Ante el pesimismo parásito y la criticadera feroz a la que nos tienen acostumbrados las empresas de comunicación, bien vale la pena mirar las rosas del jardín y no las espinas. Es decir, mirar el éxito que estos músicos nuestros están teniendo en todo el mundo. El testimonio de esta venezolana que vive en Alemania nos debe llenar de orgullo, a mi en lo particular me alegra inmensamente. Es necesario comenzar a difundir por todos los medios posibles la cultura de lo positivo, de la buena noticia, claro está sin olvidar lo que hay por hacer, lo que hay que construir, lo que hay que cambiar, pero dando gracias a Dios por todo lo positivo que tenemos.
Ya basta de malas noticias que tienen un origen ideológico y tienen como fin atacar la otra ideología contraria. Los venezolanos y venezolanas nos dejamos llevar de ese discurso negativo y terminamos creyendo que este es el último país del mundo.
Si nos llamamos cristianos se nos está prohibido perder la esperanza y, en lo personal, no soporto los discursos pesimistas o las arengas politiqueras que tratan de mirar lo negativo por todas partes donde no lo hay. Por ejemplo, no faltarán los que leen el adjunto que les envío y ya los verán criticando por la inversión que hizo el gobierno en llevar estos músicos a Alemania o la cuerda rota del violín de aquella joven debido a que no les han dado presupuesto suficiente desde el Ministerio de la Cultura, etc. modos de ver tan rebuscados y tan mezquinos que no le hacen nada bien al país. Aprovecho para decirles también que, ciertamente hace mucha falta un oposición vigorosa en el país, pero no esta, la que quiere alcanzar el poder a base de sembrarnos desesperanza y hasta odio a lo nuestro, esa no es la oposición que va a construir país y no es con esa oposición con la que, en lo personal, me puedo anotar, ¡Dios me guarde!
(*)Provincia de Venezuela de la Compañía de Jesús
Centro de Espiritualidad y Pastoral (CEP)
www.cepvenezuela.com
"Felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados" (Mt. 5,6)
