Que decepción más grande deben sentir quienes colocaron sus esperanzas en este ramillete de precandidatos presidenciales de la Mesa de la Unidad oposicionista, que prometen regresar a las mieles del poder. Sus irracionales discursos solo traen confusión y desaliento.
Al oírlos debatir “sus ideas” (se las preparan en Washington), se percibe un balbuceo etéreo de “buenas” intenciones, pero que no expresan soluciones concretas. Sus promesas no llegan a la mesa de la gente, a la vivienda, a la escuela y mucho menos a la salud de los pueblos. No innovan programas de gobierno que capten la atención de sus adeptos y menos de los ni-ni.
Al no producir nada nuevo, en lo político ni en lo social, sólo les queda tratar de mimetizarse en frases rebuscadas que los hagan parecerse parte del pueblo llano, y centrar esfuerzos, en decir que profundizarán y mejorarán los cambios que introdujo la revolución bolivariana en el imaginario colectivo y en la nueva arquitectura jurídica del país. Vale decir, que en su imbecilidad, están admitiendo que todo lo que ha hecho Hugo Chávez, es bueno!
Los precandidatos de la Ultra Derecha, en su pérfido afán de engañar a incautos, se disfrazan como hombres y mujeres de pensamientos progresistas, repitiendo libretos preparados con frases inentendibles, pretendiendo ser los representantes de una supuesta nueva izquierda moderada. Con este propósito, ahora, reniegan de sus raíces conservadoras y de su pasado muy ligado a las clases políticas que gobernaron al país por décadas; robaron, mataron y mantuvieron al pueblo en la oscuridad de la ignorancia como política de Estado.
Por ejemplo, la señora María Corina Machado aparece como la excelsa exponente del “Capitalismo Popular” aunque a veces ella misma se confunde y dice “Capitalismo Social”. A lo cual, los eruditos politólogos del Departamento de Estado de Estados Unidos, aún no logran definir lo que eso significa. Sin embargo, esas falsas promesas quieren inyectársela a la gente de la clase media trabajadora, de la juventud, los humildes de los barrios de Caracas, los productores de los llanos, los andinos y a los guayaneses.
Estos conceptos son tan absurdos y confusos que nadie los concibe. Es como tratar de explicar, que es el “socialismo burgués” o la “tiranía democrática”!
Por otro lado, Enrique Capriles invita a sus seguidores a montarse en el “autobús del progreso” y acabar con la“dependencia petrolera”. Y nos preguntamos; ese autobús no será como los del grupo de unidades de transporte tipo acordeón que trajo el pana Diego Árria a los caraqueños. A los pocos días, los colectivos se deshicieron, pues eran de cartón. Recordemos también, que a esa dependencia petrolera, se debe el nacimiento en política de Primero Justicia. La mama de Leopoldo López –para entonces una alta gerente de la meritocracia de Pdvsa-- le regaló a la Asociación Civil PJ, una inmensa fortuna para su formación.
Capriles, junto a otros maleantes de la politiquería burguesa, montaron en ese autobús de la muerte, a miles de ingenuos para asaltar Miraflores el 11 de abril de 2002, y luego, los dejaron solos para que sus francotiradores los masacraran. Asimismo, ese personaje siniestro envió autobuses cargados de borregos a invadir la embajada cubana, a allanar la casa y golpear a Rodríguez Chacín – Ministro de Interior y Justicia de la fecha--,violando sus derechos humanos. Eso es lo que él realmente representa, aunque ahora pretenda teñirse de revolucionario juntando esfuerzos con una sopa de letras, de fantasmas de la política que dicen ser representantes de la izquierda venezolana (MAS, PODEMOS, y CAUSA R). Los negociados, la falsedad y la impureza de sus artimañas se notan a trasluz.
Además, Capriles nos esta retrazando al ofrecer autobuses cuando Chávez le ha dado al pueblo; Metro, Metro-cable, ferrocarriles, rutas populares aéreas, y hasta un satélite.
Por su parte, Pablo Pérez, de Un Nuevo Tiempo, expresa que está incomunicado de Caracas porque hay muchos huecos en la vía.
La verdad, es que dan lástima y pena ajena. Nos hubiese gustado tener una camada de candidatos devenidos de una nueva generación de la derecha venezolana, con propuestas inteligentes que nos irriten nuestras neuronas y nos hagan pensar y debatir una nueva oferta de país con altura política.
Debemos constituirnos en agentes activos de la revolución y no dejarnos engañar con esas nuevas dosis de veneno q pretenden inyectarnos.
*Frente Cívico Militar Bolivariano
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