Según el gran filósofo alemán Federico Engels, dos elementos marcaron el desarrollo de la humanidad: el trabajo y la comunicación, lo que implica que el hecho comunicacional, es una acción de evolución y desarrollo humano, el capitalismo salvaje pervertió la comunicación trasformándola en un instrumento de dominación y la información en una vulgar mercancía. En la República Bolivariana de Venezuela, no somos testigos, si no victimas de este hecho infame, más aun no solo han pervertido la comunicación y la información; quieren convertir a la sociedad en siervos del imperio norteamericano y a los ciudadanos y ciudadanas en esclavos de la dictadura mediática.
Las empresas de propaganda: Globovisión, RCTV, Venevisiòn y Televen, son los responsables de esta alevosa arremetida contra el pueblo venezolano, como quedo evidenciado y demostrado en los hechos del golpe fascista del 11 de abril y el paro terrorista de noviembre y diciembre del 2002-2003; como respuesta de legitima defensa diversos grupos y expresiones sociales entre los que podemos mencionar: Frente de Abogados Bolivarianos, Foro Constitución y Paz, Coordinadora Popular de Caracas; éstos demandaron ante el Tribunal Supremo de Justicia; un Recurso de Amparo ( luego transformado en demanda) contra los dueños de los canales televisivos mencionados; por los Derechos Humanos a la comunicación del pueblo venezolano, violados y conculcados por estos empresarios. Luego de cuatro años de dilaciones y maniobras leguleyas, se logra la convocatoria de las partes ante el máximo tribunal de la república, para el pasado primero de marzo del año en curso (01-03-07), acto suspendido por sofismas operativos del Tribunal Supremo de Justicia.
Este acto juicio tiene dos axiomas: uno político legal y el otro político social, el político legal corresponde a la estrategia jurídica, mezclada con los entretelones del poder entre otros: las presiones de los capitales internacionales y nacionales vinculados al negocio de la comunicación e información, en connivencia con la oligarquía y la contra-revolución, empeñados en torcerle la mano al proceso bolivariano. En el área político-social (que me concierne), en la cual hemos venido actuando diversos colectivos, entre otros: La Cooperativa Somos Ambiente, Aporrea, Foro Constitución y Paz, Coordinadora Popular de Caracas, Foro Itinerante de Participación y el Bloque Venezolano de Prensa Alternativa; entre estos grupos se viene dando una comunicación elemental y se han realizado acciones puntuales, de mínima resistencia; acciones que no se equiparan con la arremetida de la contraparte, entiéndase Globovision-RCTV y compañía, lo que implica que las fuerzas sociales y revolucionarias estamos distantes de las exigencias de este juicio histórico y no estamos dando la respuesta adecuada.
Reconociendo el excelente trabajo jurídico del Frente de Abogados Bolivarianos y las dificultades económicas y operativas de llevar un juicio contra los cuatro Jinetes del Apocalipsis,(ahora dos por cuestión de estrategia) soy escéptico del resultado de la confrontación en el marco jurídico; en conocimiento de causa, de lo permeable de nuestro sistema judicial, resultará difícil que se imponga la reina de las virtudes republicanas-La Justicia-; la trascendencia de este juicio al hecho histórico-social, lo logrará la participación de las victimas de esta guerra mediática, es decir todas la expresiones sociales y formas organizativas de la República Bolivariana de Venezuela, debe ser una confrontación de toda una sociedad organizada contra un enemigo común.
Independientemente de los resultados de este juicio contra las empresas de propaganda, favorable o no a la causa del pueblo, se impone la elaboración de una gran jornada educativa y formativa sobre: el carácter histórico del juicio, la perversión del hecho comunicaciónal, el daño a la salud psíquica y mental a los usuarios y usuarias. Esta jornada pasaría necesariamente por la conformación de un gran Frente Contra la Impunidad Mediática, que coordine y articule, las diversas actividades en correspondencia con objetivos mas generales que perfectamente sugerimos sean: la Misión Comunicación, junto a los Consejos Comunales direccionados con la Explosión del Poder Comunal (quinto motor); trasformando este juicio, contra los dueños de las empresas de propaganda en una acción de justicia popular. Que si bien es cierto, no causará una derrota definitiva del enemigo, lo pondrá en evidencia ante la sociedad, revelando su esencia apátrida y conspirativa.
Nota: este artículo fue elaborado, antes de conocerse la sentencia número: 373 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 02-03-07.