ESTE ESCRIBIDOR NO SE LO ESPERABA. Llegó a pensar que la oposición, luego de cinco años de ostracismo, de ausencia en el parlamento -salvo el grupo saltatalanquera-, se había preparado. Se había enseriado. Y que asumiría la actividad parlamentaria con responsabilidad, sobre todo estudiando los temas a tratar, en particular en el caso de una interpelación a ministros, a la que se debe pensar que concurren puñaleados.
PERO EL ESCRIBIDOR confiesa que una vez más se equivocó. Porque para quienes le hacen seguimiento al parlamento, quienes han visto interpelaciones y conservan recuerdos del pasado, fue decepcionante el comportamiento de aquellos que retornaron al Legislativo con ínfulas de sentar en el banquillo al gobierno de Chávez, de barrer el suelo con sus ministros y responder así a las expectativas que se forjó la gente que votó por ellos. Por eso es que quienes están más molestos y defraudados con la actitud de los diputados de oposición durante la sesión del martes 8, son los escuálidos. Uno de ellos, amigo de mis mayores efectos, que no está con cuentos, me llamó esa noche trágica para decirme: "¡Que cagada pusimos! No pude dormir con la llamadera de mis amigos mamándome gallo porque les advertí que ese día íbamos a darles hasta por debajo de la lengua a los ministros malandros de Chávez".
LE DIJE A MI AMIGO que la cosa no era para tanto, que en el camino se enderezaban las cargas y que seguramente lo que sucedió se debía a miedo escénico. Él, que no suele hacer concesiones cuando se le mete entre ceja y ceja que tiene razón, exclamó: "¡Qué miedo escénico ni qué carajo! Que repitieron la otra cagada, la que pusieron el 11-A y la del paro petrolero"
ASÍ HE RECOGIDO otros comentarios iguales o parecidos. Como por ejemplo: "Con esa oposición jamás llegaremos a Miraflores; a lo sumo, si algunos tienen bolas, a Puente Llaguno, aun cuando hoy, muy pocos, con la experiencia de los líderes de la marcha aquella corriendo, no están dispuestos a meterse en aventuras".
¿QUÉ LES COSTABA A LOS DIPUTADOS de la oposición prepararse, estudiar, y no hablar pendejadas con refritos de las informaciones de El Nacional y Globovisión? Ante un Jaua que les dio con el tobo, ¿a quién se le ocurre poner a hablar a un diputado tarado, que vive en Miami, sobre un tema como el petrolero para que Maduro lo aplastara? ¿O al pobre Mendoza, quien de vaina no se presentó en el hemiciclo con curita en la cara y gorra volteada, mencionar los Sukhoi para que el ministro Mata Figueroa le sacara la piedra? ¿O a quienes manejaron torpemente el tema de la inseguridad, para que el ministro Tareck los sentara de culo y les montara un conmovedor espectáculo musical con mujeres privadas de libertad, y dejara a un diputado explotador del tema haciendo cui-cui desde la curul?
EN CONCRETO: El Gobierno, a través de sus ministros, le dio una paliza a la oposición. Para quienes gustan del boxeo, es conveniente recordar algo similar que ocurrió con la paliza que le diera Cassius Clay a Sonny Liston, hace décadas.-