La Copa Amarga 2007

Coincido perfectamente con la posición del sociólogo Giovanni Villalobos, director general de la Alcaldía de Maracaibo, quien dado los hechos violentos suscitados en el país, tras llamar a la cordura, a la sensatez, a la paz y tranquilidad, en fin, a querer más a este hermoso país lleno de virtudes y oportunidades, expresa: “Quieren llegar hasta la Copa América, pero no lo vamos a permitir. Buscan lo más hermoso de un país como lo son los jóvenes y adolescentes. Ahora obligan a los estudiantes becados con el programa Jesús Enrique Lossada de la Gobernación del estado Zulia, a participar en los mítines y acciones políticas…quieren un muerto”.

Cualquiera diría que son un tanto temerarias las aseveraciones del profesor Villalobos, pero creo que este es un momento para decir verdades, establecer responsabilidades y eso hace el director general de la Alcaldía de Maracaibo.

En un artículo titulado “Envidia por la Copa América”, publicado en esta misma página con fecha 13 de marzo del presente año, advertí que se orquestaba una campaña en contra de la gestión del alcalde del municipio Maracaibo, Gian Carlo Di Martino. No le perdonan el éxito de los preparativos para que la realización de este magno evento sea un orgullo que trascienda al mundo entero.

Y es que todo el país hace un gran esfuerzo, para que este continental encuentro futbolístico sea un ejemplo a seguir en otras latitudes. En Maracaibo, me consta porque lo veo, que se pone todo el empeño para impresionar, para que cuando haya una nueva Copa América, todavía hablen de la organización del evento y la belleza de nuestra hermosa Venezuela.

Lamentablemente, esta calurosa región tiene sus detractores como los hay en el resto del país. No son capaces, por ejemplo, de echar una humilde mirada al coloso marabino: el estadio José Encarnación “Pachencho” Romero, sino que están pendiente de las fotos del alcalde Gian Carlo Di Martino en las vallas de promoción del evento…imbéciles, como que quieren que el burgomaestre marabino coloque un aviso y estampe la foto de Manuel Rosales, Oscar Pérez o Antonio Ledezma.

Tengo la corazonada de que el día en que se inauguró el Pachencho Romero con el juego La Vinotinto-Canadá, hubo mucho detractor que no durmió esa noche.

Los mata la envidia, los hiere que este país siga avanzando con el proceso revolucionario venezolano que lidera el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, de hecho, el pasado viernes, en los alrededores del monumental estadio antes de esa contienda, fomentaron algunos disturbios, pero fueron disuadidos a tiempo, sin embargo, trasladaron la violencia a la sede de la Universalidad Rafael Belloso Chacín. Allí apoyados por infiltrados y estudiantes de esa casa de estudios, causaron destrozos e, incluso, atacaron con palos, botellas y tiros a un grupo de trabajadores de la Alcaldía de Maracaibo llamados Salserines.

Antes de seguir, permítanme un paréntesis, para explicar por qué estos obreros que apoyan manualmente la limpieza de parques, calles, avenidas, es decir, de toda la ciudad, obtuvieran este apelativo.

El ingenio popular les colocó ese apodo por la canción de aquel grupo de salsa denominado “Salserines”, que interpretaba un clásico llamado de Sol a Sol.

Y, en su momento, cuando a esos honorables hombres y mujeres se les requirió, porque así lo necesitaba Maracaibo, salían a trabajar en la mañana apenas despuntaba el sol y regresaban después que se ocultaba. Sencillamente laboraban de sol a sol. De allí su nombre de pilas.

Retomando entonces la idea central del tema, tenemos que la oposición radical es una sola en este país, y no me cabe duda de que los conspiradores que están detrás de esos disturbios, quieren llevar la guarimba hasta el inicio de la Copa América 2007, tal cual opina el sociólogo Villalobos.

Pretenden que los visitantes vean a una Venezuela en caos y desorden permanente, que se incendia por los cuatro costados, porque no se dejan someter por el monstruo, dictador y tirano, Hugo Rafael Chávez Frías.

Pero se equivocan. Ya se equivocaron con el 11 y 12 de abril, las guarimbas, La Plaza Francia, el sabotaje petrolero, el desabastecimiento de alimentos y si intentan obstaculizar La Copa América, obtendrán la Copa Amarga de la Derrota 2007. No les quepa la menor duda. El pueblo jamás se los perdonará, como tampoco les perdona ninguno de los eventos conspirativos que hasta ahora han ejecutado para intentar derrocar al presidente Chávez, cada vez más fuerte, más sólido y más popular en Venezuela.

Si no lo creen, cuenten las personas que respondieron a la convocatoria que hizo para el sábado en Caracas, cuando la multitud le decía a coro que ahora le corresponde a Globovisión, otro canal evidentemente conspirador, que quiere llevárselo en los cuernos, a como dé lugar.

albemor60@hotmail.com


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Alberto Morán


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