Chavistas: ¿pasivos o proactivos?

Acusados desde el principio por la contrarrevolución de "criminales", de "hordas", y hasta de "asesinos", los integrantes del chavismo se han caracterizado sin embargo por su actitud pacífica y paciente frente a los desmanes desestabilizadores, guarimberos y golpistas de la oposición, que han ido desde cacerolazos sistemáticos hasta la colocación de bombas y asesinatos por encargo, como se ha demostrado fehacientemente.

De ahí que el argumento de esa oposición como respuesta a los señalamientos que la comprometen recurrentemente en actos de violencia y hasta de terrorismo, sea siempre que quien ha ocasionado todo eso ha sido el presidente Chávez con el supuesto carácter incendiario de su verbo.

Es decir, frente al uso de la palabra, el fascismo reivindica la violencia como recurso no sólo para justificar su actuación sino para tratar de empatar así su demencial juego.

La verdad verdadera es que las movilizaciones del chavismo, más allá de las meramente electorales, se han producido siempre como respuesta a las agresiones iniciales de esos obtusos sectores oposicionistas empeñados en desconocer la reiterada voluntad de la mayoría.

Una pasividad que termina por perturbar y retrasar muchos de los importantísimos cambios que ese mismo pueblo reclama, producto, paradójicamente, de la profunda desmovilización que ese exceso de paciencia malentendida ocasiona y que obliga a convertir al líder en motor y único factor de impulso del proceso revolucionario.

Movilizarse masivamente, por ejemplo, en pro del cierre de Globovisión, es no sólo un derecho del pueblo (que, por cierto, en nada puede ni debe confundirse con atentado a libertad alguna), sino un deber de los venezolanos que han visto cómo desde ese canal se inyectan permanentemente odio, ruindad y falsedades a la sociedad, afectando no sólo la estabilidad del país sino hasta su salud mental.

Reclamar en la calle ese legítimo derecho de la gente a frenar el terror en que Globovisión pretende mantener a los venezolanos, tal como lo pide hoy el Frente Antifascista, es la forma de demostrar que Venezuela está decidida a abandonar definitivamente la condición pasiva para pasar a una mucho más proactiva, en la cual la libertad no sea más el privilegio de unos pocos, ni la misma se use para atentar más nunca contra el pueblo.

aaranguibel@msn.com


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Alberto Aranguibel B.

Comunicador social e investigador. Conductor del programa Sin Tapujos, que se transmite por Venezolana de Televisión. Asesor Comunicacional y de Imagen en organismos y empresas públicas y privadas.

 albertoaranguibel@gmail.com      @SoyAranguibel

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