Quienes suelen visitar la provincia, donde se evidencia de forma más drástica, pueden servir de testigos, acerca del flujo de información “teledirigida” que inunda a sus pobladores. La más dañina, ya que ha sido preparada en los laboratorios mediáticos: una por mensajeros cipayos criollos y otra por la empresa editorial central del manejo informativo imperialista.
Estas noticias programadas son repetidas, en los noticieros o que pretenden ser, ya que son simple transcripción de textos globales, así como en los espacios radiales diarios, donde locutores las leen textualmente, muchas veces sin conocer su origen y sus fines. Se convierten, ingenuamente, en cómplices mediáticos del terrorismo. De allí se ha planteado la obligatoriedad de mantener periodistas en las estaciones radiales, para la redacción de noticias y la elaboración de noticieros.
Otra estrategia de consolidación del oligopolio mediático establece la retransmisión, por aquello de los circuitos radiales, de noticieros capitalinos en radios del interior, capitalizando además sus productos informativos, ya que son vendidos por una importante suma de dinero, con la oferta globalizada, retribuyendo el servicio a las emisoras del circuito, con un porcentaje irrisorio comparado con la gran tajada que queda en la estación matriz. Este práctica mediática, permite la divulgación de mensajes manipulados con un solo fin, asalto de espacios no permitidos, mayor penetración, aunada a una abultada ganancia en el reparto de la gran torta publicitaria nacional.
¿En cuántas oportunidades hemos sido víctimas de manipulaciones mediáticas y que generalmente no son objeto de rectificación o en su caso del derecho a la réplica?. Se convierte en un solo mensaje, manipulado, tergiversado, transmitido un número considerable de veces a una población cada vez mayor. El delito se multiplica a la máxima expresión. El poder de crear matrices de opinión está en muy pocas manos, pretendiendo que seamos esclavos de sus intereses. Es necesario romper con la práctica contrarrevolucionaria oligopólica de los comerciantes de la información, demos poder al pueblo.