Frasquitera como es por lo general la gente sin oficio, seguramente sobrará quien se asome a estas líneas presuponiendo que aquí vamos a hablar de la tan manida y tergiversada profecía maya que habla del fin de una era en el 2012 pero que los irresponsables confunden con el fin del mundo, en un morboso afán por angustiar a la gente aún a sabiendas de que ese mes de diciembre, del cual habla la pagana leyenda, está a la vuelta de la esquina y que la farsa del holocausto se caerá por su propio peso, como todo lo que esos insensatos inventan.
Igual pasó con los Reyes Magos que hoy celebramos, a quienes se les achacó una suerte de divinidad inspirada en una fabulosa estrella fugaz (que la iglesia etiquetó como "La Estrella de Belén"), pero que no eran sino simples sicarios contratados por Herodes para cumplir con el exterminio del Niño Dios, sólo que en el camino decidieron saltar la talanquera para terminar adorando al recién nacido.
Ahora los agoreros, o aves de mal agüero, no son los filósofos o los teólogos trasnochados sino los candidatos de la oposición que, en perfecta sincronía con la estolidez de mucha gente de a pie que todavía cree en vaticinios de catástrofes sin fundamento, se apresuran a sentenciar para este año el fin de la revolución bolivariana como si eso fuera soplar y hacer botellas.
A lo largo del anchuroso calvario de derrotas y fracasos que ha padecido esta gente desde que decidió instituirse en los "salvadores de la faz de la tierra" en los que se han erigido a punta de billetes y no de respaldo popular alguno, los precandidatos del antichavismo han sufrido las penurias del desatino más vergonzoso y persistente que los anales bíblicos recuerden.
Pero ellos insisten en desafiar el curso de la historia anteponiendo sus previsiones como si de doctores en la materia se tratara.
En cada una de las últimas quince elecciones han predicho categóricos la caída de Chávez y el arrase de las fuerzas reaccionarias exactamente como lo hacen hoy, incluso con más férrea convicción que ahora, y sin ningún rubor han pasado siempre la página para retomar al día siguiente su rol de oráculos del fracaso.
Como que va a ser más fácil que se cumplan primero las profecías de los mayas que las de ese antichavismo ridículo y lastimoso.
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