Hoy por casualidades del destino me encuentro a esa querida y hermosa mujer y ser humano que es Antonieta Colón.
Mucho hay que decir de esa actriz, cantante, enfermera, militante de la vida, pero mi escrito no es para rememorar toda la amplia trayectoria de Antonieta, sino para reflexionar en voz alta, algo que yo no se si es que yo soy bruta (que si lo soy), o es que soy además demasiado pedestre.
Hoy me encuentro con La Cobra Antonieta, y me consigo que sigue en un asilo de ancianos por allá por El Conde, separada de su única hija, y sus dos nietas, porque no ha habido manera de entregarle un apartamento aquí en Caracas, del bojote de apartamentos que ha construido la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Quizás algunas de las personas que lea esta nota, haya visto la película El Angel Exterminador de Luis Buñuel, unos burgueses atrapados en una casa, paralizados, aterrorizados, sin poder moverse, y sin ninguna causa aparente. O abran visto otra obra maestra del cine, Vivir, de Akira Kurosawa, donde el burocratismo es mostrado en su máximo esplendor...
(Vea El Angel Exterminador en este enlace de you tube: http://youtu.be/U0uxDJHLLOI)
El hecho es, que Antonieta, que le han puesto su nombre a una sala en Parque Central, le nombran profesora emérita, homenajes van y homenajes vienen, pero no hay nadie que ponga la firma, el sello, la fotocopia, el escaneo y la estampilla donde hay que ponerla para concretarle su aspiración de reunirse con su familia en un hogar y no en un asilo los fines de semana.
El verdadero homenaje a cualquier ser humano, en mi pedestre mundo, es concretar que pueda vivir sus últimos años sobre todo, con tranquilidad, sin preocuparse por mas nada que por su salud y por vivir bien lo que le queda. Antonieta esta separada de su familia, pues su hija y sus nietas viven donde pueden (alquiladas en Vargas) y no donde quisieran, que es cerca de su mama. Antonieta todavía está activa, pero esta mayor, y requeriría estar en su hogar, sobre todo por el afecto, pues el amor es la mejor medicina, y en un asilo por mas bien que te traten, no eres mas que un paciente.
Vamos a ver si antes que termine el año, y de regalo del niño Jesús, le dan esa sorpresa a Antonieta, y aparece el sello, y la fotocopia que hace falta para ayudarla aquí en Caracas, porque además, ella trabaja aquí en Caracas, no vaya ser que alguien se le ocurra la idea de mandarla para los Valle del Tuy y tenga La Cobra que andar montada en un tren... Cosas veredes Sancho.
Promotora Cultural