Hay una conexión directa entre Globovisión y la violencia en Venezuela, es público y notorio: donde hay una tragedia, una acción de muertes o conmoción social, ¿casualmente? pasaban por allí los camarógrafos de Globovisión, de seguro que un ¿video aficionado? les hará llegar en exclusiva, las imágenes inéditas.
En otras oportunidades hemos denunciado y sugerido acciones sentidas y recogidas del clamor del pueblo: la acción a aplicar a Globovisión debe ser radical (de raíz) revocar la concesión. Estos terroristas mediáticos no deben salir ni por señal abierta ni por cable ni por satélite. No se trata solo de la utilización del espectro radioeléctrico de todos los venezolanos, es impedir que los terroristas de Globovisión (caso RCTV-Televen) continúen su guerra contra Venezuela y su legítimo Gobierno.
Con el chantaje de la ¿libertad de expresión?, los medios, no solo desarrollan el terrorismo mediático, sino que funcionan como verdaderas armas de guerra que atentan contra la democracia en Venezuela, sino que diseñan y difunden contenidos para la subversión, la discriminación y el odio entre los venezolanos.
Que quede claro, Globovisión es un arma de guerra, que responde a los intereses de clases y al imperialismo; y en el contexto de la luchas de clases no hay ni objetividad ni neutralidad.
El Gobierno, también debe actuar urgentemente sobre la televisión por suscripción (cable, satélite), regional, y la radio en Venezuela –circuitos nacionales (Unión Radio) y regionales– ya que lo hemos descuidado y hacen un daño terrible en la población: envenenan, promueven la violencia, el odio.
Los objetivos y contenidos de los medios y Globovisión están dirigidos a derrocar a Hugo Chávez y extinguir el Socialismo. ¡Revocar concesiones es acto de legítima defensa!
