Un viejo adagio dice: "errar es de humano y rectificar es de sabio". En este caso, la sabiduría se impuso para deponer una publicidad que hacía un llamado directo a la corrupción e inmoralidad; tal como lo expliqué en un artículo de opinión que trascendió en la sociedad para unirse al rechazo absoluto de tan nefasta difusión mediocre (ver: https://www.aporrea.org/medios/a252268.html). Sobre el acto de rectificación debo expresar que el cambio fue regularmente positivo; puesto que el contenido de la publicidad no deja de ser mediocre por diversas razones, ya que más allá de presentar a un alumno flojo con sentido irresponsable del estudio y prefiere sobornar a una profesora que estudiar para el examen; se debía estimular el amor al aprendizaje. Esto muestra a quienes están frente de las direcciones de algunas productoras publicitarias, ser simples gerentes que auspician la mal llamada "viveza criolla".
El cambio de la publicidad sólo sirvió para hacer creer que la maestra recibió y se comió el chocolate y que igualmente reprobó al estudiante; pero quedan dudas sobre esa actuación; o ¿Es que acaso si una maestra se encuentra frente a un acto de soborno ésta no debería reportarlo a la dirección? Definitivamente la profesora en la publicidad no tiene la intención de llevar el caso ante la dirección, puesto que se come la evidencia; y entonces sin prueba el muchacho queda absuelto. Esta reflexión pudiera ser vista de manera innecesaria porque se trata de una mera publicidad; sin embargo, resulta que las difusiones no pueden ser concebidas de manera ligeras, porque los medios que la difunden son corresponsables del desarrollo cultural de nuestra sociedad. Tanta creatividad que existe hoy en día para resaltar los valores y un grupo de publicistas se quema las neuronas para crear una publicidad que incita al delito y las inmoralidades.
Es aquí donde resalto que la publicidad cambió regularmente positivo, puesto que se descartó la aceptación del soborno como originalmente fue emitida la publicidad; no obstante, quedan dudas sobre la actitud de la profesora por las razones que se explicó. Hubiese sido mejor que el alumno le regalase el chocolate a una compañera por haberle ayudado a estudiar. Ahí se dan dos objetivos en uno: se promociona el Snack y se estimula al escolar a estudiar. Pero ese concepto está a dos millones de años luz de concebirlo los publicistas y el propietario del dulce.
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