes y aplastantes. Esa gentuza ha insultado al presidente con mentadas de madre, con términos asquerosos, pisoteando la dignidad de un pueblo que se cansó de las dictaduras adecopeyanas llamándolos lumpen, borrachos, arrastrados y un largo etcétera. Pero a ellos nadie los condena (del lado opositor) porque son todos de la misma calaña, con rarísimas excepciones.

Es la hora de pasar a una octava superior señor Mario, lo cortés no quita lo valiente.

efraingran@gmail.com


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Efraín Jose Granadillo


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