En Venezuela, que también está en la mira de Washington, los drones cobran aspecto humano en los cinco personajes que hoy compiten por el voto de los compatriotas de la oposición, convocados a las primarias organizadas por la MUD con el apoyo institucional del rrrégimen, perdón, del CNE. Los cinco precandidatos se han encargado de dejarlo en claro: salvo matices de edad, género, carácter, estilos o ritmos, todos ellos representan para Venezuela exactamente lo mismo. Todos tienen un programa y objetivos comunes. La comunión es tal que firmaron un compromiso para respaldar a cualquiera de ellos que resultare ganador de las primarias convocadas para hoy. Es decir, no importa quién de ellos se alce con el triunfo. Todos harían exactamente lo mismo en caso de acceder al coroto. Unos de forma más tosca y abrupta que otros, pero todos con el mismo ánimo y propósito.
Los antichavistas que acudan hoy a las vilipendiadas máquinas de Smartmatic escogerán un rostro (sonreído o enfurruñado) que los distintos comandos estuvieron vendiéndoles durante meses, con el valioso auxilio de la TV, la radio y la prensa comercial. Pero en términos programáticos, que son los que verdaderamente importan, no estarán escogiendo nada. El plan de navegación de la MUD ya está trazado en sus líneas programáticas, dirigidas todas a desmontar la Revolución Bolivariana, su política exterior, su política petrolera, su política económica, su política social, su política cultural, su política deportiva. Acabar con el ensayo revolucionario y regar la tierra con kerosene para que no vuelva a germinar en cien años. Ese es el programa de la MUD y también el de Washington. Allí queda el centro de control de estos y aquellos drones.
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