“Compañeros: Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital”: Chávez el 4 de febrero de 1992
“LOS VAMOS A DEJAR MORIR DE HAMBRE Y TENDRÁN QUE COMERSE LAS ALFOMBRAS*”: Capriles Radonski el 12 de Abril de 2002
Chávez es un hombre lleno de amor y pasión solidaria por su pueblo, sin dobleces, sin engaños, sin ambiciones desmedidas por el poder que da el dinero. Un líder con un sueño sublime: llenar de justicia e igualdad a los más necesitados, a esos que estuvieron engañados y olvidados por tanto tiempo, en una farsa llamada “democracia” puntofijista.
Al contrario Capriles, por sus actuaciones en el golpe de estado del 2002, denota ser un individuo lleno de odio, con un fin fascista, sin respeto por el ser humano, tal como lo demostró en la captura de Rodrìguez Chacín y el asalto a la embajada Cubana, y que sería capaz de venderse a cualquier postor (Uribe) con tal de satisfacer sus mezquindades. Si se pudiera leer su mente, quedaríamos estupefactos, de la maldad que anida en su corazón en contra del pueblo. Dios nos libre de su entelequia: hay un camino.
La diferencia entre Chávez y Capriles no es solo de porcentaje en una encuesta, es de esencia humana. Chávez es de esos seres especiales que nacen cada 200 años, y que están predestinados para cambiar el curso de la historia, y escribir con letras de diamante los principios que deben regir en el respeto a la dignidad de los hombres y mujeres. Mientras que los seres como el candidato opositor, Radonski, son comunes y suficientes en número para convertir la esperanza de un país en “un camino” tortuoso plasmado de necesidades e injusticias, solo para los que nacieron pobres, porque para los inmensamente ricos y avaros, representan su vuelta al festín de la impudicia y la burla de los principios que rigen la Constitución y sus leyes.
El camino de Radonski, es idéntico al camino que ahora transitan Grecia, España y muchos países Europeos, sin descontar el camino transitado por el pueblo de EEUU, los cuales sufren hasta la médula, los requerimientos del FMI y BM, que representan al inhumano capitalismo mundial.
Si por infortunio llegare a ascender a la primera magistratura, aunque sea por un ratico, la sentencia, de Capriles, será invariable para el pueblo venezolano:
“LOS VAMOS A DEJAR MORIR DE HAMBRE Y TENDRÁN QUE COMERSE LAS ALFOMBRAS”
Sería un rato desagradable, que es mejor que se quede en los sueños impúdicos de la oligarquía inhumana, que apoya a Radonski; porque nuestro pueblo no caerá en la trampa de “Hay un camino”. Y seguirá montado en el trasatlántico Chavista, mirando de reojo al destartalado autobús del “progreso”.
Chávez vive y vivirá por siempre. Así es.
Radonski es coparticipe de la acción de donde se generó la frase.
“Van a tener que comerse las alfombras”, fue la obra cumbre del FASCISMO PRIMERO JUSTICIA, ADECO, copeyano, Manuel Rosales, William Ojeda para descubrirse, para que el pueblo pudiera verle el verdadero rostro a los mismos que por siglos HAN INVADIDO, VIOLADO, ASESINADO, MALTRADO, ESCLAVIZADO, a quienes han visto igualmente como sus sirvientes, sus eunucos”.(Ángel V. Rivas. 2008)
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