Un fantasma recorre a la aterrada Mesa de la Unidad; el fantasma de Irene Sáez y Luis Alfaro Ucero, cuyas candidaturas fueron retiradas abruptamente por AD y Copei en la recta final de las elecciones de 1998. Por primera vez en la historia política universal, un precandidato que triunfa en unas primarias, baja en las encuestas en lugar de subir al convertirse en candidato. Peor todavía si su rival se encuentra ausente. Los partidos de la MUD no saben qué hacer con Henrique Capriles Radonski, quien empezó a precipitarse en los sondeos en plena luna de miel de las primarias. AD, Copei y UNT observan y nada hacen para evitar el despeñamiento de su afásico vencedor. Salas Romer sueña con volver a convertirse en el Frijolito salvador, como en el 98. Cada cual juega a lo suyo. Esa candidatura no llegará al 7-O. Todos acarician su retiro, incluso buena parte de Primero Justicia ante la inminencia de la debacle. El síndrome Irene-Alfaro empieza a hacer estragos en la oposición.